Como que igual la fiesta de “Halloween” se está desperfilando un poco: En 2023 se está convirtiendo más en una fiesta “de grandes” (al menos en Chilito)

 

Antes del 31 de Octubre solíamos hacer “tallas” de esta tenebrosa celebración, con orígenes celtas y patentado comercialmente por los estadounidenses. Aunque debemos frenarnos un poco, lamentablemente han ocurrido hechos delictuales en la madrugada del 1 de Noviembre (que era la noche de Halloween, pasado medianoche). Es que el discurso gringo de toda esta “vaina” era que los niños debían pedir dulces o travesuras disfrazados como personajes del terror, mezclando algo de contingencia porque la inseguridad sigue siendo un preocupante cáncer en Chile.

Ahora, horas después de dichas celebraciones ha ocurrido una anécdota bastante llamativa en Redes Sociales. ¡Cuento corto! Quienes más se sumaron a esta fiesta tenebrosa fueron los “grandes”. Grupos de amigos, cuya edad va pasado los 20’ años, quienes se juntaban en un departamento para compartir sus “copetes”. En Instagram han aparecido personas que han subido y compartido fotos, disfrazados como algún personaje de “Los locos Adams” (Icónica serie gringa de los 60’s-70’s) mientras tomaban (con una mano) su copa de whisky y si vivían en departamentos no faltaba la panorámica nocturna.   

Incluso otras personas ya más cuarentonas también se sumaron a la fiesta (disfrazándose, y transluciendo así "su niño interior"). En conclusión, los adultos suelen ser mas entusiastas con esta “noche de brujas”. 

Mientras que los niños ya mas sedentarios, están saliendo menos a la calle para pedir dulces. Si hasta el Presidente Gabriel Boric estaba regalando dulces desde su residencia en Barrio Yungay (Santiago), aunque en plena luz del día (Serían como las 19 horas aproximadamente, sacando por lógica). 

Bien por un lado que “Halloween” convoque más a los grandes que los chicos, pues con los índices de inseguridad que tenemos no es prudente exponer a un grupo de niños salir disfrazados. Considerando que de los hechos delictuales ocurridos en esta fecha las víctimas eran justamente “adultos”. Ahora, si un regalón quiere salir a festejar la festividad debe ¡si o si! ir acompañado por su padre. Se entiende que si son inquietos tienen muchas ganas de explorar el mundo, pero cuando a altas horas un drogadicto anda sediento de “pasturry” (pasta base) sus impulsos no lo frenan a la hora de buscar “la monedita” donde sea.  Ahí ocurre gran parte de las peores tragedias.                

 Sólo para concluir. Está claro que esta festividad anglo-sajona es una excusa de los “grandes” para relajarse tras días de pega si es que al otro día viene un feriado, o bien para “pegarse” sus tragos al seco. Muchos carretes se hacen gracias a Halloween, y las discos en Santiago sacan harto provecho. Pero esto también está siendo reflejo de lo que es esta celebración en la cultura latinoamericana. Piensen un poco, esto es sólo una “chiva” para tomar copete y basilar un rato ¿Cierto? El espíritu celta del “noche de brujas” es lo que menos le interesa. Todo pasa porque muchos chilenos no sienten cercana esta celebración, que recién en los 90’s comenzó como un experimento comercial tras largas décadas viendo “monitos animados” donde ya los estadounidenses difundían a sus televidentes latinos lo que para ellos es la noche tenebrosa en cuestión. No es parte ni siquiera de un rito nativo (indígena). Va contra el ADN de nuestra gente, y el criterio es netamente consumista.

Entonces cuando en Estados Unidos vean que aquí sólo es celebrado por jóvenes y adultos, ¡quedarán patas para arriba! Ese es el rollo de los gringos ¡nada más!, pero sin querer se está desenmascarando un anhelo oculto de “soberanía” en (nuestra gente) y que al final involucra A NUESTRA IDENTIDAD (CHILENA O LATINOAMERICANA).