Columna de opinión: ¿Y si Talcahuano tuviera una Zona Franca?

 

 

 Para quienes no lo saben, una zona franca se define como un lugar delimitado en la que no se liquidan derechos arancelarios a las mercancías depositadas en ella o a determinadas actividades industriales. En pocas palabras, es un rincón específico donde se pueden comprar determinados productos importados (o provenientes del extranjero) LIBRES DE IMPUESTOS.

Pondremos aquí un ejemplo. Si bien en Concepción no es común que en una casa común y corriente se consuma mantequilla de maní, o un sachet de “Huancaina”, para echarle al pan ese tipo de productos si se comen en Punta Arenas. ¿La razón? En Magallanes hay una Zona Franca, razón para que los puntarenenses coman igual que los gringos. El segundo producto mencionado es un aderezo muy popular en Perú, si pretendes comprarlo en un Supermercado Jumbo de Conce eso te sale sobre $3 lucas pero el tamaño del paquete no es muy grande. Esa misma Huancaína la encuentras en Punta Arenas a mitad de precio, pero sólo disponible en la Zona Franca ¿¡Se capta!?

 Y quienes han tenido la fortuna de recorrer o conocer este tipo de lugares en la capital de Magallanes podrán dar fé de este siguiente relato. Cuando caminas por fuera, podrás notar a simple visto un grupo de galpones que están al interior de un patio totalmente enrejado. Algo con aspecto "fome" y sobrio, totalmente distinto al juego de luces que vemos en un Mall. ¿Se capta? Pero basta entrar para darte cuenta que el interior es un verdadero centro comercial.

Uno de dichos galpones es un Megamercado, parecido al Lider pero enfocado exclusivamente a vender productos importados. Desde la calle parece un simple gimnasio industrial, pero al interior están los medios pasillos donde salir a pasear con el carrito. ¡Eso no es nada! Más al interior encontrarás otro galpón, basta que entres para que te encuentres con la media sorpresa. Es un centro comercial, de dos pisos y hasta con patio de comida. ¿¡Qué te parece!?

Si aplicamos este modelo de comercio libre de impuestos a Talcahuano, San Vicente como sector tiraría para arriba y la afluencia de visitantes a la comuna puerto crecería de golpe y porrazo. Sería garantía de gran éxito para la Cámara de Comercio en esta comuna. Hasta desaparecerían la gran cantidad de casas o sitios abandonados que están a pasos de los muelles sanvicentinos. Así muchos penquistas tendrían un motivo real para salir con gusto a comprar mercadería en el puerto chorero.