UN EJEMPLO DE LA CULTURA DE LA
CANCELACIÓN
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Juan
Antonio Kelly (más conocido como el Tio Kelly) es un comerciante,
político y comunicador penquista quien en los últimos años ha
logrado un evidente éxito mediático, ¡eso sí! sin contar hasta
ahora con el reconocimiento del “establishment” o de los
denominados “poderes fácticos”. Es el creador y administrador de
la cuenta digital “Koncevisión” que nació en 2019 bajo el
contexto del Estallido Social, eso sí no exento de polémicas dado
que su discurso no es cercano a la izquierda ideológica (Su fenómeno
podría asemejarse muy bien al del presidente de El Salvador Nayib
Bukele, quien ya es considerado un líder a nivel latinoamericano por
su nivel mas menos transgresor).
Este
comunicador además ha tenido la oportunidad de encabezar varias
entrevistas con personajes políticos del ámbito nacional, y si bien
cuenta con muchos seguidores en su canal de Facebook casi todos
comparten su misma línea ideológica muy de ultraderecha (o como él
se define, de patriota). Estuvo en contra de los dos procesos
constitucionales, se muestra desconfiado de la clase política
(incluso de la centro-derecha), hasta tiene reparos con otros
patriotas de quienes ya se siente defraudado. Aunque también genera
bastante antipatía en la izquierda, a tal punto que simpatizantes
socialistas hacen llamados en Redes Sociales para simplemente “no
tomar en cuenta al Tio Kelly” (sacándole en cara, por ejemplo, de
que él no es periodista). Ahora, lo que si es cierto….es que Juan
Antonio sí está generando un fuerte liderazgo. Ninguneado y todo,
es súper consecuente con su postura.
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La
perspectiva cambia cuando ya descubrimos una injusticia en su contra.
Para la tarde del martes 30 de abril (-2024) se viralizó un video en
Tik-Tok, de un sujeto pasado los 60 años de edad quien llamó a los
venezolanos matar a carabineros (días después de la tragedia
ocurrida en Cañete con los tres policías asesinados). Un contenido
que generó bastante indignación en ciudadanos que hasta hoy apoyan
a la institución uniformada. Y esto habría gatillado una evidente
rabia en el Tio Kelly, no sólo por querer debilitar el poco orden
que nos queda en el país, sino porque los administradores de las
Redes Sociales no estarían sancionando al inconsciente "tiktoker".
Estas
fueron las palabras de Juan Antonio Kelly en la plataforma “X”
(ex-Twitter):
“¡Como
es posible que este tipo llame a matar carabineros, y las redes no lo
censuren! A nosotros nos censuraron y nos bajaron porque una señora
se expresó contra Boric, ¡con fuerza!….aquí está claro para
quienes trabajan las Redes Sociales”.
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Si
bien las plataformas virtuales (como Tik-Tok, Facebook, X, Instagram)
buscan defender la democracia, cosa que está bien, pero no nos
olvidemos que en el correr de los historia existe la llamada
evolución donde los paradigmas van cambiando acorde a los tiempos.
Como diría el filósofo griego Heráclito: “TODO FLUYE, NADA
PERMANECE”. Antes se pensaba que los ricos votaban por un candidato
de derecha, y que los pobres votaban por uno de izquierda. Ahora la
cosa cambió un poco. Parte de la clase media acomodada (o los
“progres caviar”) es la que simpatiza con los bandos progresistas
de izquierda, mientras que la gente del pueblo simplemente desconfía
de la elite política.
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Volviendo
al caso del Tio Kelly, le empezamos a encontrar razón cuando hay
prácticas evidentes de cancelación en su contra. No sólo por sus
detractores socialistas quienes piden en RR.SS “ningunearlo” o
“no tomarlo en cuenta”, ahora sumemos que por su derecho de cuestionar al poder le bajan una y mil cuentas. ¿¡Cuál es el peligro!?
¿Dejar que la gente, de manera voluntaria y espontánea, emita su
opinión en el canal "Koncevisión"? ¿Ese es el real peligro? ¿De
poner en la mesa todas las debilidades y fallas que está teniendo el
actual gobierno? Porque un país realmente desarrollado también
acepta críticas sobre su mandatario, mas aun cuando en la agenda
informativa aparecen muchas señales de crisis (y la muerte de los
carabineros habla claramente de un debilitamiento a la seguridad del
país).
En definitiva, ¿A QUÉ LE TEMEN TANTO? -
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