Al menos, alguien se la cantó "clarita" a William Clark Y mira cómo reaccionó "EL PATRÓN"
Cita: “MATAR PERSONAS PORQUE PIENSAN
DISTINTO, ES UN ACTO DE COBARDÍA”.
(Estos fueron los dichos
de José Miguel, personaje del actor Francisco Reyes, cuando encaró "cara a cara" al patrón William Clark. Frente a sus narices y en su
propio dormitorio)
Como
ya lo hemos mencionado en días anteriores, TVN transmite la
teleserie “Pampa Ilusión” cuya historia está ambientada en los
años 30’s. Hace un siglo, la industria minera motor de la economía
chilena (en ese entonces) fue la de tipo salitrera. Entonces la
teleserie mostraba a este tipo de sociedad inmersa al interior de una
“Oficina” (Nombre que se le daba a las aldeas o pueblos netamente
mineros y que además estaban ubicadas en medio del desierto, donde
además convivían ricos y pobres en un mismo lugar).
Uno
de los antagonistas es William Clark (Protagonizado por el gran actor
chileno Héctor Noguera), quien en la historia pasaba a ser el dueño
y magnate de la “Oficina Pampa Ilusión”. Cabe complementar que a
inicios del Siglo XX era común la presencia de inmigrantes
británicos, muchos de ellos se hicieron capitalistas en Chile
gracias a la industria minera (Y con altísima presencia en
Antofagasta y Valparaíso). De la misma manera como el clasismo y el
machismo eran conceptos tan normalizados, también lo fue (y hasta
hoy) la diferenciación entre inmigrantes que para el chileno
promedio los hay de primera y segunda clase (Muestran gran aprecio
por personas anglosajonas y europeas, aunque al mismo tiempo hay
xenofobia contra ciudadanos latinoamericanos provenientes de países
vecinos).
En
la Oficina de Pampa Ilusión así funciona la Pirámide Social.
William Clark era el amo y señor de todo, aunque tenía de
subordinado al Administrador de la Oficina (Quien pasaba a ser, en
este caso, el Gerente). No olviden que “dueño” y “gerente”
de la empresa no son lo mismo, porque dueño es simplemente el
propietario quien obtiene ganancias gracias a dicho negocio sin
necesario con oficina en el lugar mientras que el gerente es el
puente entre la empresa (o el dominio) y el dueño. La aristocracia
minera eran en su gran mayoría personas leales a William, quienes de
repente lo solían visitar a su casa (Y tenían muy buenos puestos de
trabajo gracias a dichos lazos de confianza). Mientras que también
tenía sus propios matones, quienes le hacían el trabajo sucio
cuando algo o alguien le generaba peligro al “patrón”.
Sin
embargo, en gran parte de esta teleserie de TVN William Clark aparece
como un anciano de 70 años totalmente postrado y dependiente. Él
por problemas médicos debe permanecer todos los días acostado en su
cama, contando con la atención y servicios de diversos empleados
(sirvientas, médicos, matones, gente de su confianza, administrador,
etc.). Aunque al decir verdad, todos le tienen temor porque cuando a
William algo no le parece simplemente da la orden y cobra
represalias.
El
caso más conocido está en la persecusión que se le hace a Inés
Clark (Protagonizada por la gran actiz Claudia Di Girolamo), mujer
quien con el propósito de cumplir su objetivo debe hacerse pasar por
un médico varón y así lograr pasar desapercibido. Inés es la hija
biológica del “patrón” William Clark, aunque nunca fue aceptada
por su progenitor. Apenas William se enteró de su llegada, mandó a
todos sus escoltas y matones dar con su paradero, a tal punto de encontrarla como si fuera “una delincuente”. Si hasta ofrecieron recompensa por su ubicación.
Claro que con el tiempo Inés se terminó ganando el aprecio de un sector importante de la oficina, sobre todo de las personas más liberales (de pensamiento) y de los mismos obreros, tan "oprimidos" como ella en "Pampa Ilusión". Obviamente que Inés también se enamoró de José Miguel, quien fuera en un comienzo su principal persecutor (por ejercer como administrador), aunque este último la empezó a entender y por eso también decidió protegerla. Corren los días, y se hacen novios.
Cobrando represalias (Torturando a alguien, que consideran "traidor")
Pero
ahora empezando el mes de Noviembre (-2022) la teleserie va ahora en
la parada de que José Miguel, quien fuera durante los primeros capítulos
un hombre de confianza de William Clark terminó siendo víctima de
la “represión”. Fue amedrentado, apuntado con armas, humillado públicamente y encarcelado. El personaje es encarnado por el actor Francisco
Reyes, y quien en términos positivos fue un “piojo resucitado”
(aunque es un muy buen hombre, eso sí) porque tras la matanza de
obreros ocurrida décadas antes sus padres biológicos también
fueron víctimas de tales disparos mientras en su momento reivindicaban mejores
condiciones laborales. Cuando William era más joven, fue uno de los
autores intelectuales de dichas matanzas pero al mismo tiempo recogió
a José Miguel siendo apenas un lactante de meses para posteriormente educarlo y
formarlo “como uno de sus hombres”. Se crió junto con Manuel
Clark, hijo del “patrón” pero quien nunca recibió el afecto de
su padre.
Tortura al interior del calabozo
Cuando
ya cumplido los 40 años José Miguel se entera que sus padres
biológicos fueron víctimas de un asesinato planificado por su
“proveedor” es allí cuando recién se rebela contra “el
patrón” Clark. Con esta conducta William lo consideró
derechamente un traidor, por esa razón llamó a Tobías (Su matón)
para que lo encarcele en un rincón totalmente aislado de la oficina
y evidentemente también en medio del desierto.
Antes
de que el inglés decidiera encarcelarlo, José Miguel le dijo
algunas verdades al patrón frente a sus narices y en su propio
dormitorio (Recordando que el viejito no se puede levantarse de la
cama). El hombre dijo: “MATAR PERSONAS PORQUE PIENSAN DISTINTO, ES
UN ACTO DE COBARDÍA”. Si analizamos bien sus dichos, las ordenes
de William Clark son muy idénticas a la de muchos dictadores, y
tristemente también de narcotraficantes.
Escupitajo
Luego
José Miguel se retira del dormitorio, y esa verdad dolió tanto en
Don William que lo hizo gritar de rabia (De puro picado, explotó
como nunca antes en su vida). Tocó la coincidencia que el viejito
estaba solo, porque ni la empleada, ni su matón ni su hijo a quien
varias veces ninguneó estaban al interior de su mansión.
Era
tan miserable el patrón que jamás reconoció a su hija Inés, quien
pese a las constantes e incesantes persecusiones en su contra ella
nunca dejó de quererlo. Inés disfrazada del Doctor “Florencio
Aguirre” tenía la suerte de atenderlo en su dormitorio, y a
diferencia de otros médicos que allí pasaban ella si aplicó la ética
profesional, preocupada totalmente de la salud de su padre pero como
William nunca supo que Florencio era en realidad “ella” seguiría
trancado y terco al no reconocerla.
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