Relato: Amigo

 Era domingo al mediodía, cuando un hombre bastante relajado llegaba a su casa. Se bajaba del Station Wagon, abría el portón del antejardín y luego abría la puerta de su casa (con llave).

Ahí adentro, en el living, lo esperaba su esposa aunque estaba algo molesta. 

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Alicia:- ¿No me podías avisar, que ibas a estar afuera? ¡No llegaste en toda la noche! 

Pablo:- Ay amor, ¡tranquila! Si pase la noche en la casa del Gustavo. Nos quedamos viendo el partido, nos tomamos unas chelas y nos curamos. 

Alicia:- Pasaste la noche en casa de Gustavo?

Pablo:- Si poh', igual echamos la talla, más que nos cagabamos de la risa

Alicia:- Como dormiste?

Pablo:- Uf, la cama estuvo rica....es bien "paleteado" este weón. La almohadita cómoda, perfumadita, recién lavadita,.... ¡la cubrecama polar igual, ahí encima de la sabana!....dormí tranquilito. 

Alicia:- Ah, dormiste cómodo

Pablo:- Si, dormí tranquilito....su casa es un paraíso. Dormí harto, ¡¡muy pero muy relajado!! 

Alicia:- Ah, oye....¡amor! ¡mira! si tú quieres ser feliz sólo dilo ¿ya?, no hay nada peor que privarse en esta vida. .... Aunque me va a costar darte el divorcio si 

Pablo:- Jua jua ja.....¿Qué estay hablando mujer? Yo jamás te pondría el gorro

Alicia:- Tranquilo, si te creo que pasaste la noche con Gustavo 

Pablo:- Ya poh, ¿y entonces? porque deci(s) que te va a costar darme el divorcio?

Y Alicia se le acerca a Pablo, lo toma de las manos 

Alicia:- Pablo, yo no soy cerrada de mente...pero yo no puedo seguir viviendo con una persona que tenga tu condición 

Pablo:- ¿Condición? Jua ja ja ja......¿Que condición?

Alicia:- ¡Voy a serte franca!....Pablo ¡amor mío!....con todo el respeto que tu mereces. ¡Mira! No sé si aceptar tener un.....marido gay-