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sábado, 4 de enero de 2025

Relato: Ateo

 Una pareja de pololos estaban muy tranquilos conversando y compartiendo en una tarde de domingo. Ambos estaban sentados en los peldaños de una escalera peatonal que además estaba ubicado en medio de un barrio tranquilo, a pasos de la casa de la polola. 

Entre tanto, la chica le contaba a su enamorado de un logro conseguido días atrás. 

Isabel:- Amor 

Rubén:- Dime cochita (cosita)

Isabel:- Quedé en la oferta de trabajo, me dieron la pega

Rubén:- ¿Enserio? Que wena 

Isabel:- Gracias a Diocito que seré educadora diferencial en un colegio de aquí cerca 

Rubén:- ¿A Diocito?

Isabel:- Si poh, ¿por?

Rubén:- Dios no existe mujer

Isabel:- ¿Cómo?

Rubén:- Si poh, Dios no existe

Isabel:- Rubén, ¿eres ateo?

Rubén:- Si poh', soy ateo gracias a Dios

Isabel:- Ay que pesao, no te hagay el chistoso ¿Queris?

Rubén:- Es que Dios es un invento pa cagarle la vida a la gente poh

Isabel:- Oye, no te conocía esa...la del resentido 

Rubén:- Es que en verdad que Dios te caga la onda, me acordé de una talla que me pasó cuando tenía 20 años 

Isabel:- ¿Enserio?

Rubén:- Si poh', ¿te cuento?

Isabel:- Si, dale 

Rubén:- Mira, yo había viajado a las playas de Coliumo, fue en el verano del 2007...más menos, yo estaba mas chico 

Isabel:- Si poh, pasaron hartos años ya

Rubén:- La cuestión es que había salido a pasear, y me quedé viendo una bella panorámica hasta bien tarde, de ahí me quise venir pa la casa pasado las 20 horas. Ahí en el lugar me quedé esperando micro, por harto rato, y la máquina no pasaba nunca 

Isabel:- ¿Ya?

Rubén:- Al final no me vine nunca en micro, porque un caballero quien parece que era evangélico me trajo de vuelta al paradero más cercano, el de la otra villa. 

Isabel:- O sea, un caballero evangélico te llevó casi como yendo al terminal 

Rubén:- Una cosa así ¿cachay? El tipo manejaba una furgoneta, y se ofreció en llevarme, le dije que andaba con la plata de la micro...pero que la máquina no pasaba nunca. Así que me subí, empezamos a conversar harto rato, lo pasábamos bien. Yo al lado de su volante. 

Isabel:- ¿Y por eso tú tienes tanta rabia contra Dios?

Rubén:- Es que apenas llegamos, el tipo me dijo....¡¡Son $500!!.....Me cobró poh'. Me comió la plata el canuto ese. Al final me quedé con las ganas no más de comprarme una lata de chela. 

Isabel:- Si, igual que lata la del viejo.....ni que te estuviera leyendo la Biblia para que justificara el diezmo que le pagaste. Era una furgoneta no más, no una iglesia. 

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