Un sujeto que manejaba una enorme camioneta llegaba a las calles céntricas de un pueblo chico. Se estacionaba en la calzada, pues debía hacer un trámite. Sólo que en ese rincón se instaló un nuevo letrero, se debía pagar por estacionarse allí (algo que antes no pasaba).
En todo caso al conductor le dio lo mismo, no tenía intenciones de pagar. Mientras el cuidador se hizo el "desentendido", y quiso esperar que el tipo llegara de sus trámites para recién empezar a cobrarle cuando quiera irse.
Pasa un par de horas y el sujeto regresa, saca las llaves de su auto (que tenía guardado en el bolsillo) para abrir la puerta. Allí recién lo detiene el cuidador.
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Parquímetro:- Amigo, son $10 mil pesos.
Conductor:- Sale pa ya, ¡a donde la viste! La semana pasada esto era gratis.
Parquímetro:- Tu mismo lo dijiste, era gratis. Ya, ¡apuremos la causa no más! son $10 mil pesos.
Conductor:- ¿Y que los motiva a ustedes, cobrar por estacionarse? ¿¡Ah!?... Estamos en la vía pública.
Parquímetro:- Digamos que tu camioneta es harto grande
Conductor:- Ja ja ja ja, buta que hablay weás ¡pajarón! ¡Hazte ver! Jua ja ja
Parquímetro:- No creo que tu joyita te cueste $5 palos en la concesionaria automotriz, es cosa de echar una miradita no más!
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