Finalmente, comunas como Tomé recuperaron renombre tras un oscuro lapsus tras el cierre de la fábrica textil, se notó un mayor interes gubernamental por remodelar partes que antes estuvieron abandonadas (Penco y Talcahuano), incluso ha motivado a que la misma comunidad deje de menospreciar sus ciudades como antes pasaba (Pues, aunque la discriminación privilegiado-renegado aun está presente en las pautas de medios locales una cuenta particular de RR.SS motiva a la revalorización como una forma sencilla pero contundente para potenciar mejor la región).
Hasta relatamos sobre otros miradores enclavados en cerros de gran altura, rincones no tan solitarios donde la naturaleza protege psicológicamente a sus moradores, otras playas donde ni siquiera hay caminos formales para llegar, sitios rurales que de inmediato motivan a instalación de segundas viviendas, portones de púas que te protegen del peligro (en sentido figurado claro), otros sectores que antes fueron privados pero que por sentido común están abiertos para el ingreso de cualquier persona (Pingueral), etc.
En todo lo relacionado con playas, pubs y restaurantes todo bien. Pero algo pasa que a diferencia de Penco, los miradores de Tomé aun son desconocidos.
Como antecedente, era 2018 cuando la Municipalidad de Penco inauguró el atractivo Mirador Paseo los Pinos acorde a los estándares propios de una remodelación. Tres años después (2019) fue el turno de la Empalizada en el sector Bellavista Sur.
Es por eso que ahora te contaremos descripciones breves de cada mirador tomecino.
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A pasos del sector Hospital hay una escala que (de forma peatonal) la conecta con el populoso barrio Cerro Navidad. En el camino un transeúnte encontrará varios planos, como forma de hacer pausa antes de continuar a lo alto.
El atractivo de este mirador consta de diversas veredas que conectan dicho barrio con el plano, casi a modo de plaza.
Desde el Hospital se puede caminar por calle Blanco Encalada hasta dar con “León Luco”. Allí está la línea ripia, huella de que hasta los 80’ funcionó el ferrocarril. Hay peldaños que te permiten llegar a las escalas y subidas de este mirador, también conocido como “La Vírgen”.
Otro punto a destacar es su función “de escape”, ya que por ubicarse en medio de la subida el mirador está algo distanciado de calles transitadas. Como en rigor la arteria con mayor flujo está en el plano (Calle D. Portales), el ruido de los autos no logran alcanzar a los asientos del plano medio.
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Es increíble que para ser una de las localidades más visitadas en verano, nunca se hable de miradores o rincones donde los turistas pudieran apreciar el mar. Bueno, esto demuestra que aun con todo el glamour Dichato tiene dos realidades. Este mirador se ubica en Villa Fresia, un sector netamente poblacional de la localidad.
Según vecinos del barrio fueron ellos quienes a modo de autogestión instalaron este mirador, donde hasta ahora no hay intervención alguna de la municipalidad.
Desde la calle Daniel Vera (La más importante en Dichato) puedes seguir por “Miguel Reyes” directo al cerro. Allí te encuentras con restos de un abandonado cruce ferroviario antes de que la calle escale la altura. En el ripio doblas a tu mano izquierda (dirección norte) para encontrar subidas, allí dichos peldaños te llevan a este rústico pero bello mirador de la Villa Fresia.
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Esta capilla católica sin duda es uno de los símbolos icónicos de Tomé, ubicado en lo alto del Cerro Carlos Mahns y visible desde cualquier rincón en el plano (centro). En las afueras de la iglesia hay una plataforma amplia donde también es posible apreciar el mar.
Desde Manuel Montt (La calle del comercio en esta ciudad), basta llegar a la altura de un supermercado entre el mercado y Anibal Pinto para dar con una subida prolongada hasta el sector Carlos Mahns. Si bien suben colectivos hacia ese barrio se demoran un poco en llegar, paradójicamente te demoras menos si te atreves a caminar esa larga subida hasta dar con la parroquia.
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En los cerros colindantes con la localidad de Cocholgue (Que en rigor es un valle, protegido de acantilados) también es posible apreciar el mar. Sólo que ni en el camino, ni en los barrios apartados de la playa hay puntos pavimentados donde el turista pudiera sacar recuerdos (fotos).
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