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jueves, 26 de octubre de 2023

Especial DÍA DE LAS IGLESIAS EVANGÉLICAS: ¿Fábula o no? Esta es la fascinante historia del credo mormón

 

Cuando se conmemora cada año el Día de las Iglesias Evangélicas en realidad hacemos referencia a lo que comúnmente podría denominarse “Congregaciones tradicionales”, llámese “metodistas”, “pentecostales”, “wesleyanos” o “adventistas”. Aunque en Chile también tenemos el hábito de incluir en este mismo rango a otros credos muchas veces caricaturizados (por la forma de como los misioneros van a predicar en mañanas de sábado o domingo), comunidades mal llamadas “sectas” porque en realidad no lo son como “Testigos de Jehová” y “Mormones”.  De estos últimos hablaremos. 

Como bien diría el cantante Ricardo Arjona, en su canción "Jesús verbo, no sustantivo"
"EN ESTE MUNDO HAY MÁS RELIGIONES QUE NIÑOS FELICES".


Quienes no forman parte de la iglesia mormona tienen las siguientes referencias sobre este credo: misioneros americanos (gringos), capillas multiplicadas en todas las poblaciones (¿En que pueblo no hay una iglesia mormona? ¿No cierto?), multicanchas deportivas (para jugar basquetball y baby-fútbol), cocinas, auditorios, salas de catecismo, cursos de inglés, actividades para la comunidad, etc. ¡Bien! Mas allá del estigma que tienen sus misioneros, no podemos negar que ellos siempre están abiertos a escucharte cuando en tu rutina quieres hablarle a alguien ¡y no tienes con quien pues! Ahí están ellos para invitarte a su congregación, entre medio de todo el relato que hacen….te encuentras con algo camufladamente fascinante. 

Se trata del por qué ellos como mormones se diferencian mucho de los evangélicos y católicos, cuando se supone dicen creer en la doctrina de Jesús (Popularmente conocida como “La palabra de Dios”). 



Contextualicemos este punto. Esta comunidad oficialmente se llama “La iglesia de Jesucristo de los Santos Últimos Días”, y comúnmente nosotros los chilenos les llamamos “mormones” en relación al título que tiene uno de sus libros sagrados llamado “El libro del mormón”. ¡Bien! Ya que los intelectualoides (de esos que “critican” porque en Chile leemos poco) se quejan siempre de que en las librerías se le agrega un impuesto por cada novela, ¿no cierto? Pero pasa que “El libro del mormón” debe ser (en una realidad totalmente contraria) bastante menospreciado como obra, pues los misioneros siempre tienen la buena onda de regalarlo ¡y casi nunca se paga por leerlo! Pero siendo realistas son bien pocos quienes se toman el tiempo de hojearlo. 

Nos imaginamos que en cada casa deben haber uno o dos ejemplares de este librito, ¿si o no?



 ¡Ahora sí! 

Por lógica sabemos que la iglesia mormona fue fundada en Estados Unidos, a inicios del Siglo XIX (1830). Justo en una época de cuando las iglesias protestantes tuvieron bastante auge en dicha nación norteamericana, mas aun con los tiempos de la Guerra Civil o de la “Recesión” (1861-1865) cuando los Estados Confederados (Ubicados en torno al Golfo de México) tuvieron una fuerte carga ideológica con estas comunidades muchas veces clasistas, machistas, racistas, esclavistas y no muy partidaria de “derechos sociales”. Curiosamente sus orígenes serían bastante fascinantes según los relatos de los misioneros, fue fundada por “Joseph Smith” quien fue en sus tiempos de juventud un ciudadano estadounidense del montón, criado por una familia bastante cristiana. Se dice que el chiquillo habría estado buscando una iglesia a la cual pertenecer, se le notaba demasiado su necesidad espiritual que incluso llegó a sentirse defraudado de las que ya habían en su barrio.

Se dice que el joven habría visto una visión de un ángel llamado “Moroni” quien le avisaba de un tesoro escondido en un bosque. En realidad eran unas escrituras bastante milenarias que conformarían “El libro del mormón” ¿Pero que es en realidad esta obra? Sería una especie de tercer evangelio que estaría oculto por miles de años, y que habría sido escrito por apóstoles desconocidos (y no reconocidos) por el resto de las comunidades cristianas. Dichos objetos habrían sido protegidos por pueblos originarios norteamericanos incluso antes de la colonización de los británicos, y con la presencia de “Mormón” (Padre del angel Moroni). Así tal como lees, la palabra “Mormón” sería inspirada por el nombre de ese otro ángel. Un dato no muy conocido.



Dichos escritos habrían sido redactados por pueblos que habitaron América, no solamente “indígenas”, sino que otros pueblos cristianos del Medio Oriente que habrían venido a este continente antes que el mismo Cristóbal Colón. Así de fascinante, sea ficción o verídico. En concreto, se dice que en el 600 antes de Cristo (a.C.) el grupo “Lehi” habría salido de Jerusalén navegando hacia, lo que los mormones denominan, “las Américas”. Con el correr de los siglos sus descendientes se separarían. 

Esto se suma a otra creencia de que Jesús se habría aparecido en este continente tiempo después de su resurrección ante sus discípulos en Jerusalén. Si no cree este relato, vaya a cualquier iglesia mormona (de su sector) y se dará cuenta que en un pasillo al interior está el retrato de Cristo sobre las pirámides mayas.



Sobre esto último, pongámosle algo de lógica. Cuando uno le pregunta a cualquier obispo mormón si es que acaso ellos tienen evidencias o documentos que pongan en registro la presencia de Jesús en América Central.
¿Sabe la respuesta que dan? Que ellos como comunidad se basan en la fé, no precisamente en la ciencia.
¡Saque sus conclusiones!

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