IDEA: ¿Y si la radio local ofrece DESCUENTOS en avisos publicitarios, a los nuevos PYMES y emprendedores de las "Redes Sociales"?

 

Descuentos en publicidad (para la radio)
que puedan ser ofrecidos a Millenial's emprendedores,
y que además tengan clientes por Instagram  
¿¡Porqué no!?

La pandemia ha dejado algunos efectos económicos negativos, como la crisis económica en varias familias. Por esa razón hay un grupo de personas que aprovecha las Redes Sociales con el fin de vender varios "malabares". En Instagram vemos a personas que se han atrevido a este desafío, ¡total! hay que ganarse el pan ¿¡No!?   

En otra materia totalmente distinta, la radio no parece haber cambiado tras estos dos fenómenos, como son las "Cuarentenas por pandemia" y "El auge de las Redes Sociales gracias al emprendimiento". A casi 16 meses de pandemia en Chile el panorama de las emisoras sigue igual, las radios de Santiago siguen liderando en sintonía a nivel nacional mientras que las radios chicas de regiones siguen ahí ¡Como si nada! ¿Usted cree que  Radio Oceanía de Higueras lee todos los días la cantidad de casos activos en sus micrófonos? ¡No! Se podría sospechar de que defienden intereses del Ministerio de Salud, pero mientras no tengamos evidencias sólo quedará en suposiciones. Instagram y Facebook están creciendo, ¡en concreto! estas radios chicas que no le han sacado nada de provecho a la pandemia ni siquiera han visto la chance de hacer descuentos en avisos publicitarios ni con tal de crecer un poco más sus ingresos, ni siquiera para aumentar audiencias a su propia radioemisora.   

En marketing se habla mucho de "promociones" como una forma de mantenerse en el tiempo. Lo que se le propone a estas radios chicas (que en el caso de Concepción no son ni siquiera la competencia de la Radio Puntosiete) es que se abran a abrir sus espacios publicitarios, especialmente a aquellos emprendedores de Redes Sociales que venden diversos productos durante los últimos meses (al menos mientras dure la pandemia).  

Por ejemplo, si una marca de productos industriales como "Milan Fabjanovic" paga cierta cantidad de dinero (y mensualmente) para que los locutores los nombren a cada rato en el micrófono (a la hora de almuerzo ¿No cierto?), podría cranear un descuento a la joven de Hualqui que use Facebook para promocionar polerones “GAP”. Hablamos de ciudadanos común y corrientes que recién se dedican a hacer negocios, personas que no eran precisamente los grandes empresarios de una tienda de Retail ni tampoco dueños de un supermercado local, que contaran con una determinada cantidad de trabajadores (para determinar si era una mediana o pequeña empresa). La radio podría usar sus propias redes sociales (si se atreven realmente a hacer estos jugosos descuentos) para avisar o anunciar tales ofertas, y su fama subiría ¡al toque! Pero a 16 meses de pandemia, nada de eso han hecho. Radio RDI sigue cobrando precios, y esperando que sus auspiciadores sólo sean grandes marcas. Se farrean un posible aumento de audiencias, ¡ingenuos!   

Recuerden que en 1999 Radio Puntosiete (que en su comienzo también partió tocando música de los 80's) finalmente se reinventó, y consecuencia de eso es que hoy enfoca toda su programación al segmento popular, ¿cómo? tocando cumbias, bachata y reggaetón. Punto7 se segmentó, y le dio resultados. Se critica que ciertas radios chicas jamás han trabajado por acercarse más a la gente, no hablamos solamente de una cercanía con "nuevos emprendedores" pues este fenómeno social y económico también es propio de la generación Millenial. Y a propósito de que estas radios conservadoras no tengan ni siquiera una maratón de música urbana en su parrilla programática (¡No sé poh’! con canciones de Manuel Turizo por ejemplo ¿¡Cachay'!?), esta actitud de no llegar al treintañero también se ve en su nula apertura a ofrecer interesantes descuentos en avisos publicitarios. Aunque ojo ¿ah? nada les impedía a los jóvenes vender sus "cositas" en el Instagram, pero ni siquiera esa tendencia ha despertado a los caballeros de 70 años, que aun no sueltan el micrófono.      

 OTRA IDEA: ¿Y si el Estado subvenciona a aquellas radios chicas presuntamente "carentes de auspicios? Cuyos fondos también ayudarían económicamente al periodista quien postule a algún proyecto de programa, sin necesidad de mendigar auspicios por el comercio de la ciudad y sin la necesidad de sacarle monedas al "chauchero" del director