Si una localidad tiene una sola emisora, hay mayor garantía de éxito si ésta transmite contenidos para todo tipo de público. Pero en la Radio de Penco los jóvenes, y sobre todo los estilos mas underground (como el rock o el reggae), son marginados de su programación. NO HAY ROCK!
“La monotonía genera aburrimiento” (Proverbio francés, s.f.) [1]
“La monotonía genera aburrimiento” (Proverbio francés, s.f.) [1]
Bien
es sabido que en la mayoría de las radios penquistas, por FM, se le da más
prioridad a colocar canciones del recuerdo, mientras que hoy (en mayo de 2016)
escasean los programas juveniles.
En
un sondeo (aunque un tanto artesanal) de 192 canciones tocadas por la radio, el
78% corresponde a éxitos que superan los 10 años de antigüedad. Mientras que un
12% es de canciones actuales no-juveniles (como la balada) y apenas un 10% son
éxitos preferidos por adolescentes.
Ismael Muñoz, jefe de la Radio RDI de Concepción 88.5 FM |
Monotonía
se define como uniformidad, igualdad en cierto ámbito (aunque en sentido
peyorativo). Y también como falta de variedad en el estilo. [2]
Un
caso de monotonía radial lo expone el periodista español, Guillermo Jiménez
Smerdou, quien en marzo de 2016 catalogó a la programación radial de su país
como desesperante. [3]
Esto
porque al parecer la mayoría de las emisoras hispanas colocan canciones en
inglés, algo que se contradice con uno de los íconos más emblemáticos de la
identidad española: su idioma. Reconociendo así que por internet sintoniza radios
latinoamericanas, y todo por escuchar música en castellano.
“Si uno juega con el dial unos minutos
comprobará que todas las emisoras ofrecen grabaciones o programas en directo
con un mismo denominador común: conjuntos y solistas cantando en inglés”
(Jiménez Smerdou, 2016). [4]
Dicho
de otra forma entonces, a Jiménez Smerdou le parece que a las radios en su país
le falta una mayor variedad.
Mario Montecino, locutor de la Radio de Penco 107.7 FM |
Quien
también coincide con esta falta de autenticidad es Juan Domingo Ramírez, aunque
a nivel nacional.
“La programación radial chilena, salvo
honorables excepciones, es estandarizada y homogénea (Ramírez, Juan. D., 1999)” [5]
Dentro
de las falencias que tienen las radios locales se pueden desglosar dos
perspectivas: la realidad penquista y la pencona (esta última referente a las
radios comunales).
Programación musical entre la Radio RDI y la Radio de Penco ¿¡ CUÁL ES LA DIFERENCIA !? |
Por
ende, si una localidad tiene una sola emisora, hay mayor garantía de éxito si ésta
transmite contenidos para todo tipo de público. Teóricamente las radios
generalistas permiten aquello, que cada horario sea dedicado a un segmento en
particular. Pero en la Radio de Penco los jóvenes, y sobre todo los estilos mas
underground (como el rock o el
reggae), son marginados de su programación.
Michel
Suárez Sian plantea que la programación radiofónica no debe entenderse como un
ente aislado o un producto de laboratorio. Diversos factores obligan a su
revisión periódica, entre ellos las preferencias de los oyentes, las exigencias
publicitarias, las variaciones en las plantillas, los acontecimientos
informativos y la programación de la competencia. [7]
Cebrián
Herreros, citado por el autor anterior, afirma que la programación, en tanto
proceso comunicativo, “trata de atender los comportamientos sociológicos de la
audiencia, adapta los contenidos a sus necesidades y situaciones laborales y de
ocio”. [8]
Pero
esta monotonía también la podemos encontrar en el contenido. De hecho hay mucha
diferencia entre crear un espacio juvenil (con todos sus componentes) y sólo
colocar canciones pegajosas adjunto a un programa en vivo poco atractivo, sobre todo si el locutor sólo
nombra a nueve auspiciadores y de corrido, cero interacción con los auditores. [9]Esto demuestra que hasta
para crear contenidos juveniles hay estructuras.
Y
a modo de complemento, hay programas de radio cuya estructura es reiterativa en
todos los bloques, una rutina que ya lleva ocho años al aire.
En
“El Tren de los recuerdos” [10](de Radio Doña Inés) más
allá de ser un espacio para el público mayor, su locutor (Enrique Catalán)
promociona un producto que además es su auspiciador. Se trata de “Trioseo Forte” y es el único contenido
que menciona al micrófono, esto durante un programa y todos los días. Esta es
otra forma de monotonía que por cierto ya ha generado críticas (aunque
groseras) [11]en
la red.
Sobre
esto último, José Ignacio López reconoce que el exceso de publicidad, o
espacios comerciales, en una radioemisora se debe a los pocos económicos que
tienen dichas empresas, las que se ven obligadas a vender sus espacios. [12]
Al
ponerse en el lugar de los radiodifusores, algunos de éstos podrían jurar de
que los receptores son estáticos, cuyas necesidades comunicacionales han
quedado satisfechas a través de la interpretación que los emisores hacen de la
realidad. Pero en realidad no todos los auditores se conforman con el mensaje
que se transmite. [13]
“Hay una comunicación lineal desde un emisor
que controla la información y todo lo sabe, a un receptor estático, objeto del
proceso, y no sujeto. Este receptor puede estimar que ha satisfecho sus
necesidades comunicacionales, pero lo ha hecho a través de la interpretación de
la realidad que para él efectuaron un emisor y un actor que selecciona los
mensajes” (Ramírez, Juan, D., 1999). [14]
Las
radios locales, salvo Bio-Bio y Puntosiete, funcionan con el tipo de
programación total (o como radios generalistas).
Aquí José Ignacio López, en su
“Manual urgente para radialistas
apasionados”, aclara que este modelo ofrece una variedad de géneros y
contenidos a una audiencia variada, pero “no implica que todos los espacios
sean para todo público” (López, 2005). [15]
Si los locutores mayores de
Concepción controlan los micrófonos de las radioemisoras, estos por lo general
argumentan que los jóvenes son quienes no demuestran interés por participar más
en los medios de comunicación. Ojo que esta marginación no es solo radial, sino
que también social (desde la perspectiva laboral).
Por ejemplo, la voz referente de Radio Doña
Inés (Ismael Muñoz) tiene más de 50 años de trayectoria como locutor. Y en su
emisora no hay otro colega menor de 30 años (edad).
Cualquiera
pensaría que las emisoras debieran ser las más atractivas oportunidades de
empleo, para los futuros DJ´s y
locutores. Aunque tampoco es un mito que dentro de los filtros laborales (de
cualquier oficio en realidad) la juventud también es discriminada.
A
continuación, un epígrafe publicado en el libro “La construcción histórica de la juventud en América Latina” expone
un cierto grado de descontento, esto por la falta de oportunidades laborales a
los jóvenes.
“Sobre la juventud pesan buen número de
interrogantes, de problemas de difícil solución. No hay trabajo. Los jóvenes
llegamos a los 25 años y la vida estalla con flores de mil colores en nuestro
interior. Queremos luchar, fundar una familia, ser felices. Pero no hay
trabajo…..somos una carga para la familia, llamemos a la puerta que llamemos, todo el mundo nos
responde ¡Hay crisis! ¿Qué porvenir nos espera?” (Feixa, C., y González, 2013,
p.14) [16]
O
quizás aun existan radiodifusores cuya visión sea conservadora, tradicionalista
y provinciana. Pues desde el punto de vista semántico-teórico, los conceptos
“juventud” y “rural” aparecen como contradictorio e irreconciliables. Pues
según González, la “juventud campesina” aparece como un “interregno, una
categoría sitiada en intersticios oscuros, casi invisibles”.
“Los jóvenes, como sujetos del proceso
histórico y como categoría del análisis social, son un hallazgo reciente. Tanto
en el Chile colonial como en el Estado republicano, la juventud, y
particularmente la juventud popular, careció de identidad propia” (Goicovic,
2000).[17]
Esto
es básicamente porque un hombre de campo asume responsabilidades (las mismas
que la de un adulto de 30 años) tras cumplir la mayoría de edad. Ahí tenemos
una explicación del porque el joven, un constructo creado por el capitalismo y
en el mundo urbano, no genera relevancia en un tipo de radiodifusores
patriarcal y conservador.
De
hecho la edad es uno de los cinco factores que sustentan la discriminación
laboral (Según contenidos teóricos para de los cursos de capacitación Chile + Capaz, del Sence), al igual que
el género (sexo), el nivel de discapacidad, nivel socio-económico y la etnia. Pues
“se considera que entre los 18 y 25 años se presentan los más altos índices de
desocupación (Igor Gacitúa, S, 2015)”. [18]
Aunque
independiente de la remuneración que cada uno recibe, esto no debiera motivar a
las radios locales marginar al segmento juvenil, ya que el éxito de un programa
se da por la cantidad de auditores. Pero esta realidad igual es relevante,
dadas las pocas (o casi nulas) oportunidades que las emisoras abren para los
futuros talentos radiales.
Desde
la óptica del marketing, está claro que cada producto busca satisfacer una
necesidad. Entonces es necesario preguntarse ¿Por qué tendrían que haber
programas juveniles? ¿Cuál es su finalidad? La radio busca entretener, educar e
informar, y lo que permite a un auditor darse su propio recreo (en medio de la
rutina) es la primera de estas funciones.
Ejemplo de ello es escuchando su música favorita.
Aquí
prima entonces la necesidad del entretenimiento y la recreación.
Según
José Zepeda, va aumento la tendencia que se inició en los 70´s para hacer de
“la radio un medio especializado con programación única”. Esa fragmentación
abandona el clásico paradigma de la radio total y va en busca de los gustos
personales de los oyentes. Pero esta práctica no se está aplicando en
Concepción, mas aun cuando las radios segmentadas capitalinas están entre las
más escuchadas.
“Cuando se trata de radios musicales es más
pronunciado el éxito relativo. Primero, porque existe una cantidad sustantiva
de oyentes que acuden a la radio como medio de compañía. Segundo, porque las
empresas dedicadas a la música tienen costos más reducidos” (Zepeda, J., 2000,
p.2). [19]
La
crítica entonces va dirigida hacia la “programación radiofónica” de las
emisoras penquistas, definida (a rasgos generales) como la planificación de una
relación comunicativa entre una empresa de radio y una audiencia, “mediante
unos contenidos sistematizados y organizados en un conjunto armónico, según
unos criterios de selección, dosificación y ordenación” (Cebrián Herreros,
2001). [20]
“Traer a los oyentes a la radio (…) y llevar
la radio a los oyentes (…), depende más de la voluntad de los realizadores que
de la inversión de cuantiosos recursos” (Suarez S. M., 2013) [21]
El
formato juvenil (aplicado a un programa o una radio completa) es definido como
un estilo basado en la jerga adolescente, desenfadado, y además destinado a
este tipo de público cuyo contenido predominante es la música[22].
Dado
que la radio es un medio de comunicación que está en todos lados (en la casa o
en el trabajo) es además un buen reponedor anímico, pero no solo por los
últimos “hits” del momento sino que
también por la compañía que brindan sus locutores.
Mientras
más grande es la ciudad hay mayores casos de depresión y estrés, síntomas a las
cuales la música (o una compañía entretenida) puede ser un tremendo remedio. Por
algo los conductores de la locomoción colectiva hacen uso de su radio mientras
manejan.
De
hecho, un artículo publicado (por el portal de CNN en español) indica que un
buen ritmo puede cambiar la vida de una persona. Esto porque el oído tiene
otras funciones aparte que el de escuchar, como determinar el equilibrio y
estimular el cerebro en las más diversas áreas. Allí se entrevistó al psicólogo
francés Alfred Tomatis. [23]
Escuchar
música agradable ayuda a tratar casos de dolor crónico, problemas
cardiovasculares, estrés e incluso algunos padecimientos mentales. También
estimula el placer, ya que la dopamina liberada en el cerebro (mientras se
escucha música) ayuda al cuerpo humano en el relajo, lo que en cadena provoca
una sensación de bienestar general. [24]En resumen, cada género
musical afecta al rendimiento.
Ahora,
¿Qué tan actualizados están los directores de varias radios penquistas sobre
las últimas modas o tendencias juveniles? Gran parte del éxito se da cuando
estas emisoras logren encajar con los gustos de una mayoría, es decir, mostrarse
más atractivas.
Y
si se busca desglosar más fríamente sobre este segmento, se debe tener
conciencia (según el marketing) que las audiencias son producidas
artificialmente y al mismo tiempo no existen. Esto porque los medios de
comunicación, en su condición de empresas (como la radio), crean consumidores
de un producto (como un programa) hasta convertirlos en audiencias.
Efectivamente
las audiencias son artificiales, es que no es lo mismo hablar de juventud si se
comparan dos épocas diferentes. Ya sea entre la Edad Media donde el joven
trabajaba sacrificadamente para ganarse la vida, y el 2016 en que tiene todas
las facilidades tecnológicas –y a su alcance- para así desenvolverse
mejor.
El
público juvenil históricamente fue producido en Chile desde la época de la
Nueva Ola en los años 60´s (gracias a la radio), pero dado que los gustos se
actualizan cada cinco o diez años las pautas son creadas por el mercado
internacional de la música (no olvidar que los jóvenes tienen gustos que en
gran parte son foráneos).
Entonces
las radios lanzan así su oferta, y dependiendo de la demanda se observa si el
contenido se consolida, siempre en concordancia con la moda anterior.
La
realidad de las radios y programas juveniles en nuestro país no es distinta a
la del resto de América Latina, un efecto más de la rutinaria globalización. No
es mito tampoco que la mayoría de los artistas tocados por este tipo de
emisoras son extranjeros y por sobre los nacionales.
Predominan
canciones en castellano e inglés, aunque muy de vez en cuando se ha escuchado
música en otros idiomas como en portugués, sueco, alemán, japonés y coreano. Gran
parte de las audiencias juveniles chilenas ni siquiera se producen en este
país.
Dado
que las audiencias juveniles ya están establecidas en la sociedad, se puede
hacer una diferencia entre las radios santiaguinas y penquistas. Muchos adolescentes
se sienten motivados a desempeñar actividades, después de escuchar programas de
este género, en su hora de siesta. Y como la programación local va enfocada a
un público mayor, su música es superficialmente repugnante y aburrida para los
veinteañeros. ´
Aunque
como todo evoluciona en la vida, las radios juveniles de Santiago partieron
satisfaciendo una necesidad en su momento, eso es lo que hoy se espera de algún
creativo o emprendedor penquista.
Radio
Carolina nació en 1975[25], para transmitir a los hogares
aquellas canciones que sólo se tocaban en las discotecas. Pues hasta ese año
las emisoras capitalinas tenían la misma mentalidad que hoy tienen casi todas
las radios penquistas. Lo lógico es que esos cambios que se dieron hace décadas
en Santiago se puedan consolidar también en Concepción, que es la segunda
ciudad de Chile.
La
segmentación de las radios fue un descubrimiento creativo, ya que la radio
transmitía ambientes propios de una pista de clase en las casas. Entendiéndose
creatividad como la facultad de creer, o la capacidad de crear, producir cosas
nuevas y valiosas.
Ya
cuando se consolidan las radios juveniles en las últimas cuatro décadas su
posible regionalización es más bien una forma de innovación. Este último
concepto se define como el resultado social de la creatividad, un proceso a
través del cual se aplican importantes cambios comerciales en el mercado.
Una
radio juvenil ayuda a evitar la fatiga durante las horas de trabajo, aunque de
necesitar mayor concentración el auditor tiene la libertad de apagar la radio. El
aburrimiento es lo opuesto a la motivación. De hecho hay estudios que indican
como la música ayuda notablemente a que una persona no se aburra en sus
actividades.
“En un estudio, el 85% de las personas prefieren
escuchar música para poder distraer un poco y no encontrar su trabajo monótono
y sin motivación” (Mosso, A., 1891). [26]
De
sentirse fatigado una persona puede presentar los siguientes síntomas:
emociones negativas, problemas interpersonales (o sociales), de salud,
disminución del rendimiento, abuso de ciertas sustancias (café) y sentimientos
de vacío.
Ya
en el contexto iberoamericano nace en España el “estilo 40”[27], que en pocas palabras,
es el formato de programa o radio juvenil. Se caracteriza por tener un lenguaje
alegre, desenfadado, y también por enfocarse principalmente a la música. Esto es
fruto del éxito que un programa, con el mismo nombre, alcanzara en la Radio
Madrid durante los 60´ y 70´s.
Iván
Tenorio, en su libro La Nueva Radio, indica que al centrarse “en las políticas
de programación de determinados medios de comunicación, basadas en intereses un
tanto equivocados y que nada tienen que ver con el medio radiofónico,
observaremos parrillas de programación
de ciertas emisoras marcadas por la automatización en su formato más
puro e impersonal (...)” (Tenorio 2008 : 20)[28]
En
el fondo reconoce que existen muchas personas (ya sean hombres de radio y
auditores) conscientes de que estos medios
“obedecen a políticas verticales del pasado”. [29]
Una
forma de examinar la política de estos medios es ver su estructura interna.
Radio Doña Inés 88.5 FM presenta un ejemplo de aquello, donde su fundador, director y locutor referente (cuyo voz se
escucha en los jingles) es Ismael Muñoz, un hombre mayor, con más de 50 años de
trayectoria como comunicador radial.
Independiente
del tipo de público al que va enfocada su emisora es además de corte
generalista, pero aun así no cuenta con espacios para jóvenes como tampoco para
los últimos éxitos musicales. Esto es
conservadurismo radial.
Y
Doña Inés tiene un contenido musical muy parecido al de la Radio de Penco 107.9
FM, donde se aplica la misma lógica. Allí las personas mayores son quienes
tienen el protagonismo y tutela de esta emisora, a tal punto que uno de sus
integrantes ejerce varias funciones a la vez. Aquí una persona es locutor, jefe
de estudios, también es el único reportero, y su voz se escucha como el jingle
de esta emisora.
En
honor a la verdad ha habido intentos de espacios juveniles en La Radio de
Penco, pero mientras no lleguen propuestas a la emisora (si es que acaso son
aceptadas por sus dueños) predominarán dos cosas: El exceso de canciones
antiguas, y su exclusión programática a los jóvenes. Como se ha dicho hasta el
cansancio, esto también pasa en muchas otras radios de Concepción.
Iván
Tenorio además advierte que si estas radios siguen con esta rutina están
condenadas a caer por su propio peso. Fundamenta su crítica en que muchas
parrillas de programación están copiadas unas de otras, también reconoce su
sensación de que pudieran tener una fuente de inspiración no vocacional. Y su
contenido invita “a un alejamiento de
las nuevas generaciones”.
Jorge
Méndez es director de Radio Carolina, una de las emisoras juveniles que hay en
Chile y que es sintonizable en Concepción por el dial 91.7 FM. En una
entrevista para la Revista Capital, señaló que en su emisora transmiten con
energía positiva a través de la música y sus conductores. Todos allí mantienen
el mismo grado de intensidad y pasión, indicó. [30]
“Carolina es una radio hiperactiva, que se encuentra
en diferentes lugares al mismo tiempo. Los chicos de hoy son así, lo que
hacemos es repetir un poco ese esquema. Para conseguir audiencias ya no es
suficiente sólo con la radio, debes ser una especie de pulpo con un tentáculo
en cada sitio”. (J. Méndez, 2015) [31]
Tenorio
advierte que hay otro grupo marginado por las radioemisoras, se trata de los
niños. Ante eso plantea de forma abierta la siguiente pregunta: “Si los niños y
jóvenes de hoy no escuchan la radio, ¿Quién lo hará mañana?”. [32]Siempre defensor de este
medio de comunicación le preocupa que las redes sociales, o la creación de un
programa radial mediante las tecnologías, desplacen en el futuro a la radio, un
hito de las comunicaciones inventado hace un siglo.
Según
el grupo Ipsos Media CT, en su publicación digital “Radio al aire, boletín
Nº3”, el 53,2% de los jóvenes santiaguinos escucha radio. [33]Esto significa que, pese
al auge de las redes sociales e internet, este medio sigue presente –hasta el
momento- en auditores de entre 15 y 25 años, un panorama bastante alentador en
ese sentido.
Las
10 radioemisoras más escuchadas por los jóvenes santiaguinos son: 40
Principales (14,6% de alcance), Carolina (13,6% de alcance), Radio Disney FM
(8,2%), FM DOS (6,5%), Corazón (5,8%), Futuro (4,3%), Play (3,4%), Activa FM
(3,4%) y Sonar (3,1%). [34]Seis de estas emisoras
podrían considerarse radios juveniles: 40 Principales, Carolina, Radio Disney,
Futuro (rock), Activa FM y Sonar.
Mientras
que un estudio de audiencias, también realizado por Ipsos, indica que en
Santiago 535.200 jóvenes (de entre 15 y 25 años) escuchan radio. [35]Esa cifra equivale al 19%
del total de auditores en el año 2011. Pero curiosamente dos de las denominadas
radios juveniles (40 Principales y Carolina) se posicionan dentro de las diez
radioemisoras más escuchadas en la capital, sin considerar el criterio edad.
Tras
el nacimiento de varias radios santiaguinas segmentadas en 1999, como la FM DOS
o la hoy desaparecida FM Hit, estas
luego expandirían su señal a las regiones, entre ellas la del Bio-Bio
(Concepción y Chillán).
Y
ya en el año 2002 radios, como la 40 Principales y FM Hit, tenían una buena
cantidad de auditores en el Gran Concepción. Pero pese a la falta de una radio
juvenil penquista, este formato de inmediato ganó adhesión en todo el país sin
excepción.
No
por nada en el 2011 dos radios juveniles de la capital se posicionaron dentro
de las diez más escuchadas en Concepción, a tal punto que la Radio 40
Principales (92.5 FM) era la tercera más escuchada después de la Bio-Bio y la
Puntosiete, alcanzando así un 6,7% de alcance. [36]
Paralelamente
estas últimas radios mencionadas son las únicas penquistas que están en el TOP TEN. Estos datos no consideraron el
criterio edad, vale decir, fueron a medidos a público amplio (Desde los 15 años
a la vejez). [37]
Así
está compuesto el ranking de popularidad en las radios penquistas: 1º Radio
Bio-Bio con un 26,5% de alcance, 2º Puntosiete con 7,8%, 3º Femenina 96.7 FM
(en el global está en el 14º lugar), 4º Doña Inés 88.5 FM (19º en el global),
5º Radio U. de Concepción 95.1 FM, 6º Radio interamericana (AM), 7º La Radio de
Penco (Sólo en Penco), 8º La Amistad de Tomé AM, 9º Oceanía y 10º Aguamarina
(Tomé).
En
el mismo ranking, emisoras como la Futuro, FM DOS, Rock & Pop y Carolina superaban a Radio Femenina.
Durante
el 2010 la audiencia penquista de entre los 13 y 24 años tuvo un 58,8% de
alcance, esto demuestra que siempre hubo una cantidad considerable de
radioescuchas juveniles, sobre todo porque en 2011 fueron el 26% del total de
audiencias. Aunque en 2006 el alcance fue de 67,9%, uno de los más altos en la
última década.
Las
radios más escuchadas por los jóvenes penquistas en 2011 eran: 1º 40
Principales, 2º Bio-Bio, 3º FM DOS, 4º Puntosiete, 5º Carolina, 6º Corazón, 7º
Romántica, 8º Futuro, 9º Rock & Pop y 10º Pudahuel.
Y
en este mismo ranking las únicas dos radios locales que están entre las diez
más escuchadas (por los jóvenes) son Bio-Bio y Puntosiete, ambas pertenecientes
a la misma empresa (Bio-Bio comunicaciones). El resto de las radios penquistas,
en cambio, estarían en la otra cara de la moneda, pues no son tan escuchadas ni
muy masivas.
Ipsos
volvió a publicar otro estudio en el año 2013, indicando que para diciembre del
año anterior había 221 mil 162 auditores (encuestados) de entre 15 y 19 años,
mientras que al mismo tiempo se calcularon
288 mil 532 radioescuchas del rango 20-24 años. En ese mismo mes las
radios Carolina, Activa y Futuro se posicionaban dentro de las diez más
escuchadas en Santiago [38](sin considerar criterio
de edad).
Las
diez radios más escuchadas por los jóvenes santiaguinos, de entre 15 y 19 años
(durante el 2012), eran Carolina, 40 Principales, Corazón, Radio Disney, FM
DOS, Rock & Pop, Futuro, Píntame, Sonar y Activa FM. En cambio, aquellos
que tenían entre 20 y 24 años preferían sintonizar Carolina, Corazón, FM DOS,
40 Principales, Sonar, Píntame, Radio Uno, Play, Futuro y Rock & Pop.
Pero
el estudio también indica que desde 2011 Radio Carolina dejó de ser una emisora
netamente para adolescentes, ya que en ese año aumentó la cantidad de auditores
que tienen entre 25 y 34 años (adultos jóvenes), de hecho escuchan mas esta
emisora que los más chicos. En ese año el 30,2% de quienes escuchan Carolina
tienen este último rango de edad.
Y
al año siguiente (2012) aumentó un poco más la cifra llegando al 30,8%. No es
que esta radio haya cambiado de giro, ni mucho menos su programación, pero
quienes en el 2016 tengan 30 años (aunque muchos sean padres o incluso
profesionales) se criaron con los mismos contenidos musicales durante su
adolescencia, no muy diferentes a lo que los más jóvenes están escuchando ahora.
Los
cambios que podrían tener las radios juveniles en toda una década (Entre el
2006 y 2016) son más bien leves, porque el estilo siempre ha sido el mismo. El Reggaetón se partió escuchando desde la
primavera del 2004 (canciones colocadas por las radios 40 Principales y Fm HIT)
con el tema “Baila morena” de Héctor y Tito. Eso explica el porqué los
treintañeros de hoy son tan auditores de las radios juveniles como los que
tienen 15.
Otra
razón del porque la oferta de las radios penquistas tendrían que ser un poco
más variadas que de costumbre.
Para
el caso de Concepción, la Radio 40 Principales seguía siendo la tercera radio
más escuchada en 2013 (esto sin considerar el criterio edad, a público amplio).
Y las diez más escuchadas eran Bio-Bio, Puntosiete, la 40, Corazón, FM DOS,
Pudahuel, Futuro, ADN, Romántica y Carolina. Sólo dos radios locales se
encuentran en esta posición, paralelamente dos radios juveniles y una del rock.
Y
aunque este estudio indica que la mayoría de los radioescuchas penquistas superan
los 45 años de edad, es necesario detallar dos cuestiones: Una de las radios
juveniles santiaguinas es la tercera más escuchada (eso significa que atrayente
para otros grupos etáreos) y el fuerte predominio de los éxitos del recuerdo en
las demás emisoras no ha hecho otra cosa que aislar a los jóvenes de la
radiodifusión.
En
honor a la verdad es importante señalar que en la historia de la radiodifusión
penquista ha habido intentos de programas juveniles. Y de hecho Concepción tuvo
tres radios de este formato durante los 80´s y 90´s: Radio Gabriela, Radio
Dimensión y Radio Sinfonía.
Por
ejemplo, Radio Gabriela (que estaba en el dial 98.1 FM) nació en 1981 y dejó de
transmitir en agosto de 1998, estando 17 años al aire. Formó parte de la
empresa Bio-Bio Comunicaciones cuyos estudios funcionaron en el mismo piso (del
mismo departamento) donde hoy se encuentra la Radio Bio-Bio.
En
la hoy desaparecida radio juvenil de Concepción destacaban varios programas
como “Onda fiesta”, “Mundo joven”, “Ranking
pop and rock”, “El destape musical de
Coca-Cola”, “Especial de Domingo”, entre muchos otros.
El
éxito de esta emisora fue tal que hoy en pleno 2016 ya se pueden encontrar
varios sitios webs caseros de internet, que buscan recordar con nostalgia lo
popular que fue esta radio en los 80´ y 90´. Incluso hay hasta sitios de redes
sociales como perfiles de facebook dedicadas a la ya desaparecida radio.
En la misma época funcionaba la
Radio Dimensión, fundada en 1977 la cual dejó de transmitir en 1992. Se
diferenciaba de Gabriela en que su programación si bien era juvenil tenía una
característica más sobria (parecida a la Radio Concierto de Santiago), enfocada
a los segmentos acomodados.
Y
durante los años 80´s funcionó también la Radio Sinfonía (que estaba en el dial
97.3 FM), dejando de funcionar en 1990, y se autodefinía como “la radio selecta
de Concepción”[39].
Según los archivos fue literalmente una radio rival de Radio Dimensión como
también de la Gabriela.
Radio
Oceanía de Talcahuano 93.7 FM también tenía antes su propio programa juvenil
entre los años 2006 y 2009. Edgardo “el
Galo” Vargas (hoy conductor de un matinal en el canal TVU) fue su locutor.
En un inicio este espacio se llamaba “Frecuencia
Latina” (2006) y posteriormente cambió de nombre a “Barra libre” (2008). Tenía el mismo formato que los programas
hechos desde las radios capitalinas.
Entre
los años 2009 y 2014 funcionarios radios que tuvieron corta duración en el Gran
Concepción, como Radio Florencia y Radio FM Planet (de Hualpén), ambas
desaparecidas. Las mismas que aportaron en su minuto al hoy marginado público
juvenil.
Mientras
en la primera de éstas había un programa juvenil llamado “Destapados”
(Trasmitido de Lunes a Viernes, a las 17 horas), la Planet fue la única radio
juvenil que tuvo la intercomuna. Sobre esta última, también contaba –cada
cierto tiempo- con espacios comunitarios (vinculados con la Municipalidad de
Hualpén). [40]
[41] Esta ultima emisora,
además, tenía señal a otras comunas, pudiéndose así escuchar hasta en el sector
de Chillancito (Concepción).
De
los contenidos juveniles siempre ha habido prejuicios ya que siempre fueron
considerados como “el hermanito menor” (o el integrante menos serio) de la
radiodifusión. Es quizás ese el motivo del porque se han encontrado pocos
estudios, reportajes o algún material de profundización sobre este tipo de
radios.
Pero
se concluye que su música colocada siempre tendrá seguidores, como además su
cualidad alegre y motivante atrajo a muchos auditores en Concepción durante las
últimas dos décadas.
Nadie
es quien para criticar o negar al segmento de los adultos mayores (canciones
del recuerdo). Pero la crítica aquí es que hay un exceso de canciones del
recuerdo en la programación de muchas radios penquistas, como también es el
mismo contenido en varias emisoras al mismo tiempo.
Una
radio (o programa) juvenil en Concepción debiera en teoría fortalecer a los
medios locales, y con un valor agregado de por medio (desde luego) esta
acercaría mas a los jóvenes con las movidas y panoramas que hay en nuestra
región.
Pero
sin antes clarificar que crear contenidos juveniles en la radiodifusión local
no quiere decir copiar al estilo patentado en Santiago. Sobre esto, Juan
Domingo Ramírez advierte que este modelo de programa es una copia de lo que ya
se viene haciendo en otros países. Entonces las opiniones que tengan los
jóvenes sobre qué tipo de programa quisieran escuchar son fundamentales para
crear un contenido original.
“Y cuando hablamos de innovar, todos vamos
hacia el mismo lado. Si escuchamos los programas juveniles, en su mayoría se
trata de copias del estilo Rock & Pop
– con Rumpy incluido- que a la vez es una copia de radios argentinas, que a la
vez es una copia de radios estadounidenses… es decir, la pregunta aquí es ¿Qué
tienen de originales nuestros programas juveniles?” (Ramírez, Juan D, 2000)
La
originalidad que necesita un espacio juvenil (y local) se da cuando existe
creatividad en su planificación. Pero también satisfaciendo necesidades de
carácter social, creando así los espacios para la opinión y participación. Ya que si una radio o programa juvenil también
se dedican al entretenimiento, eso igual seria monotonía.
Los jóvenes penquistas y la falta de un programa juvenil en la radio local (Balance preliminar 1.0)
Evidencia de que la música ofrecida por la programación de las radios penquistas ESTÁ DESACTUALIZADA
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HOJEA TAMBIÉN
Los jóvenes penquistas y la falta de un programa juvenil en la radio local (Balance preliminar 1.0)
Evidencia de que la música ofrecida por la programación de las radios penquistas ESTÁ DESACTUALIZADA
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[2] VV.AA. (1996), “Diccionario Gran Plaza & Janes”.
Barcelona, España. Plaza & Janes
editores, p.739
[3]
JIMÉNEZ S., Guillermo, “La monotonía musical de la radio”. En La Opinión de Málaga,
Málaga (España), 20 de marzo de 2016. Recuperado [el jueves 21.04.2016] de http://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2016/03/20/monotonia-musical-radio/837205.html
[5] VVAA. (1999). “Desafíos actuales de la radio en regiones”,
Concepción (Chile). Ediciones de la UCSC., p. 84.
[6] LÓPEZ, José I. (2005). “Manual urgente para radialistas
apasionados”, Quito (Ecuador). Pablo
de la Torrente Ed., p. 474.
[7] SUÁREZ S, Michel (2013,
diciembre). “Programación radiofónica en
Cuba. Un modelo singular en la era de internet”. En ProQuest, España. Recuperado [el sábado 21.05.2016] de http://eprints.ucm.es/23943/1/532-79-1-PB.pdf
[8] Ibídem
[9] Radio Oceanía 93.7 FM, programa
matinal de lunes a viernes 11:00 AM.
[10] Radio Doña Inés 88.5 FM. El
programa “El Tren de los recuerdos”
se transmite de Lunes a Domingo, a las 10:00 AM.
[11] En sitios informales de internet
algunas personas expresan su descontento, esto por la forma reiterada en que
Enrique Catalán, locutor del programa radial “El Tren de los Recuerdos”, promociona a su principal auspiciador.
[12] LÓPEZ, José I. (2005). “Manual
urgente para radialistas apasionados”, Quito (Ecuador). Pablo de la
Torrente Ed., p.472.
[13] VV.AA (1999), “Desafíos actuales de la radio en regiones”.
Concepción (Chile), ediciones de la UCSC, p. 80.
[14] Ibídem
[15] LÓPEZ, José I. (2005). “Manual urgente para radialistas
apasionados”, p. 470.
[16]
FEIXA, Carles. y GONZÁLEZ, Yanko. (2013). “La construcción histórica de la juventud en América Latina”,
Santiago (Chile), Ed. Cuarto Propio, p. 14
[17] Una cita extraída del ensayo titulado:
“Que los viejos vayan a sus casas”
Juventud y vanguardias en Chile y América Latina., de Yanko González
Cangas.
[18] GACITÚA, Igor. (2015, abril). “Manual de apresto laboral” de Holding ICP, Concepción (Chile), p.18.
[19] ZEPEDA, José (2000). “La programación, el desafío de la radio
¿Solo música, solo noticias o algo más?” En Revista
latinoamericana de comunicación Chasqui. Recuperado de http://www.redalyc.org/pdf/160/16007108.pdf
[20] SUÁREZ S, Michel. (2013, diciembre).
“Programación radiofónica en Cuba. Un
modelo singular en la era de internet”. En
ProQuest, España.
[21] Ibídem
[22]
NAVARRETE, Georgina, “Como afecta a tu cerebro cada género musical”. En CNN en español, Atlanta (Estados
Unidos), 18 de enero de 2013. Recuperado [el jueves 21.04.2016] de http://cnnespanol.cnn.com/2013/01/18/como-afecta-a-tu-cerebro-cada-genero-musical/
[23] Ibídem
[24] Ibíd.
[26]
Motivación: fatiga y aburrimiento
(s.f.). Recuperado [el lunes 16 .05. 2016] de
http://html.rincondelvago.com/motivacion_fatiga-y-aburrimiento.html
[27] Articulo de Radio 40 Principales (de España) en Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Los_40_Principales
[28] TENORIO, Iván (2008). “La nueva radio: Manual para radialistas
aficionados”. Bilbao (España). Ediciones técnicas Marcombo, p.20.
[29]
Ibídem
[30] VENEGAS, Juan, “Los que ponen la música”. En Revista Capital, Santiago (Chile), lunes
15 de junio de 2015. Recuperado [el 26.05.2016] de http://www.capital.cl/cultura/2015/06/15/000622-los-que-ponen-la-musica
[31] Ibídem
[32] TENORIO, Iván.
[33]
VV.AA. Ipsos Media, “Boletín Nº3 Radio al
aire” (2011, abril), pág.4. En IPSOS,
recuperado [el domingo 17.04.2016] de http://www.ipsos.cl/ipsosalaire/3/IPSOS_Radio-al-Aire_Nª3
[34] Ibídem
[35]
VV.AA. Ipsos Media CT. The
Media, Content and Technology Research Specialists (2011). “Antecedentes secundarios.
Audiencia radial” (Estudio externo de tendencias.
Audiencia radial), p.192. En msgg.gob.cl, recuperado [el sábado 9.04. 2016] de: http://www.msgg.gob.cl/wp-content/estudios/3/IPSOS/2011-05-Estudio-externo-de-tendencias_Audiencia-Radial.pdf
[36] Página 192
[37] Ibídem
[38] VV.AA. Ipsos Media CT. The Media, Content and Technology Research Specialists
(2013, abril). “Antecedentes
secundarios. Audiencia radial” (Estudio externo de
tendencias. Audiencia radial), p.22. En msgg.gob.cl, recuperado [el sábado 16.05. 2016]
[39] En el sitio Foro Fotech.cl aparecen informaciones sobre la historia de la
radiodifusión (tanto a nivel nacional como local), donde los usuarios
registrados comporten información.
[40]
“En Hualpén allanaron una radio
comunitaria de propiedad del alcalde Rivera” (Soy Chile.cl) Link: http://www.soychile.cl/Concepcion/Policial/2011/12/05/56134/En-Hualpen-allanaron-una-radio-comunitaria-de-propiedad-del-alcalde-Rivera.aspx
[41] Antes de la controversial detención
en Hualpén, del entonces alcalde Marcelo Rivera (en 2012), había dejado de
funcionar la Radio FM Planet, la misma que fue revisada al interior por la
Policía de Investigaciones (PDI). Este conjunto de sucesos impactó a nivel
regional ya que el edil fue acusado de cohecho, y así también tuvo vínculos con
narcotraficantes (su contacto del “hampa” también cayó a la cárcel).
1 comentario:
desde que la musica de preferencia en los espacios radiales es dominada por la decadencia tropical y el regueton, emisiones automatizadas digitales, para mi todo lo radial dejo de tener atractivo, malos locutores, mala sintonizacion, el streaming mato definitivamente las radios....el oir musica es algo totalmente subjetivo y antes se "dependia" de la radio para poder capturar esa musica que a uno le gustaba....escuche musica en la radio desde los 12 años (1983) hasta 1997 aproximadamente, lo que vino despues fue solo decadencia....al punto de vender mi Tuner Marantz y mis receivers....despues me fui por comprar la musica en disco y CD y hoy jamas nunca volvere a intentar oir musica de la radio (lo he intentado)...la suerte esta hechada...fui muy feliz con las emisiones de los años 80's y parte de los 90's, se agradece toda esa entrega, hoy la radio con suerte sirve para oir noticias y esto va a empeorar mas aun.
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