Parque Lo Galindo: Una “bucólica” forma de reencuentro con la laguna – Sector Villa Cap / CONCEPCIÓN

 

 El lugar es un aporte, considerando que en barrios apartados del centro de Concepción (Como Villa Cap, Andalién o Barrio Norte) no hay muchos atractivos urbanos que pudieran hacer de sustituto a los puntos referentes de la ciudad, en este caso de atractivos más céntricos.

Por lo tanto, el Parque Lo Galindo pasaría a ser el principal parque en el sector de Andalién. Tomando en cuenta que este punto está algo aislado del centro, y sus vecinos tienen la obligación de usar algún medio de transporte (Con una demora de 10’ minutos aproximadamente, aunque ¿Caminando? La cosa se pone más difícil).

 Cuando en la década pasada dirigentes del sector de Barrio Norte  reivindicaron el proyecto de convertir a este (populoso) barrio en comuna, uno de sus argumentos más utilizados tenía relación con tres de las cinco lagunas penquistas que allí se ubicaban. Entre ellas la Laguna Las Tres Pascualas, la Laguna Lo Méndez y la Laguna Lo Galindo. De esta última trataremos con más profundidad en este relato. 

Si bien es un eje natural en el apartado sector de “Villa Cap”, pero históricamente fue un punto abandonado, desvalorizado y hasta descuidado. Es cierto que bajo la administración de la entonces alcaldesa UDI Jacqueline Van Rysselberghe (Durante gran parte de la década del 2000’s), ha habido una político municipal de recuperar espacios que antes estaban en situación peor, sin ni siquiera contar con areas verdes. Claro, allí colocaron pasto, asientos, receptáculos donde botar la basura, iluminaria y algunas veredas, presuntamente para cambiarle la cara a dichas poblaciones. La Laguna Lo Galindo fue en su momento parte de este plan municipal de remodelación, pero quizás la humedad propia (el aspecto algo lúgrube) o la cantidad de barro acumulado tras las lluvias de invierno, hicieron de su plazoleta colindante una parte opacada (Nunca fue un atractivo urbano para Concepción, quizás si haya sido de vez en cuando un pulmón de respiro para algun vecino que viva en este sector. Pero nunca era más que eso).

 Quizás ese haya sido uno de los motivos vecinales, para que antes de comenzar un reciente 2019 se haya inaugurado una interesante remodelación en esta laguna. Además de la plazoleta (o de las areas verdes colindantes), el municipio instaló en el faldeo del cerro un atractivo paseo peatonal que circula por los humedales que allí se ubican. Se trata de unas veredas tipo puente que conectan el barrio con el cerro, ya que nunca habían puentes allí que se cruzaran por la laguna para escalarlo. Aunque en realidad esta obra también incluye subidas a lo alto, sólo es un paseo alejado del “ruido” por los faldeos del cerro y con la intención de que el visitante se reencuentre con la madre naturaleza en medio de la ciudad.

El total de longitud construido en esta vereda no debe superar el kilómetro, considerando que en medio del camino hay algunos desvíos para aquellos transeúntes que busquen interactuar con el agua (la laguna). Si se fijan, el paseo fue construido con tablas de madera para posiblemente no contaminar (ni intervenir demasiado) este punto. 

Y también es necesario indicar que este parque fue inicialmente gestionado para que el visitante conozca algunas especies que allí habitan, sólo que a tres años de su inauguración es algo complicado adquirir conocimientos en Lo Galindo. Esto porque las placas donde se señala la información biológica, natural y botánica están dañadas, totalmente rayadas con Spray de Grafitero (Vandalismo). Incluso a mitad de camino hay un letrero gigante construido con fierro (o material metálico) donde debiera indicarse una especie de mapa, pero nada se puede ver allí porque los rayados literalmente tapan todo. Ese es uno de los puntos de crítica hechos por varios jóvenes quienes en busqueda de tranquilidad, no pueden aprender sobre las especies que allí habitan.

Pero sin desmerecer la noble intención de la municipalidad, y el aporte psicológico que tiene este parque, al menos cumple su propósito de contar con puntos de descanso sobre todo al final de este paseo (En el faldeo del cerro). En los peldaños de escala que allí se ubican, el visitante puede mirar la laguna perfectamente sentado y totalmente aislado de cualquier mosqueo. Considerando además que apenas iniciada la caminata en esta vereda de tabla, ya literalmente te aislas de las calles colindantes aun cuando a unos pasos se ubica la Avenida Alonso de Ribera (Una de las más transitadas y “ruidosas” de la ciudad, principalmente por el tránsito de camiones).

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