El Viejo Teatro de DON JOSÉ BUSTOS (1898 - 1988) TOMÉ CENTRO - Calle Manuel Montt |
La Familia Bustos fue muy importante en la ciudad de Tomé, en tiempos de cuando la localidad estaba mucho más distanciada de Concepción (Cuando la carretera -a la altura de la Quebrada Honda- no tenía la doble vía que tiene hoy, por lo que un viaje entre ambas ciudades era mucho más largo). Quien impulsó este rincón fue Don José Bustos Aedo, un hombre muy importante en este lugar por gran parte del Siglo XX. Vivía junto con algunos hermanos en la céntrica calle Nogueira. Y además hoy existe un equipo de fútbol amateur que lleva el nombre de este antiguo teatro (Deportivo Teatro), también fundado por este señor oriundo de Rafael.
Tomé - 1930 |
Y hay otra anécdota interesante, una de las dos hermanas de Don José (La Sra. Ambrosia Bustos) fue esposa de un descendiente de Doña Carmela Carvajal, mujer quien un siglo antes fue la cónyuge del héroe nacional (y naval) Arturo Prat Chacón. Aunque geográficamente hablando, ¡hay coincidencias pues! Como la Familia Bustos tiene sus raíces en los fundos aledaños a Coelemu, Ninhue es otro pueblo del Itata que está relativamente cerca y bien cuenta la historia que fue en este último lugar donde el marino Prat tenía su hacienda ¿¡Se acuerdan de esos relatos que la profe de historia contaba en la sala de clases, previo al 21 de Mayo!?
Antes de retomar este relato del Teatro de los Bustos, es importante agregar (a modo de paréntesis) que quien redacta este texto, que ahora estás leyendo, es un nieto de una hermana que tuvo Don José Bustos, por eso el fluido manejo de esta historia. Hoy sus restos descansan en paz y frente al mar, en un nicho del Cementerio 1 de Tomé.
¡Ah! Pero ¡antes de olvidarlo!, también hay una
galería que lleva su apellido. Esto en calle Manuel Montt, a una cuadra de este
viejo teatro casi como caminando hacia el sector de California. Los
propietarios de este último lugar mencionado son descendientes de Don José
Bustos, de quienes el nieto ocupa hoy un cargo muy importante en la Cámara de
Comercio de Tomé.
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La cosa es que este lugar posiblemente dejó de funcionar como teatro antes del año 1990. El asunto es que muchos años después, ya en el 2004, volvió a ser ocupado y esta vez como un negocio de Discotecas. ¿Quién no ha bailar a la Disco Twistter? Quienes ya tenemos mas de 30’ aun recordamos ese letrero con fondo negro, con una botella de Coca-Cola en posición oblicua en su lado derecho, y en gran parte del cartel (posiblemente luminosa) aparece el texto “Twistter” con un claro diseño juvenil (era una disco, no lo olviden) y pintado de color lila.
Ya con rasgos de abandono, este lugar perfectamente albergó el boliche aunque nunca fue ocupado en su totalidad. De las tres viejas puertas que daban a la calle, sólo se podía abrir la de al medio. Obviamente que allí estaba el joven que hacía de guardia, el encargado de cobrar las entradas, de pasar los boletos (o timbrar la mano de quienes frecuentaban entrar al boliche) y también de sacar a los jugosos que allí se portaban mal. La entrada era algo accidente, se accedía por unos 10 minutos hasta que debías doblar a mano derecha, para seguir caminando por un angosto pasillo y así dar con la pista de baile. Como era costumbre, la función partía pasado la medianoche ya que en ese momento los cabros (muchos eran menores de edad porciacaso) se prendían un poco más para “bacilar” (pasarlo bien).
La pista de baile fue posiblemente el espacio donde antes estaban los primeros asientos, todos frente a la pantalla que alguna vez funcionó para exhibir las películas. Y hablando de escenario, en esa noche este lugar era ocupado por los DJ’s quienes tenían sus enormes parlantes, además de las tornamesas para mezclar la música.
Como fue la tónica a mediados de los
2000’s, la entrada por entrar a bailar en el boliche era de $500. De todas
formas era uno de los panoramas mas entretenidos para quienes aun no cumplíamos
los 18 años, y necesitábamos de una forma experimentar la juventud. Más aún si
ibas acompañado de algunos primitos chicos, se podía tener casi 12 años y entraba
igual ¡Aunque no lo crean!
Era verano del año 2004, lo bacán sería recordar (y nombrar) cada una de las canciones que en ese tiempo estuvieron de moda, que fueron infaltables para las fiestas. Pero después, considerando que han pasado 18 años desde esa noche de carrete, se decide no mencionarlas pues las letras de las canciones eran algo misóginas, machistas, cosificadoras (Donde era común poner a la mujer como objeto). La pista que se puede dar aquí, es que esos “Hits” los tocaba el programa Mekano (MEGA) ¡Con eso decimos todo!
Unas 20 personas (o un poco más)
llenaban la entonces Discoteque Twistter, en el carrete juvenil de Tomé. Lo
bueno, es que todos allí se veían entusiastas, “¡muy prendidos!”.
Moda del año 2004 |
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