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| ¿¡QUÉ PREFIERES!? ¿¡SER EL NÚMERO UNO!?...¿¡O SER SU SEGUIDOR!? |
Pese a que tenía el volumen demasiado fuerte, no se sentía lleno. ¡Si! El socio era algo complicado. Así que pescó el parlante, y no halló nada mejor que ponerlo en el antejardín de su casa. Enchufó el equipo y lo puso al volumen máximo, cosa que así los otros vecinos escucharan (también) su bullada música. Pasaban las horas y este chico escuchaba una verdadera maratón de reggaetón, todo el rato con la misma música.
De repente un sujeto entraba a la casa, sin ni siquiera vivir allí y sin tener ningún parentesco con el joven. Con un aspecto bien frívolo, abrió el portón como si nada (Claro, el joven había entrado al baño, ¡por eso no se dio cuenta!). El tipo caminaba por el patio para buscar el enchufe del parlante, y ya cuando apagó la música, fue sorprendido por el joven quien bastante molesto e incómodo ¡¡ LO INCREPÓ !!
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Joven (Demasiado enojado):- ¿¡Qué weá estay haciendo aquí wn!? ¿Con que derecho apagas mi música?
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Sujeto:- Tu no tienes moral de prohibirme nada, tú me debes dos años de arriendo. Y agradece que no vine con carabineros, ¡weón irresponsable!
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