Como dice el dicho: “LA OCASIÓN, HACE AL LADRÓN”. -
Es verano y mucha gente va a la playa. Quienes viven en el Gran Concepción tiene la ventaja de salir sólo por unas pocas horas desde la casa, salir más menos a la hora de almuerzo y regresar antes del anochecer. Tanto el calor, como un año laboral bien trabajado, hace que cada veraneante vea la forma de aprovechar (o de disfrutar) estos tres meses calurosos, sobre todo si de relajarse se trata. Eso conlleva a que el alcohol (para bien o para mal) jamás esté ausente en una junta de amigos. Sólo que es necesario hacer un llamado de atención a las autoridades, ya que esta gran cantidad de borrachines que se juntan en una costanera estarían siendo incitados por lo (supuestamente) permisiva que sería la ley.
Pantallazo del sitio web directemar.cl |
Ahora, como un acto de justicia...esta columna no busca de ninguna manera hacer una cacería de brujas contra los jóvenes quienes en grupos se ponen a compartir. No van contra ellos la crítica. En realidad se los estarían dando la bandeja, y sencillamente aprovechan la ocasión ¡Nada más! La mirada apunta a la irresponsabilidad, hipocresía o indiferencia de la ley, en la forma de como van tipificando normas supuestamente para mantener el orden de un espacio público, pero ¿de que sirve? Si las fiscalización se hacen únicamente para la tele.
Esta inquietud nació a raíz de dos notas de prensa emitidas en las noches del Domingo 12 y Lunes 13 de Enero (2025), en canales de televisión. El primero de dichos reportajes fue emitido por Chilevisión allí sus periodistas recorrieron las playas de Viña del Mar, allí sorprendieron a varios veraneantes bebiendo alcohol bajo una intensa tarde de calor. El balneario más recorrido fue el de Reñaca (Sector 5) donde incluso habían letreros dando cuenta que ser sorprendido bebiendo alcohol constituye una falta. Recordando además que a nivel nacional, ser sorprendido bebiendo en la vía pública arriesga a cancelar una multa al Juzgado de Policía Local (Esa ley existe, si un carabinero te pilla...te hace el tan temido control de identidad). Luego los noteros de dicho medio hablan con funcionarios de la Armada quienes afirman que tal reglamentación existe. En la práctica, no siempre se hace cumplir esta ley. Como dice el dicho: “La ocasión hace al ladrón”.
Al otro día vemos la segunda nota de prensa transmitida por el noticiario de Canal 13 (Teletrece – 13), donde los noteros junto con algunos funcionarios de Seguridad Ciudadana recorren varias playas del Litoral Central (El Quisco, en la Provincia de San Antonio). Durante una noche al azar recorren las costaneras, donde la afluencia de comercio es mucho mayor que el frecuentemente vemos en el Bio Bío. Allí vemos que además del consumo masivo de alcohol en la arena, hay otro tipo de irregularidades relacionados con el comercio ambulante (Una postal rutinaria en los comienzos de esta tercera década del siglo XXI – 2020’s).
Si comparamos esta situación con las playas del Bio-Bío, cada lugar tiene sus propias matices aunque en la mayoría de las comunas parecieran ser partidarios de mantener un mínimo de orden todo sea para conservar la belleza del borde costero (Que en lo económico atrae turistas en época estival). En la playa de Ramuntcho, muy promocionada por medios de comunicación en los últimos años, no existe un mayor control sobre cuánta basura se bota apenas terminado el día aunque muchos de sus visitantes lanzan duras críticas en Redes Sociales lamento que el lugar (que antes era más solitario) hoy sea visibilizado y mostrado, porque la consecuencia negativa es que llega harta gente cochina a este rincón. Al menos hay personas que no lo piensan dos veces para hacer sentir su molestia.
Mientras que en la comuna de Tomé hay una fuerte campaña en contra de quienes dejan su basura en la playa, tanto el municipio como comunicadores digitales (creadores de contenido) y la misma comunidad hacen lo imposible para pedirle al veraneante que pesque su basura antes de retirarse. En Caleta Chica de Cocholgue había un letrero que encaraba a los sucios (2018). Mientras en Tomé, el municipio pone carteles a la entrada de la Playa El Morro haciendo hincapié que el lugareño si es celoso con el tema del aseo (2019). Pero como no todo es malo, cada vez que ponemos un pie en alguna de esas dos playas vemos que el lugar se mantiene bien, eso significa que en funcionarios de Aseo y Ornato si existe preocupación por dejar todo limpio.
Un pequeño paréntesis, de dos cosas. Primero, en otras playas del país han salido notas de prensa sobre otras cosas que ya están penalizando para resguardar el orden, como algunos salvavidas que piden de forma muy insistente que algunos veraneantes (¡por favor!) bajen el volumen de su ruido, sobre todo cuando estos últimos ponen un enorme parlante y desde allí escuchan su música. ¿Sabrán que existe algo llamado audífonos? Además, ante el estigma de que Valparaíso sería supuestamente una ciudad limpia (caricatura que no la compartimos por nada en el mundo), los porteños responden de la siguiente manera cada vez que se les enrostra por eso, ellos se desligan de toda responsabilidad porque “no tienen culpa que los viñamarinos o santiaguinos sean los cochinos” (refiriéndose a los turistas “de afuera”)….¿¡Qué tal!? ¡Tremenda respuesta! -
Volvamos a lo nuestro. Si en Ramuntcho y en Tomé, la gente busca la forma de condenar a los cochinos. En Penco hay algo de permisividad, a propósito de lo supuestamente mano blanda que fue la anterior administración del ahora ex alcalde pencón Victor Hugo Figueroa (2012 – 2024). De vez en cuando, al menos en el verano de 2020 (antes de la pandemia), casi toda la Costanera de Penco se convirtió en un pub por el simple hecho de que muchos grupos de amigos ocuparon sus asientos para poner sus bolsas de botella y ponerse a tomar, habían más “curaguillas” (adictos al alcohol) que veraneantes. Aunque de vez en cuando algunos motoristas de Carabineros fiscaliza el lugar, eso no pasa todos los días. También surgen sospechas de que los policías (o quienes organizan estas tomateras) estarían dateados, ya que cuando estos grupos se toman la playa...la policía brilla por su ausencia, y eso que la Comisaría se ubica a tan sólo dos o tres cuadras de la playa (Con cámara de seguridad en el Fuerte La Planchada incluida).
Cinco años más tarde (2024) en la misma playa de Penco es posible encontrar este panorama, cuando se sale a caminar por la costanera en las mañanas...la cantidad de basura es impresionante. Tachos que están colapsados, porque simplemente no hay más espacio donde tirar las cajas, bolsas o botellas. Además de otros tumultos tirados en el suelo, ¡bien! Pareciera que en verano no es muy grato ir a trotar en las mañanas, pero los amantes del atletismo igual salen...casi resignándose a lidiar con todo el cachureo que está tirado antes de las 8 AM.
Esta lógica de “LA OCASIÓN HACE AL LADRÓN” se estaría dando también con otro tipo de incivilidades, que en rigor ocurren durante todo el año y que ya escapan un poco de lo que ocurre en verano. Tenemos el tema de los petardos (fuegos artificiales que tiran en la noche), y también el de los ruidos molestos en la noche (Vecinos que hacen sus famosas fiestas). Da un poco de pena ver a personas que en Redes Sociales publican campañas para que no lancen más fuegos artificiales, que perjudican a mascotas y personas con TEA, ¡sí! Tienen toda la razón al propagar o replicar ese mensaje. Pero da pena por como el Estado, la ley o las instituciones (en buen chileno) “no los están pescando”. Es cierto que en Año Nuevo los fuegos artificiales son o fueron una tradición, pero si el municipio no organizaba eventos de este tipo ¿Qué monos tienen que ir pintando aquí los aficionados? Porque en algunos barrios los petardos se tomaron toda la noche y desde varios rincones, hasta la amanecida tipín 7-8 AM. En la madrugada de nochebuena (25 de Diciembre 2024) muchas personas de Chiguayante hicieron sus reclamos y descargas sobre eso, a través de Facebook.
Sobre los ruidos molestos existen normativas, pero hasta ahora Carabineros no ha hecho campañas comunicacionales para recordar siquiera un extracto de la ley, para recordar que ese tipo de actos está supuestamente prohibido.
Sólo para finalizar, durante el año muchos esperan las vacaciones porque efectivamente quieren relajarse después de largas jornadas tediosas, tanto trabajadores como estudiantes. Y ese deseo de no cumplir (por un tiempo) con las pautas del jefe implica también a otros dos deseos: desestresarse y desconectarse. Esto último está muy vinculado con los vicios, sobre todo con el alcohol. Razón entonces para que la cerveza sea un muy buen negocio ($$$), con importante clientela en noches de fiesta. Pero a la vez lugareños, y otro grupo importante de turistas, piden equilibrio en todo este derecho a la distracción. Y es que también las localidades turísticas piden (de forma legítima) la aplicación del orden, porque es la única forma de seguir conservando el encanto de todo el borde costero. -
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