Previo al feriado de los evangélicos: ¿En que momento de la historia, los cristianos se dividieron?

 

 Hoy en día hablar de “cristianos” abarca un espectro amplio porque bien se sabe que dentro de esta creencia religiosa existen varias congregaciones, o bien sub-credos  (formas distintas de seguir las enseñanzas de Jesucristo). Según datos oficiales, los creyentes mas predominantes de Chile son los católicos y evangélicos, aunque en períodos críticos pues en los últimos años estaría bajando la convocatoria. Ambos son credos cristianos pero tienen marcadas diferencias, la más simple tiene relación con la Virgen María (Los católicos la veneran, pero los evangélicos no). 

Ahora, cuando nos preguntamos ¿Por qué existen dos tipos de cristianos? Debemos remontarnos al origen de este suceso, particularmente con la “Venta de indulgencias” (Aproximadamente en el Siglo XIV, Edad Media). En un momento cuando el catolicismo fue prácticamente la única religión aceptada en Europa, el Vaticano tenía amplio poder e injerencia sobre la población civil muchas veces analfabeta, y eso incitó a que tristemente se cometieran actos corruptos para poder así abusar de la ignorancia popular.  Este concepto se refiere, en pocas palabras, a la venta del “perdón de los pecados” ¿Puede el hombre mortal y pecador en verdad perdonar los pecados? 

Las indulgencias eran básicamente unos documentos firmados por el Papa donde al ser adquiridos podrías ser perdonados de todos tus pecados, en un momento de cuando el Sumo Pontífice fue visto en verdad como “el representante de Dios en la tierra” (Alguien a quien nunca se le cuestionaba). Para eso, ¡o bien! “para pisar el palito” debías pagar con una alta suma. Y claro, era un mecanismo encubierto de la iglesia católica para recaudar fondos. ¿Robo? ¿Estafa? Interprételo como quiera. 

Tiempo después surgió dentro de la misma iglesia miradas distintas acerca del rol que debían ejercer para evangelizar “al rebaño” (gente). Y el primer personaje fue Martin Lutero, un monje agustino quien en 1517 expuso sus tesis criticando así el enfoque distorsionado del Vaticano. En pocas palabras, se perdía el propósito de alimentar tanto el espiritu como la fe de los creyentes, siempre en la lógica de que existe un Dios. Al final fue una forma de rebeldía ante un catolicismo que además aplicaba la “Santa Inquisición”, para reprimir a aquellos que lo contradecían.

Bien podemos decir que estas 95 tesis de Lutero serían la semilla de futuras iglesias protestantes, con marcadas diferencias frente al catolicismo. Aquí surgirían entonces las divisiones dentro de los mismos cristianos. ¿Se fijan?

Pero esta rebelión vino de la mano con otra cosa: “la democratización del evangelio”. Entrabamos al período del renacimiento, y Martin Gutenberg inventó la imprenta (En el siglo XV) permitiendo con ello que la Biblia no fuera un objeto en posesión exclusiva de los sacerdotes católicos. Hoy en todas las casas hay sagradas escritas, ¡Ahora! ¿¡que no las queramos leer!? Eso ya es otra cosa. Además tenemos otro cambio democratizador que está vinculado con el idioma, pues antes las misas se predicaban en latín y con los primeros consensos de “reformas” se logró que el rito católico puede ser realizado con las llamadas “lenguas vernáculas” (o bien las lenguas locales que se hablaban en cada reino: castellano, francés, italiano, inglés, etc.). Todo eso fue un mecanismo para evitar mas abusos de poder, por parte del Vaticano. 

Aunque también convengamos que cuando surgió el Renacimiento florecía un cambio de mentalidad en gran parte de la elite, y tiene relación con enfrentar el analfabetismo. Si se fijan, los católicos tenían todo a su mano para abusar: eran los únicos que sabían leer (incluso eran mucho más cultos que el Señor Feudal), eran los únicos que poseían una biblia y se predicaba siempre en una lengua universal para cada rincón de Europa (Aunque no podemos afirmar efectivamente si el posible desconocimiento del latín fuera motivo para….”vender la pomada”). 

 Con el correr de los años surgen otras corrientes del protestantismo, como el calvinismo, el anglicanismo, el luteranismo mismo y los presbiterianos. Gran parte del “canutismo” chileno tiene fuerte influencia arraigada desde Estados Unidos, una de las naciones mas protestantes en el mundo. Todo lo mencionado se refiere al movimiento “metodista”, aunque en el siglo XVII con la llegada de los colonos británicos a la costa Atlántico de Norteamérica existía también la iglesia puritana (derivado del anglicanismo).

Y de los metodistas surgen otros credos como el “adventista” y el “pentecostalismo”.

También surgen otros movimientos cristianos que son algo ajenos a la raíz “protestante” (mal llamadas sectas) como los Testigos de Jehová y los mormones.

¿Y porque a los pobres evangélicos les llamamos “canutos” acá en Chile? Se sabe que para el mundo cristiano-protestante ese concepto es algo “despectivo” (burlesco), pero tiene una raíz histórica. A mediados del Siglo XIX llegó a nuestro país un ex jesuita español quien con el tiempo se cambió de religión para dedicarse así a predicar en las calles, se trata de Juan Bautista Canut de Bon Gil, un sujeto quien además como laico se desempeñaba como sastre y fundaba así varias iglesias evangélicas. Luego, basado en el apellido “Canut”, un periodista anarquista como Juan Vera lo terminó ridiculizándolo para llamarlo así “Canuto”.

Así también hay registros históricos de que en 1870 se instalaría la primera iglesia evangélica en Santiago (En la esquina de Nataliel con Olivares), cuyo pastor fue José Miguel Ibañez. Claro que como en ese tiempo aun no existía la libertad de culto, los jesuitas habrían quemado dicho templo. No era ir y llegar a poner en práctica una nueva religión. Aunque algunos años antes (1865) se habría instalado una primera congregación luterana en Valparaíso, puerto que por ser la puerta de entrada marítima a Chile llegaban varios elementos culturales provenientes desde el exterior.

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Sólo para terminar, Dios no debiera tener color político pero parte importante del mundo evangélico en nuestro país simpatizaría con ideologías de derecha (son conservadores). En la parte moral ven al socialismo como un aliado de Satanás, y justifican en los presuntos “defectos” de la izquierda para promover de manera muy camuflada la restricción de derechos (muy en la línea del Partido Republicano). Aunque esta visión mas “austera”, de “resignación” o sumisión se asemeja bastante a la postura de la predestinación que es propia de los calvinistas (Si te tocó nacer pobre, mereces morir pobre).

O bien estas ideas que son contrarias al anhelo del “progreso” fueron una doctrina muy predominante en Estados Unidos, sobre todo en la época de la Guerra Civil contra los Estados Confederados del Sur. Estos últimos fueron aquellos estados gringos del Sur-Oriente (Colindantes con el Golfo de México) donde estuvo permitido la esclavitud contra la raza negra que llegaba “a la fuerza” en suelo norteamericano, y donde lamentablemente el racismo fue brutal...derivado de todo eso surgió los “Ku Kux Klan”. 

¡Tranquilos! ¡Tampoco seamos prejuiciosos! No todos los evangélicos son de derecha, también hay otro porcentaje que simpatiza con ideas mas sociales. Incluso dentro del cristianismo en sí hay una facción que debiera militar en la “Izquierda Cristiana” (Mas ligado al mundo católico, y derivado durante el Siglo XX de la Democracia Cristiana).

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Pero independiente de todo el conflicto ocasionado por hombres (en el mundo terreno), nunca está demás hacer la distinción entre los ámbitos mundano con el espiritual. Eso último debiera importar mas que aquellas normas establecidas “en nombre del Señor”. 

¿Creería que en realidad no fueron los evangélicos los primeros que propiciaron la división histórica entre cristianos? ¡Si! ¡Tal como lees! Le dimos algo de prioridad al mundo protestante porque dicha visión del evangelio es muy vigente aun en Chile.

Sin embargo, los primeros en propiciar esta división fueron los ortodoxos. Desde el momento en que el ya decaído Imperio Romano se dividió en dos (Siglo IV d.C.) se veía en el entonces “mundo antiguo” dos formas de predicar la fe, mientras el catolicismo romano (tal como lo conocemos hoy) fue muy común desde la Península Itálica hacia el Poniente del Mediterráneo (Portugal) los ortodoxos surgieron desde Grecia y Turquía hacia el Medio Oriente. Presuntamente este recóndito hecho tendría motivos más bien geográficos (o de idiosincrasias locales).