La clave para entender este punto está en la dicotomía entre la “apariencia”, y lo que el corazón realmente siente (Aun cuando la persona no lo puede desahogar).
Ámbito "superficial" y ámbito "espiritual".
En este segundo semestre del 2022 el canal TVN transmite por las tardes (Desde las 17:20 Hrs, L. a V.) repeticiones de una teleserie lanzada hace 21 años atrás como lo es “Pampa Ilusión”. Una verdadera obra maestra, no sólo por recrear uno de los momentos históricos y “sindicales” mas significativos del Siglo XX en Chile, como lo fue el auge minero del salitre en pleno desierto (Hace ya un siglo atrás). Esta producción también se encarga de mostrar otras situaciones que en su momento fueron “tapadas” por el poder, ¡claro! En los años 30’s sólo se contaba la cara bonita. Pero un sin fin de testimonios recopilados con el transcurso de los años, ha hecho posible montar pasado el 2000 otros detalles que como en la vida siempre han ocurrido.
Pampa Ilusión mostraba la doble realidad (y por supuesto, la fuerte desigualdad social) entre ricos y pobres, incluso al interior de una oficina salitrera. También mostró el excesivo machismo que había a inicios del Siglo XX, la discriminación socio-económica (y el menosprecio a la gente mas humilde), el valor con que las primeras mujeres feministas debieron defender su idea ante un clima bastante intolerante a los cambios, el abuso de poder desde lo erótico cuando un “macho” rico y poderoso lograba seducir a una joven “pobre” para luego dejarla embarazada (y después lavarse las manos, sin querer hacerse cargo), la forma de como algunos se privaron de ser felices por continuar en la zona de confort, la prostitución, el matonaje, las ordenes incuestionables de un “gran señor”, el analfabetismo e incluso la condena social a aquellas personas quienes siquieran intentaran hacer cursos de lectura a mujeres (el sector mas privado de la educación), etc.
En esta serie tenemos dos casos de mujeres algo tristes en sus propias relaciones conyugales (Aunque una era más cohibida que la otra). Tenemos el caso de Isidora Fuenzalida (Protagonizada por la actriz Francisca Imboden) quien se había casado con Eulogio (Protagonizado por Alfredo Castro), convencida que su primer marido con quien contrajo matrimonio antes había muerto en un barco mientras navegaba por los oceanos a otros continentes. De repente se aparece Melchor (Álvaro Morales), y a partir de allí Isidora empieza a cuestionar su matrimonio con Eulogio, aunque jamás sintió nada por este “personajillo especial”.
El otro caso más dramático (y mas triste) es el de Carmencita Montes, protagonizada por la actriz Antonia Segers. Esta última es una joven de aproximadamente 25 años, quien también forma parte de la aristocracia salitrera en la oficina de Humberstone. Sus padres tuvieron contacto con la Familia Fuenzalida Jorquera (Sus pares de la misma clase), allí acordaron un matrimonio entre Carmencita y el joven Ricardo. Si, fue una relación conyugal únicamente por conveniencia.
Pero de repente llega al norte un joven ingeniero proveniente de Santiago a trabajar en esta oficina salitrera. Estamos hablando de Maximiliano Subercaseaux (Protagonizado por el actor Ricardo Fernández) quien apenas pisaba el desierto conoce a Carmencita, hija de uno de sus jefes. Allí hubo “amor a primera vista”.
Con el correr de los días Carmencita se empezó a sentir atraída por Maximiliano, recién conocía lo que era verdaderamente el amor. Aunque de principio tampoco le tuvo mala a su prometido, Ricardo. Pero sin duda que los dos pretendientes de la joven eran totalmente distintos, mientras Maximiliano era un completo caballero Ricardo era algo más troglodita.
El prometido legal de Carmen siempre contó con apoyo para poder concretar el matrimonio arreglado (Tanto por parte de sus padres, como de los suegros), incluso cuando hubo un momento que pudo haber trancado aquello. Pues Ricardo como buen mujeriego y vividor tenía una amante, éste engatusaba a Libertad (Protagonizada por la actriz Daniela Lhorente) que era una hija de minero. Ilusionó a la pobre chiquilla con que no sentia nada por Carmen, y que su verdadero era ella. Pero bien sabíamos (Quienes vimos la novela) que el fresco de Ricardo sólo quería pasar el rato con “la china”. Un hombre rico seducía a una “ingenua” de los sectores bajos.
Varias situaciones de índole superficial y jerarquizada (Normas propias de estas castas) aumentaron el sentimiento de incomodidad en Carmen. Ella tuvo dos respaldos en la familia, personas que también fueron algo pisoteadas dentro del mismo círculo aun conservando privilegios económicos ya sea por autodefinirse feministas (Clarita, su hermana) o por ser la hermana solterona “perkineada” (La señora Amanda, su tía). Varias noches Clara a escondidas tuvo que hacer de guardaespaldas de Carmen para poder reunirse con su verdadero amor, Maximiliano.
Incluso, para que el machismo manejara sus intereses bajo control, se acudieron a dos chantajes para acorralar emocionalmente a Carmencita. Su padre fingió un paro cardiaco, justo cuando la joven había tomado su decisión de irse y partir a Santiago junto con Maximiliano. También la hicieron quedar por “loca”, dopandola, drogandola y encerrándola en su propio dormitorio (Allí entre despierta y dormida, sorprende a su prometido Ricardo besandose con Libertad frente a sus narices). Esto último es lo que se conoce COMO UNA CÁRCEL DE ORO, una joven de la aristocracia prisionera y totalmente privada de sus decisiones con “comodidades” en su alrededor (Carmen no era feliz).
Ricardo tenía la completa protección de los “Grandes señores” (De sus padres y suegros), quienes incluso lo defendieron cuando los humildes padres de Libertad (Un minero y una sirvienta) se le acercan a Don Emilio y Doña Mercedes, padres del “machito”, contándole de la gracia que éste gozador hacía con su hija….Libertad, cuando ámbos se acortejaban y se besaban en la cama matrimonial de los obreros.
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