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miércoles, 11 de septiembre de 2019

OPINIÓN: el Estado debe ser el gran auspiciador en “las radios chicas” para remunerar al periodista


Es re facil criticar, pero lo difícil es proponer soluciones. Aquí hay una idea que podría ayudar a recuperar el posicionamiento de las mal denominadas "radios chicas" donde además del empresario también gana el periodista cesante.    

En las radios de Concepción los locutores mas jovenes
por lo general superan los 30 años de edad.
Los viejos literalmente se toman la batuta de estos medios
que son muy mal posicionados por la gente. 
Muchos creen que la crisis de las radios penquistas pasa por un asunto de contar con poca audiencia, o de estancarse en poner “música de viejos”. Sin embargo, debemos dejar bien en claro que ser locutor en una radio penquista de muy bajo posicionamiento (Cualquiera menos Radio Bío Bío) no genera buenas ganancias salariales, las remuneraciones son “una miseria” básicamente porque es el comunicador quien debe ponerse con los auspicios.  

La radio brinda su espacio al aire, siempre y cuando el locutor quien aspire a hacer algún programa deba pagar, aquí es el comunicador quien en su tiempo libre debe darse un tiempo en buscar auspicios. ¡Y con los mezquinos que son los comerciantes en Concepción! ¡Dan cualquier excusa con tal de no auspiciar un programa! 

Ismael Muñoz es un locutor de radio penquista
con 50 años de trayectoria. En la década del 70´ ya
era quizás uno de los referentes mas importantes en
medios de comunicación del Bío Bío. 
No es raro decir que en Concepción muchos locutores que llevan años trabajando en radios chicas no han recibido salarios dignos por esta noble labor. Todo lo contrario, muchos locutores viejos tuvieron que aportar para así tener “el privilegio” de hablar al micrófono, y hablamos de comunicadores buenos con dicción adecuada para radios grandes. Han tenido que poner recursos desde los auspicios, y desde su propio bolsillo en el peor de los casos cuando un auspiciador en momento determinado decide no seguir financiando tal espacio radial.

¡En fin! La propuesta sería que el Estado solucione esta evidente crisis que ocurre en las radios chicas, más si son de provincia. Una solución que genere ganancia a las dos partes: a) a los dueños de dichos medios en su proyección comercial por subsistir económicamente, y b) a los cientos de periodistas cesantes existentes en el país. Debiera haber una subvención estatal para aquellos programas innovadores que sean aceptados en cualquier radio generalista, aquí debe haber un previo acuerdo entre los dueños de dichas radios con el periodista quien sin haber formado parte de dicha radio tiene pensado hacer un programa (sin sentirse obligado a buscar auspicios como mendigo). Aquí la radio no tendría excusas para cerrarle las puertas a esa persona, siempre y cuando se ganen el proyecto. En el fondo, estos recursos podrían cancelarle un aporte mensual a dicho comunicador con la condición de que el programa se transmita a lo menos 15 veces al mes. Y también podrían llegar fondos al dueño de esa radio, dado que el requisito para conducir un programa es esencialmente uno solo…..pagar el espacio con auspicios $$$. ¡Con plata baila el monito!

Ejemplo:

Eugenio llega a las dependencias de Radio Femenina, este joven periodista recién titulado de la universidad propone un programa para dicho medio donde busca hablar sobre temáticas sociales. Como Radio Femenina es un medio generalista Pedro Maldonado (su gerente) aceptaría que este joven de 26 años sea conductor de un programa siempre y cuando ambos hagan una declaración jurada notarial para usar dicho documento como requisito, así postular a las subvenciones del Ministerio de Telecomunicaciones con un plan que podría denominarse “Fondo ¡Recuperemos las radios regionales!”. Hay una fecha en que se publican los resultados, de ganarse el proyecto el Estado enviaría recursos para la radio y para el comunicador por partes iguales, si el mínimo es de 300 lucas llegaría un monto total de $ 700 mil, para luego repartirse a cada una de las partes la mitad ($ 350 mil mensuales a la radio, y $ 350 mil mensuales para el comunicador). Aquí los empleadores serían dos entes, la radio con aval del estado donde se le haría firmar un contrato al profesional de las comunicaciones para luego la copia ser usada (aunque suene burocrática) como prueba jurídica que le permite a las dos partes recibir su aporte. Una forma también de garantizar que el periodista reciba su salario con todos los beneficios sociales y previsionales, es por eso que una copia de contrato es el requisito más importante para activar el aporte mensual (Esto para evitar jugadas chuecas por parte de la radio, en su afán de impedirle el sueldo al periodista).

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