El Refugio: Un rincón típico de Cerro Verde Bajo (Penco), que además cuenta con dos interesantes anécdotas

                                                                     

Caleta El Refugio, entre Penco y Lirquén (Por la costa)

 Desde el punto de vista netamente turístico Penco ha cambiado su cara, desde que Victor Hugo Figueroa asumiera como alcalde en el 2012 (Y ya una década después, aun continúa en el cargo).  

Pero antes de aquello éste mismo político ya se propuso trabajar por recuperar el valor patrimonial de la comuna, pues siendo concejal ya aparecía como autor de dos publicaciones históricas (Una de ellas: “Crónicas de Penco”).    

            Ha habido logros, que cambiaron positivamente la imagen de este lugar y para el resto de Chile. Si en el 2005 era solo un patio trasero mas de Concepción, ahora ya no lo es, y junto con Tomé Penco también pasa a ser un referente muy importante en el borde costero norte de la intercomuna.

           

Como el patrimonio es muy importante, también es justo destacar que aun existen puntos típicos en la comuna. Hablamos quizás de una de las postales costeras más tradicionales de las playas penquistas, aunque a lo mejor no muy difundido mediáticamente. Hablamos de la Caleta El Refugio, una picada de mariscos aun vigente entre Penco y Lirquén.     

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            Hoy El Refugio es un punto muy concurrido por personas que vienen a comprar los mariscos más frescos. Allí podemos ver que se venden (y se ofrecen) varios productos típicos como lo son las cholgas, las machas, el jurel, piures, y nunca faltan los vasos de ceviche, por solo mencionar los que están más a la vista.   

              

El Fundo Coihueco (Penco)
Al interior de este sitio se ubica otro punto típico de la comuna: 
El Tranque. 

Hemos dicho en reiteradas ocasiones que el pencón (como es su idiosincrasia local) tiende a valorar cada uno de sus rincones, incluso no teniendo el Glamour turístico que quisieran. Piensen que la gente de esta comuna por décadas ha patentado el Fundo Coihueco como si fuera su propio parque, y digámoslo…la masiva o mediana concurrencia de gente a ese lugar ha propiciado que con el tiempo sea un paseo realmente hermoso (en cada fin de semana). Tenemos también la Desembocadura del Rio Andalién, que aun con su aspecto gris, atrae a mucha gente todas las tardes. Pero uno deduce igual que el 90% de quienes caminen en esos lados son pencones. ¡Bien! Con este punto de venta de mariscos pasa exactamente lo mismo, siempre hay mínimo un par de autos estacionados cada tarde (o si no, mas vehículos).     

Y lo mejor de todo, el mar está al lado. ¿Se puede ver el atardecer? ¡Si! Pero si no eres de allí, ¡como consejo! no es muy recomendable que te quedes tan tarde en ese sector, aun con la locomoción colectiva que allí transita o con la cantidad de iluminaria pública en las noches.

Sin embargo, este sector tiene dos historias muy anecdóticas. Hasta la década del 80’ fue un balneario mas de Penco (Pero lamentablemente hoy ya no queda nada de eso, aun así vecinos del sector recuerdan con mucha nostalgia ese lindo pasado de la entonces Playa El Refugio). También operó cerca de esta caleta una de las dos minas carboníferas que allí funcionaron hasta la década del 50’s aproximadamente. 

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La Vieja playa de El Refugio
Esta imágen dataría del año 1980,
aproximadamente 

LA PLAYA EL REFUGIO (Q.E.P.D)

El Refugio fue quizás una de las mas bellas playas que tenía la costa pencona, y al menos hasta los años 70’s mantuvo un entorno 100% natural (A lo mejor fue parecida a otros rincones como Ramuntcho, Tumbes o Punta de Parra). Así al menos lo muestran las fotos. 

Quienes viven (o vivieron) en El Refugio aun recuerdan con nostalgia ese bello pasado. Mas de alguno porta en su casa algún retrato antiguo de lo que fue esa playa hace medio siglo, y el ícono mas representativo del Antiguo El Refugio fue el Cerro La Tosca (Que pasa a ser ¡algo asi! como un morro, que encabezaba una península pequeña en la costa). Sin duda que los vecinos recuerdan con cariño ese cerrito, pero hoy tampoco queda nada de La Tosca.

Ese morrito formaba parte del antiguo paisaje natural que tenia (y adornaba) la vieja playa de El Refugio. Varias fotos antiguas dejan en evidencia que para cada verano mucha gente concurría a disfrutar de este lugar. Quienes somos Millenials, y quizás no tengamos recuerdo de lo que fuera ese balneario, nos imaginamos que debió haber sido un muy hermoso lugar.

Apenas iniciado el período de gobiernos de la Concertación (Es decir, desde los 90’s hasta la fecha) la empresa del Puerto de Lirquén que hasta ese momento sólo tenía un muelle empezó a expandir sus terrenos. Ahora esta gran empresa portuaria ya cuenta con dos muelles. Y sí, el puerto ocupa el terreno donde alguna vez estuvo La Tosca.

Hasta antes del Terremoto de 2010 aun quedaban rincones de lo que fuera la vieja playa, pero a raíz del daño que dejó la ya mencionada catástrofe sísmica técnicos de obras públicas, que realizaron trabajos de reconstrucción, terminaron por eliminar lo poco y nada que tenía de playa, colocando unas cuantas rocas entre el mar y la calle (Donde en el lugar hay un patio para guardar botes).

Aunque en el sector de La Poza (Donde hay poblaciones entre esta caleta, y la costanera de la calle Central) aun hay pequeños pedazos de arena que colindan con el mar. De todas formas llegar allí requiere entrar por algunos pasajes vecinales (Allí hay una casa del Alcalde de Mar, algo desvalorizada ahora en el quehacer comunal), pero el terreno de playa es bien pequeño y diminuto la verdad.

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¡Usemos un poco la lógica!
Si el pueblo de Lirquén ya existía en 1850 (Según lo narra la
historia), lo lógico es que ya en el 1900 hayan algunas manzanas
(o cuadras) en esta localidad. Esta foto antigua muestra apenas
tres casas, considerando que la fotografía recién se masifica
desde la década del 1890. Por lo tanto, esta foto habría sido
tomada después de 1914 en adelante.
Este lugar es El Refugio, fijense además en los cerros
que se pueden apreciar al fondo de esta imágen
(Eso huele a.....Lord Cochrane, Villa Italia, etc.) 
Ah, vean el ramal de ferrocarriles en esta foto, si bien el servicio
ferroviario llegó a Penco antes del 1900 recién se extendería a Tomé
desde el año 1914. 

LA MINA EL REFUGIO

Tanto Lirquén como el sector El Refugio tuvieron auge minero, durante 100 años entre el Siglo XIX y la década del 50’s. Varias fotos antiguas muestran un campamento minero que estaba ubicado en lo que pudiera denominarse Zona de Trabajo (o Carbonífera), posiblemente en todo este plano que hoy ocupa el Puerto de Lirquén y a la altura de Población Baquedano (Subiendo a Cerro Verde Alto).  

En ese mismo punto, ya por Camino Viejo casi subiendo hacia el sector Mejoreros, podemos ver que hay un viejo ramal de ferrocarriles doblando hacia este punto privado ya mencionado. Pensemos que el trén llegó desde aproximadamente el 1914 a Penco, fecha en que efectivamente funcionaron las minas del carbón. Por lo tanto, a inicios del Siglo XX era super común que hubiera una ramificación de los ramales ferroviarios hacia los polos industriales de la época, como también pasaba en Lota y en Coronel donde las líneas entraban a los entonces recintos mineros.

Ya asumiendo que con los años dejaran de funcionar las minas, la Municipalidad de Penco suele publicar fotos antiguas tanto del sector céntrico como de los alrededores vecinales (o poblaciones). Por ejemplo, en uno de los calendarios que regala la municipalidad hay una fotografía de los años 60’s que muestra de lejos el antiguo camino que por el interior conectaba a Penco con Lirquén, cuando fueron dos pueblos totalmente distanciados (ahora no lo son). Hace más de 50 años lo que hoy se conoce como Camino Viejo Los Olivos era una ruta angosta aunque solitaria, igual con algunos puntos ya poblados en Mejoreros y Victor Ortaly. Otros puntos como Corhabit o Lomas de Penco no existían.

Y muchos de quienes vivieron en este sector (años atrás) indican que el barrio Mejoreros tuvo un origen histórico muy vinculado con las antiguas minas del carbón que habían en El Refugio.

Por último, este blog cuenta también con una entrevista hecha (en el año 2014) a un hijo de esta tierra, claro que el dialogo se dio bajo el contextode su lucha personal  por autogestionar un museo de fosiles en la Ex Estación de Penco, hoy Casa del Adulto Mayor. ¿Y eso que tiene que ver? ¡Se preguntarán ustedes! 

 En su pasado juvenil, Juan Carlos contó que la vida de los mineros en El Refugio fue muy dura. Contó que fue agredido violentamente por su padre biológico, posiblemente por el color de su tez (moreno) ya que para su progenitor los regalones eran quienes nacieron con piel mas clara, tildándolos de bonitos. También narró que el padre habría sido muy cruel con su madre (La triste y lamentable Violencia Intrafamiliar, que quizás en tiempos pasados fue mucho mas permitido o normalizado), siendo capaz de encerrar a toda su familia cuando el jefe de hogar andaba de mal humor. Aunque recordemos que el mismo escritor lotino Baldomero Lillo (Autor de Sub-Terra) daba fe que entre los mineros, el machismo era pan de cada día.

Por último J.C. Flores cuenta que muchos de los mineros como no han tenido la oportunidad de educarse (Y como han tenido una vida muy sufrida bajo la superficie), solían ser algo envidiosos si alguien de su entorno lograba salir adelante. Y si, muchos todavía notamos que en el bajo mundo hay ataques (por muy indirectos que sean) cuando uno de sus pares tiene al menos acceso a la educación.  

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LA COSTANERA DE LA CALLE CENTRAL 

Por último queremos hacer mención de otras de las postales que tiene Penco, como alternativa para salir a pasear. Aunque claro, si bien esta costanera está algo más alejada de lo que es Caleta El Refugio pero éste es el camino que conecta al ya mencionado rincón costero con el centro pencón.

La Calle Central es en rigor la arteria más importante del sector Cerro Verde Bajo, y esta costanera es el primer tramo para quienes vienen saliendo de Penco (Cruzando la línea del tren, cerca de la cancha Gente de Mar. Un rincón ideal para los amantes de la bicicleta, o de la simple caminata. La Vereda es muy ancha, y por eso este es lugar es idóneo para un tranquilo paseo. 

 Si bien transitan por el lugar dos líneas de taxibuses, pero son las llamadas “Micros chicas” o “micros tranquilas” porque tienen fama de transitar a muy baja velocidad (Esto en comparación con las otra flotas aceleradas que suben a C.V.Alto). Así que la calma está totalmente garantizada si lo que busca allí es caminar junto al mar.

Igual hay algunos elementos típicos que apreciar en este rincón. ¿Dijimos en algun momento que en parte del mar pencón es posible ver cisnes? Bueno, justo allí en la costanera de Central hay un bloque de hormigón apegado con algunas rocas, y allí es posible ver a varias especies de aves (Además de los cisnes, se pueden ver algunos pelicanos). 

Por último, y ya que este texto hablaba de una picada de mariscos como lo es Caleta El Refugio, también es posible ver a mucha gente mariscando ¡aquí! a la altura de esta costanera. Algunos de los productos que allí se recogen son luche, cholgas, caracoles, machas y almejas. Otro punto donde la gente también va a mariscar es en las rocas que se ubican al lado del Muelle Cosaf, entre la Desembocadura del Rio Andalién y Playa Negra.   

Si aun andas con ganas de pasear por los rincones de Penco, te contamos que desde esta misma costanera hay un cruce peatonal (una escalita en realidad) que te conecta con otro de los atractivos modernos inaugurados en la última década. Así es, desde esta costanera en calle Central también puedes subir hacia el bello y amplio Mirador Paseo Los Pinos, donde en cada atardecer podrás ver los más maravillosos paisajes de la costa pencona.