La parte “fea” de embriagarte con las chelas: Pierdes tu dignidad, y quienes (creías) eran tus amigos te empiezan a “faltar el respeto” ...

ESTO ES "CRUEL" ¿¡No cierto!? 

RELATO LITERARIO  

Fue durante el 2014 cuando un hombre solitario venía de probar, adentro de una “bodega” (o cantina), una extraña mezcla de marihuana con cerveza. A los pocos minutos sintió algo de “placer” en los pelos de su brazo, es esa sensación relajante que notas en tu interior (o donde incluso las mariposas imaginarias sueles verlas en todo lo que te rodea) y que aparentemente te hace sentir un ganador (en realidad te ayuda a evadir los problemas ¡no es más que eso!).     

El hombrecito, de grandes talentos pero incomprendido por la sociedad, aprovechó los minutos de relajo cervecero (asi es, esos mismos momentos de pachorra y personalidad) para caminar en dirección a casa de una mujer a quien conocía hace más de 10 años. Fue una de las pocas compañeras del colegio que lo acogía en su casa, aunque dejemos claro que ahora ambos están por cumplir los 30’.      

Entonces caminó varias cuadras hasta lograr abrir el portón de esa casa, y por un momento logró pasar desapercibido su aspecto de “borracho mareado”. Caminó hasta la puerta, golpeó y nadie abría. De lejos le hablaba el hermano de Alicia, le gritaba desde lejos que ella no estaba e incluso Rubén notó que el protagonista estaba pasado de copas. Aunque en un comienzo no puso mayor resistencia, hubiera querido lo agarraba del hombro y lo botaba a la calle (No lo hizo).

El amigo por cuenta propia (y aun con el buen uso de su criterio) salió del antejardín por cuenta propia. Algo pasaba que por años estuvo convencido de que Rubén lo apreciaba. Es por eso que el borrachito (para poder manifestar su corazón) le pedía amigablemente a Ruben, para que este se sentara con el visitante en la vereda. Lo que el amigo quería era contarle de algunos aprendizajes adquiridos en su madurez, en definitiva quería confesarle cosas que le salían del alma.                    

Aun con su borrachera, se dio cuenta que Ruben nunca le tuvo buena. Todo lo contrario, el hermano de Alicia hizo algo que nunca antes había hecho con el protagonista. Lo retaba y le pedía que saliera de allí, que si lo seguía molestando sería capaz de acercarse para pegarle sus buenas patadas en plena calle. Allí el personaje se dio cuenta que tanto el “altanero” como muchas otras personas le han mentido en su cara, cada vez que el amigo estaba sobrio.      

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Comentarios "con algún grado" de alcohol

Basta tener solamente $5.000 para sentir esa rica (-pero sucia a la vez) sensación de "PLACER"

Poesía

Pérdida de conciencia