La segregación del Biobío, vendida como un avance en la descentralización, se revela como una mera ampliación burocrática que, lejos de solucionar problemas, ha generado desarraigos y precariedad en sus comunas periféricas.
LA VOZ DE LA GENTE
La Paradoja de la Conectividad
El caso de Coelemu es la prueba más clara. A 113 kilómetros de su capital regional, Chillán, la comuna se encuentra, en la práctica, a una distancia mucho mayor de lo que el mapa político indica. En contraste, Concepción, capital del Biobío, se ubica a solo 58 kilómetros.
La infraestructura vial subraya esta realidad: la mejor locomoción colectiva y la vía más expedita para los coelemanos sigue siendo la que conecta con el Biobío, gracias al atajo a la Autopista del Itata. La dependencia histórica y funcional de Concepción no desapareció con el nuevo trazado administrativo. Los vecinos buscan la mejor atención en salud y la mejor conexión para su vida diaria, realidades que los empujan hacia el Gran Concepción, no hacia Chillán.
Lazos Históricos y Funcionales con el Biobío
El deseo de Coelemu de volver al Biobío no es solo logístico, sino que tiene profundas raíces históricas y sociales. El vínculo con Tomé es innegable, con una historia compartida de poblamiento y un flujo constante de veraneantes que escapan de los valles interiores hacia la costa. Esta conexión se remonta al antiguo Departamento de Tomé del siglo XX, al que Coelemu perteneció.
A este clamor se une Quillón, tradicional balneario de laguna del Gran Concepción. Los penquistas mantienen allí sus segundas viviendas, y la afinidad cultural se evidenció en el fútbol cuando el Club Deportes Quillón, para un partido de Copa Chile 2024, prefirió inicialmente el Estadio Ester Roa Rebolledo de Concepción por sobre el Estadio Nelson Oyarzún de Chillán, una bofetada a la soberanía regional recién estrenada.
Y recuerden también que para los veranos del 2024 y 2025 Deportes Quillón competió en dos versiones seguidas de un torneo de pretemporada como fue el "Octogonal del Bio Bío", siendo éste el único equipo de la Región de Ñuble en competir con rivales de la vecina región penquista (o biobana, que es el gentilicio de dicho lugar).
¿Una Región para la Burocracia?
La Región de Ñuble es, hoy por hoy, una de las regiones más pobres del país. Las críticas sobre su creación como un pretexto para aumentar los funcionarios públicos ("apitutados políticos") resuenan fuertemente al observar la realidad de sus comunas.
El diagnóstico es severo: la descentralización prometida no mejoró la calidad de vida de los habitantes de comunas como Coelemu. Por el contrario, la mala salud pública y la dependencia de Chillán para trámites, sumadas a la mala conectividad, exacerbaron las carencias. La nueva región parece haber privilegiado los intereses de una élite administrativa concentrada en Chillán, dejando a la deriva a las comunas que miran naturalmente hacia el centro económico del Biobío.
El clamor de Coelemu y Quillón es la voz de la razón geográfica, histórica y económica. Si una segregación territorial no logra mejorar la vida de sus ciudadanos, sino que los condena a mayor precariedad y desarraigo funcional, su existencia carece de sentido. Coelemu y Quillón deberían volver a formar parte de la Región del Bio Bío, ya que es allí donde se encuentran sus polos de desarrollo, su mejor conexión y su historia compartida. Es imperativo priorizar la eficiencia en la gestión territorial para el bienestar de la gente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario