El lugar tiene casi 100 años, ya que funcionó como un centro de ayuda social a lactantes (hijos de familias mineras) desde 1928.
Junto con otro monumento como lo es la Casa del Desayuno Escolar (Ubicado al frente de la plaza, en Lota Bajo) corresponden a edificaciones ligadas a la gran industria minera que operó en los siglos pasados, y fue obra de lo que fuera la Compañía Carbonífera industrial de Lota (La que mediante su Departamento de Bienestar ejerció una importantísima labor de medicina preventiva).
El concepto “Gota de leche” fue un nombre dado a las instituciones creadas para remediar problemas de desnutrición y también de alta mortalidad infantil (Una triste realidad que fue muy comun a comienzos del Siglo XX). Esta iniciativa fue una replica de otras instituciones que años antes (En los 1890’s) ya funcionaron en Europa. Fue en décadas anteriores un anexo al recinto hospitalario (De eso detallaremos mas adelante) siendo la primera Gota de Leche que no pertenecía al Patronato de la infancia. Finalmente la iniciativa formó parte de un proceso republicano que ya desde los años 20’s se conoció como “Estado de bienestar”, donde los gobiernos estarían más comprometidos (en el discurso claro) con las realidades sociales de nuestro país.
En resúmen, el Edificio Gota de Leche es un inmueble en conservación y en días habituales no suele abrir sus puertas para la comunidad. Incluso, para el Día del Patrimonio tampoco es uno de los lugares mas visitados ya que gran parte de las actividades se desarrollan en otros rincones como Lota (Parque, museo, mina Chiflón del Diablo, Teatro ubicado al frente de la plaza Lota Bajo, etc.).
ALGO MÁS EXCLUSIVO: Al fin del caminito hemos descubierto lugares que NO SON PARTE DEL RECORRIDO PATRIMONIAL
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Ya saliéndonos de este antiguo lugar seguimos por este camino angosto hasta encontrarnos con dos lugares interesantes que curiosamente no son parte del recorrido patrimonial. Hablamos del Ex Hospital ENACAR, y también de un mirador ubicado justo al frente.
Literalmente cuando termina el camino nos encontramos con un edificio abandonado, que pese a los más de 25 años de haberse cerrado la mina (-del carbón) sigue conservando la fachada propia de un hospital, con su entrada, sus dos pisos y ventanales. En todo este tiempo no hubo arreglos ni modificaciones, aunque si se nota descuido y deterioro. Curiosamente la gente no lo usa como un basural y ese es un punto bueno.
Hoy el hospital de la comuna se ubica en el sector de Lota Bajo, todo hace presagiar que este rincón habría atendido a los mineros quienes antes se atendieron con su respectivo sistema de salud. Recuerden que ENACAR es la sigla de Empresa Nacional del Carbón, donde las minas fueron propiedad del Estado.
Ocasionalmente algunos jovenes (incluso menores de edad) llegan al lugar para conversar, pololear, compartir, o simplemente consumir algo (beber, fumar, etc.) pero siempre en completa paz. Aunque por ser un rincón apartado podría ser algo peligroso, más aun cuando no hay mucha iluminación en la noche. El aspecto del lugar es lúgrube, y eso da para preocuparse.
Un último detalle, a este edificio no se puede entrar porque está todo tapado con tablas y planchas oxidadas de zinc. Tampoco hay gente resguardando el lugar, esto pese a que la entrada al callejón es una oficina municipal.
Al frente de donde se ubicaría la entrada de este abandonado y viejo hospital minero, se ubica un interesante mirador. Este punto se distancia de otro rincón donde está el Parque de Lota mediante una quebrada que los separa (Y allí en dicho caminito inferior hay un sendero que nos lleva a un bosque escondido, que tiernamente lo bautizamos como “El parque de los pobres”, porque a los ya conocidos bosques del Isidora Cousiño hay que pagar entrada pues).
En la vista podrás notar un aspecto casi tropical, ya que esa quebrada del frente está igualmente cubierta de arboles frondosos. La anécdota es que no puedes captar por completo una panorámica de la ciudad, porque varias colinas y edificios tapan la vista de Lota Bajo. Aunque si al otro lado tienes el Parque de Lota, y allí vivieron los Cousiño hasta los años 30’s, esa era la forma que antes tenía la aristocracia para hacer su vida “lejos de la gallada”.
Y sólo a modo de sugerencia, tanto el Ex Hospital ENACAR como ese mirador podrían ser recuperados, para conformar un paseo en torno a esta panorámica ya descrita.
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