Una de las más hermosas moralejas de la literatura mundial es la del Patito Feo (quizás no seguida únicamente por los niños, también por políticos dado su connotación integracionista y de diversidad, tolerancia o empatía), la historia de un cisne muy jovencito que fue criado en una familia de patos. Por cosas de la vida un huevo de cisne por error cayó en un nido de pato en las zonas pantanosas de un rio, la mama pata que estaba a cargo de su huevo vio que estos se rompían, y también la del huevo de ganso perdido que paso a ser un hijo más. El gansito creció en un ambiente de patos siendo bastante rechazado y discriminado por sus pares patos, y después de un cierto tiempo durante su crecimiento se convirtió en un hermoso y joven ganso, allí los patos se dieron cuenta de que aquel no era el patito feo, sino uno de los cisnes más hermosos. Imagínesea un joven santiaguino criado en un ambiente de penquistas porque su mama santiaguina de nacimiento fue adoptada en la Octava Región, tanto la madre como el joven son distintos al resto de la gente, penquistas parcos y fomes.
Ocurre que hasta el 2004 en Hualpencillo (ubicado a 6 km del centro de Concepción y con unos 82.000 habitantes) había un cerro rodeado de cuatro calles, era un cerro irrelevante, un simple sitio eriazo, un cerro semiárido que además era un vertedero, era el corazón de Hualpencillo pero entrar o subir allí era de temer, porque muchos se iban a drogar o simplemente porque se iban a ensuciar, nadie pensó que ese cerro abandonado y que era el corazón del sector por resignación sería algo así como una plaza de armas artificial de quizás la comuna que más prospera en tan solo 7 años.
El Cerro Amarillo esta entre cuatro centricas calles de Hualpen. Antes esta comuna era Hualpencillo, un sector más de Talcahuano (Comuna que sin la independencia y autonomía de Hualpén fue la comuna más poblada de la región en el Censo del 2002 con 250.000 habitantes. Hualpén convertido en comuna afecta a Talcahuano que baja a 185.000 Habitantes siendo superada por Concepción), la independencia de la comuna fue una reacción política y social (de carácter local) al abandono del puerto a nivel nacional y regional, este cerro no fue la excepción, el mismo que nunca estuvo en el interés de los políticos en convertirlo en un polo atractivo, desde que en 1948 los campesinos llegaron a poblar este valle de Hualpén, por su sueño y aspiración de trabajar en Huachipato. Entre 1990 y el 2008 la Democracia Cristiana (DC) fue el municipio de Talcahuano, la burocracia y la ortodoxia del difunto Leocán Portus (y quien además falleció ejerciendo su cargo, a punto de cumplir 90 años de edad) impidieron el progreso porteño del que recién su alcalde Gastón Saavedra (PS) esta luchando.
Hualpencillo ahora es comuna, y su primer alcalde es Marcelo Rivera (ex PS y hoy militante del PPD), cargo que lo sigue ejerciendo hasta hoy, hoy Hualpencillo es Hualpén. Sus autoridades comunales le dieron una lección de progreso urbano y turístico a su vecino Talcahuano, y lo que llega a llamar la atención es que esta misma lección también se la está dando a la comuna más importante de la región, que es Concepción. Hualpén geográficamente se parece a una de las comunas del sector Sur del Gran Santiago (como San Joaquín, Lo Prado, San Ramón, La Florida), una comuna plana, residencial, aunque pese a la prosperidad urbana de los últimos 7 años no tiene identidad (Aun con la instalación de un supermercado BiggerHualpén no tiene un centro dentro del radio urbano y la municipalidad tiene como defecto la instalación desparramada de sus dependencias n varios rincones de la comuna) comercialmente sigue dependiendo de Concepción, pero de Talcahuano? No depende en casi nada.
El Cerro Amarillo sufrió transformaciones muy significativas al igual que varias de sus veredas dentro del radio urbano de Hualpencillo, independiente del estrato social. La municipalidad la patento como plaza de armas encima de la punta del cerro: mirador-anfiteatro, asientos, áreas verdes, iluminaria, rejas, hermosas plantas, escalones, algunos monumentos, dos entradas, jardines en sus veredas, y algunos guardias considerando que antes graves problemas de narcotráfico y delincuencia en la comuna solo está abierta de día, porque de noche el cerro está cerrado, el hermoso Cerro Amarillo es un punto de encuentro entre los jóvenes hualpeninos, al igual que las plazas de Penco, Lirquén y de Tome. Pero la preocupación en materias de seguridad no impide a que un grupo de amigos vaya a tomar en el cerro, sino pregúntele a los metaleros y punkis que cada sábado o domingo por la tarde se juntan para fumar y tomar, “de pasarlo bien”. Hualpén es sin lugar a duda sinónimo de progreso y prosperidad en menos de 10 años, desde que se independizo de la comuna de Talcahuano.
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