Durante la tarde del Martes 26 de Diciembre (2023) el medio penquista “Sabes.cl” publicó una noticia triste y lamentable, acerca de que un ciudadano venezolano perdió la vida tras ahogarse en el Rio Bio-Bío, específicamente en la Playa Desembocadura. Toda tragedia es una mala noticia, pero también nos hace un llamado a la reflexión. En concreto, durante los últimos 27 años siempre ocurren hechos de este tipo en ese lugar y ahora podemos confirmar que eso es simplemente producto de la irresponsabilidad.
Tiempo atrás tuvimos la oportunidad de hacer otra publicación acerca de esta playa, que por un lado está rodeada de naturaleza y eso hace de que siga siendo hasta hoy un referente turístico cercano a Concepción. Pero también hicimos mención allí de la cantidad de personas que perdieron la vida, de igual manera fuimos testigos de como algunos se bajan del auto para cargar en sus manos una rosa o un clavel (flores) hasta el punto donde tienen instaladas las animitas, recordatorios de que aquí sus seres queridos murieron.
La playa de la Desembocadura está llena de animitas.
Y sobre todo, que las olas en este lugar siempre han sido peligrosas. La gente viene únicamente para escapar por algunas horas del bullicio urbano pero el mar es bastante bravo. Aunque también ha habido casos de personas que perdieron la vida por “mojar sus patitas” en el rio, y eso ocurre muchas veces producto de calambres (Después de disfrutar un rico asado con familiares, en un rato de picnic).
Mientras las Redes Sociales se encargan de acentuar dichos detalles, lo propio hacen los encargados del “Parque Museo Pedro del Rio Zañartu” (quienes también administran la Playa Desembocadura) al colocar letreros advirtiendo….que el mar es peligroso y por esa razón no está apto para el baño. Por lo tanto, las menciones comunicacionales están. ¿en verdad quienes insisten en bañarse no están conscientes de los riesgos que allí corren?
Es en verdad inédito el caso, y más encima no es una tendencia reciente. La porfía viene ocurriendo año tras año, hasta medios de comunicación publican noticias sobre este tipo de tragedias. ¿Ni siquiera las animitas en la playa ponen en alerta a la gente?
Sin duda es un caso bastante hipotético, a veces digno para un estudio de psicólogos y psiquiatras. Ahora, como la salud mental en Chile está pasando por momentos críticos...no debiéramos tomar a la ligera cuando la depresión o la frustración conllevan a suicidios ¡Nunca se sabe! Pero esta osadía también sería parte de una “choreza” de nuestra raza. Incluso por "confianzudos" porque aunque el familiar de al lado le recuerde que muchos murieron en la playa, este tipo de turistas jura que por 5-10 minutos en el río no le pasaría nunca nada. En la confianza está el peligro. ¡Cuidado allí! Esas serían las posibles razones.
Siendo objetivos, claro está que no es la mayoría de los veraneantes quienes tuvieran costumbre de cometer su “auto-suicidio”, sino más es un grupo minoritario de transeúntes quienes en su inconsciente buscarían (quien sabe) desafiar el mar. En todo momento las olas generan ruido e intimidan. La única justificación para cometer aquello sería que el veraneante provenga de otra zona del país, sospecha que igual se pone en duda considerando que hasta el mismo Sernatur (al elaborar sus trípticos y afiches turísticos) advierten acerca de la peligrosidad de las olas.
Finalmente, y pensando muy sensatamente en la seguridad de cada veraneante, la prohibición no está instalada precisamente para amargarle las vacaciones a la persona sino que (simplemente) para que ésta no tenga novedades trágicas al momento de retirarse del lugar ¡Eso es todo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario