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jueves, 17 de octubre de 2024

El Estallido Social del 18 de Octubre (2019): Cuando el pueblo tuvo su propio despertar, incluso en silencio

 


El Estallido Social del 2019 en la Plaza Independencia de Concepción.
Manifestantes derribaron la estatua del español Pedro de Valdivia,
fundador de la ciudad y uno de los primeros gobernantes "huincas"
en el autodenominado "Reino de Chile" (Siglo XVI).

La gente quiso un espacio, lo tuvo por algún momento (Aunque solo sea para tomar café en la mesa, y conversar sobre nuestro país en familia), pero que tristemente ese concepto soberano de todos terminó siendo usurpado por una elite que quiso seguir sometiéndonos. 

Y eso fue lo que cayó mal, que a la larga los chilenos se sintieran utilizados. 

Con el Rechazo ¡CLARO! no hemos ganada nada, más bien hemos castigado a quienes buscaron CAMBIARNOS COMO NACIÓN”.   

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Viernes 18 de Octubre del año 2019. Parecía ser un día normal, donde en cada ciudad la gente salía del trabajo (durante el mediodía) para matar el hambre en sus horarios de colación. Tanto en Concepción como en Santiago fue un día caluroso, típico en primavera. Pero apenas pasaban las horas, algo copaba los medios de comunicación. Tanto en la radio como en televisión se interrumpía la programación habitual, porque algunos incidentes ocurrían en Santiago.  



 
En realidad habían antecedentes previos (días atrás) con manifestaciones convocadas por estudiantes, en varias estaciones del metro capitalino. Esto como consecuencia del aumento de la tarifa, y de ahí viene el famoso lema de los “$30 pesos”. No fue la primera vez que el país experimentaría este tipo de aumento en los precios, pero (de alguna forma) destapó la olla tras largo tiempo de abusos. Lo anterior motivó a las autoridades (Con Piñera de presidente) aumentar los refuerzos para evitar más manifestaciones.

Lo peor vendría después. Muchos desmanes ocurrían en el país, sobre todo con la quema del Metro en Santiago. Escenas que lejos de parecer simples “combos” con “los pacos”, tenían más características de un campo de batalla casi como que Chile estuviera en guerra con algún país vecino. El nivel de violencia era parecido a lo que hoy vemos en Cisjordania, Israel o en el Líbano. Nunca se oficializó en definitiva quienes habrían gatillado este nivel de violencia que por algunas semanas paralizó el país. Para la izquierda, habrían sido los Carabineros en rol de encubiertos (Es una sospecha nada más). Mientras la derecha afirma, que esto habría sido causado por la izquierda y apoyados por gobiernos de dudosa credibilidad (Maduro en Venezuela).      -





 La lectura realista de todo esto, es sobre si el movimiento fue en verdad (o no) espontáneo. Pero hay algo que es cierto, la gente desde su hogar encontró en este episodio su oportunidad para decir sus cuantas verdades acerca de ese poder al cual siempre han estado sometidos (Poder político, poder empresarial, eclesiástico, policial, etc.).

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Viendo el lado más humano de todo este acontecimiento, el Estallido Social fue también una excusa creada en Santiago para despertar reflexiones en todos sus rincones. Puede que en Aysén no hayan ocasionado el mismo nivel de violencia que si ocurrió en la Plaza Independencia de Concepción, pero en cada familia hay dramas de la cual no han tenido otra que “agachar el moño”.

Han pasado 5 años desde el tan manoseado “Estallido Social”, pero las problemáticas siguen, incluso con situaciones que jamás han formado parte de banderas de lucha comunistas (Como la delincuencia). Tenemos la corrupción en nuestra elite, el estrés y los niveles de agresividad, la supuesta doble moral de las policías, la educación de mala calidad, el desempleo, el centralismo, la mala atención en la salud, los pocos espacios para la cultura (o para la juventud), etc. 






 Basándonos en otros estudios, tenemos el presentado por “El Centro de Investigación en complejidad social” (de la Universidad del Desarrollo UDD.) que indica lo siguiente. Las principales preocupaciones de los chilenos serían el aumento de los precios, la inestabilidad política, el bajo crecimiento de la economía, por solo mencionar algunos.

Todo es consecuencia de que los poderes siempre han estado en su zona de confort, tomando decisiones muy llevados a sus ideas. ¿Cual es el gobierno del pueblo? Eso queda en el puro discurso, nada más.


Han surgido así dos adhesiones al Estallido Social, que son de tipo “cercanas” y “lejanas”.

La adhesión cercana se vincula con las militancias políticas, con los lugares donde viven (Santiago particularmente) y el nivel de entusiasmo por ir a las marchas. Gente que desde años apoyaron al iniciativa de “Cambiar el país” (Con la esperanza de que el gobierno acogiera a la gente), inclusivo como una oportunidad de desahogarse sin límite de proporciones. Gente que en algunos casos encajaba con todos esos estereotipos patentados por “los progress woke”: comunidad LGTB, pueblos originarios, feministas, etc. -

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Pero también tenemos la adhesión lejana. Gente que quizás no compartía del todo con el espíritu del Estallido, o gente que incluso se mantuvo siempre en silencio para “llevar la fiesta en paz” (evitar todo tipo de conflicto). Gente que se define como “apolítica”, esos mismos que cada cierto tiempo salen con que “no les gusta hablar de política” ¿mmm? O personas que viven alejados de la Alameda, en regiones, en el campo, en una comuna dormitorio, los mismos uniformados de civil, hasta en las periferias de la misma ciudad de Santiago (Bajos de Mena). Estas personas sin embargo pueden tener mucho mas dramas que los ñuñoinos, gente sin pega, los que juntan los billetes para pagar las deudas, los que deben lidiar con muchos malos tratos, mal clima laboral, falta de oportunidades, de espacios, etc.

Sin embargo, aun con esta aparente lejanía aprovecharon el Estallido Social para conversar del tema con sus familias, aunque sea tomando “oncecita” en la tranquilidad de su campo. Y de allí podemos desglosar otros dos tipos de descontentos, de corte “partidista” y “nacionalista” (mas apuntado a la perspectiva republicana). 




Vean estos ejemplos:


Una señora de 80 años reclama que hay malos tratos de los jovenes a los adultos mayores. Claro, pero eso sería culpa de la gente y no del estado. ¡Perfecto! ¿En que momento el SENAMA ha considerado ese punto? ¿Mmm?

Un hombre de 47 años no encuentra empleo formal, razón para arreglárselas solo cortando leña en el campo. Tiene sólo cuarto medio, y es padre de dos hijas.


Una mujer de 34 años tiene deudas con el Crédito del Fondo Solidario, si bien ejerce como TENS...tiene cuentas que pagar. Esto porque ella vive con su pareja (siendo soltera) en un departamento. 



Otra mujer de 50 años sufre Violencia Intrafamiliar por parte de su marido quien en las noches llega en estado de ebriedad. Y cada vez que llega del trabajo, viene cansada a su hogar. El problema es que su barrio se ha puesto peligroso, tiene temor que desde el paradero al portón de su hogar le pudiera ocurrir algo (Hay delincuentes saliendo pasado las 18 Horas).


Una anciana de casi 90 años padece de Alzheimer, y aunque una hermana menor la cuida gran parte de la semana, tiene el drama de que su esposo ha fallecido tiempo atrás. No tuvo hijos. Obvio que eso también genera un desgaste para su cuidadora.


Un joven de 23 años está caído en la droga. Y aunque trabaja, es literalmente adicto a las fiestas. Aunque en apariencia se le ve feliz, bebiendo mucho, su madre sabe que eso lo ayuda a tapar sus frustraciones. Cuando era mas chico nunca fue bueno para el estudio. Incluso ya padece algunos trastornos….psicológicos. 




Como verán, en todos lados hay problemas. Barrios donde abunda la gente cesante, sujetos expuestos a la delincuencia, al alcoholismo y a la drogadicción.

Rincones lejanos que en invierno están totalmente apartados del resto del país, producto de inundaciones provocados por fuertes temporales.

Familias que tienen entre sus miembros a personas con TEA, niños o adultos. Muchos pueden terminar estudios en la educación superior pero su condición es excluyente para que en Recursos Humanos no los tomen en cuenta (Si es que postulan a alguna oferta de empleo). 

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 Gente que vive en el campo, y quienes no tengan vehículo tienen la dificultad de la locomoción colectiva cada vez que deban salir a la ciudad (A veces los mismos buses tienen problemas de bencina, y quedan en “panne” mientras van en la carretera).

Mujeres que arrancan a otra zona, porque tienen un marido que las agrede. Incluso si los denuncian a la justicia, esos violentos se sienten con el derecho de “vengarse”.

Ciudades que alguna vez tuvieron una importante fuente de empleo (Como Lota), pero tras la crisis laboral o cierre de las industrias ha agudizado el porcentaje de cesantes que incluso afecta a toda la región (Concepción no tiene precisamente muchas oportunidades).

Zonas que se ubican a tres horas de viaje de la ciudad más cercana, lo que genera todo un desafío en aquellos quienes parten rumbo al punto de servicio (Incluso para traerse un televisor LED). Esos pueblos no tienen una gran variedad de multitiendas.   



 Y sólo para terminar. Ruidos molestos de los vecinos. Incendios casuales en las casas. Incendios forestales. Falta de transporte público en algún barrio. Delincuencia. Abandono de ciudades históricas, sin empuje turístico. Falta de comisarías. Falta de áreas verdes. Discriminación étnica. Contaminación en espacios públicos (Basura). Abusos sexuales. Explotaciones denigrantes (Como la Trata de blancas). Falta de cobertura ferroviaria. Sacrificios por una hora médica en la Salud Pública. Zonas de sacrificio medioambiental. Autoridades políticas que atacan, cuando algun concejal los pone en duda en alguna acción. Falta de espacios públicos y abiertos en alguna comuna, como una plaza (Motivo para agudizar el aburrimiento en jóvenes o en los pobres). Falta de espacios de interacción entre los ciudadanos (Punto de contradicción en sectores políticos que se autodefinían como estandartes de la democracia). Falta de almacenes (negocios) en barrios apartados. Mala infraestructura de alguna escuela pública (colegios). Mal estado de algunos caminos rurales, en pleno campo. La baja escolaridad de algunos niños. Las heridas dejadas por la dictadura de Pinochet. ¡En Fin! Así vamos con un largo etcétera, y etc.

Bueno. No podemos terminar este reflexión, destacando una información que vimos el pasado Domingo 13 de Octubre (-2024). Programas de actualidad (en la televisión) daban cuenta de los últimos resultados arrojados por la Encuesta Criteria cuya conclusión fue que LA PERCEPCIÓN NEGATIVAS ACERCA DEL ESTALLIDO SOCIAL AUMENTÓ. Tomen en cuenta que desde el mencionado acontecimiento ya han transcurrido cinco años (2019-2024).

Esta desazón se produjo luego de que esa infinidad de demandas ciudadanas se redujo a algo netamente partidista. Al final la clase política habría usado los problemas de la gente para reducirlo a UN PURO CAMBIO CONSTITUCIONAL (Igual que un embudo. Mucha cosa se redujo a otro asunto más pequeño).     --- 



La ciudadanía se percató que la Convención Constitucional (2021 – 2022) habría marcado su propia pauta, que no era necesariamente representativa de lo que realmente pasaba en la calle. Algunos aspectos artificiales estaban siendo (Según los no-izquierdistas) una amenaza como la instalación de la Agenda 2030, e incluso la Ley de Equidad de Género que a la larga acataba más a las minorías.

No es lo mismo acoger las problemáticas de un “Heterosexual”, que hacer un excesivo eco de los “Trans” (Que por todo el respeto brindad, siguen siendo minoría). Mas allá de todo este conflicto valórico, se ha logrado algo importante y sin imposición de nada como es el respeto espontáneo hacia minorías sexuales, pueblos originarios y personas que tengan alguna condición.

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 Entonces, todas estas pautas instaladas por el “progresismo woke” ha empañado el espíritu bonito que alguna vez tuvo el Estallido Social. Un fenómeno de descontento y de protesta que también es verdad no generó la adhesión de todos, pero fue una oportunidad de reflexionar sobre que tan valiosos éramos los ciudadanos. Si alguna vez el octubrismo tuvo convocatoria, fue con la esperanza de que cada persona acorde a sus capacidades y conocimientos fuera tomado en cuenta para el gobierno, el Estado o las empresas.  



 Todos somos distintos, pero también es verdad que todos podemos poner un grano de arena para el desarrollo y progreso que todos queremos en Chile. La gente quiso un espacio, lo tuvo por algun momento (Aunque solo sea para tomar café en la mesa, y conversar sobre nuestro país en familia), pero que tristemente ese concepto soberano de todos terminó siendo usurpado por una elite que quiso seguir sometiéndonos.  Y eso fue lo que cayó mal, que a la larga los chilenos se sintieran utilizados. Con el Rechazo ¡CLARO! no hemos ganada nada, más bien hemos castigado a quienes buscaron CAMBIARNOS COMO NACIÓN.  -      --

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