Apagaba la luz cuando algo le llamó la atención en casa de unos vecinos. Así fue que ella caminó a la ventana, y en medio de la oscuridad abría levemente las cortinas. Veía que en la casa de al frente, la luz seguía prendida. Pero ojo, que esto pasa todos los días.
Luego la mujer se regresa al dormitorio, algo preocupada. Ella se acuesta en la cama.
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Rubén (El marido):- ¿Pasó algo mi amor? Te demoraste mucho
Isabel (Esposa):- ¡Cariño! Estaba viendo la casa de los vecinos, son las 3 AM y su luz sigue prendida.
Rubén:- Ah si
Isabel:- Pero pasa todos los días. No hay una hora en que ellos apaguen la luz.
Rubén:- Voy a ver que pasa
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El hombre, leal a las inquietudes de su mujer, se levanta de la cama. Pesca una bata de dormir, y sale al antejardín. Con sus llaves abre el portón, para luego salir a la calle. Cruza la arteria vecinal y va al portón de los vecinos. Aunque no precisamente para gritar aló ni intentar siquiera abrirlo. Rubén no halló nada mejor que meter su dedo en el automático, cortándole así el suministro eléctrico de los moradores.
Luego el hombre cruza la calle y vuelve a su casa. Por primera vez los vecinos tenían sus luces apagadas, pero fue porque Rubén les apagó el automático. Así fue que el vecino abría la ventana de su pieza, se percató del acto y se enfadó.
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Luis (Vecino):- ¿Que anday apagando el automático mono CTM? ¿¡Ah!?
Rubén:- ¡Tranquilo hombre! Total yo te hice un favor
Luis:- ¿¡Que estay hablando payaso ql’!? Ja ja
Rubén:- Si poh', son las 3 de la mañana y Televisión Nacional ya finalizó sus transmisiones a las 2. ¡Buenas noches!
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