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En estos últimos años ocurren dos situaciones. Por una parte, la gran mayoría de las personas buscan a diario percibir el placer (sea saliendo un finde al campo, o lamentablemente también "bebiendo alcohol") y en medio de una rutina algo "violenta" (Porque ya vivir en la ciudad te aísla completamente del relajo). Por otra, se habla mucho de la salud mental pero ante la gran de medicamentos que debe consumir un paciente, se nos olvida a veces la parte humana de cómo podríamos curar los bajones o depresiones.
Es cierto que nadie está obligado a invitar a otra persona a su casa (para tomar once), o que nadie está obligado a darle un abrazo a aquel si no quiere, pero algo de convivencia, contención o contacto fraterno de piel ayuda a calmar los achaques psicológicos que muchas personas hoy padecen, en distintos niveles (cansancio, depresión, estrés, angustia, rabia, resentimiento, tristeza, nervios, paranoia, etc.).
Esta columna fue redactada el Martes 1 de Marzo del año 2022, para leerla ¡Hace click aquí!
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