Baja convocatoria en la izquierda chilena: (Política) Se refiere cuando un partido, movimiento o conglomerado político de ideología socialista, progresista o comunista no logra mayor adhesión por parte de la población.
Este fenómeno bastante negativo para el anti-imperialismo chileno se da por tres razones:
a) Acuerdos tras bambalinas entre los dirigentes de dichos partidos con los empresarios y poderosos (A quienes en las propaganda y en el discurso suelen criticar con frecuencia),
b) Por el bajo compromiso de sus militantes cuando ejercen el poder (Como causa de una evidente ineptitud, ineficiencia, inoperancia o hasta indiferencia para reunirse con alguna comunidad afectada, en caso de tragedias naturales o problemáticas sociales),
c) la obstinación de la izquierda más dura (Como el Partido Comunista) en acercarse más al pueblo, no a esa clase proletaria ícono de hace un siglo (Mineros de las salitreras del 1900), sino que a la gente común y corriente de nuestros días (Dueña de casa, pastores evangélicos –independiente de su incompatibilidad valórica-, choferes de la locomoción colectiva, trabajadores forestales, meseros y cocineros del rubro turístico, barrenderos municipales, bomberos de bencineras, clubes de futbol amateur, mujeres que trabajan en café con piernas, leñadores o comerciantes en venta de leña, mujeres que trabajan en caletas y restaurantes gastronómicos, mariscadores, pobladores que trabajan con contrato en casas de retail, etc.)
a) Acuerdos tras bambalinas entre los dirigentes de dichos partidos con los empresarios y poderosos (A quienes en las propaganda y en el discurso suelen criticar con frecuencia),
b) Por el bajo compromiso de sus militantes cuando ejercen el poder (Como causa de una evidente ineptitud, ineficiencia, inoperancia o hasta indiferencia para reunirse con alguna comunidad afectada, en caso de tragedias naturales o problemáticas sociales),
c) la obstinación de la izquierda más dura (Como el Partido Comunista) en acercarse más al pueblo, no a esa clase proletaria ícono de hace un siglo (Mineros de las salitreras del 1900), sino que a la gente común y corriente de nuestros días (Dueña de casa, pastores evangélicos –independiente de su incompatibilidad valórica-, choferes de la locomoción colectiva, trabajadores forestales, meseros y cocineros del rubro turístico, barrenderos municipales, bomberos de bencineras, clubes de futbol amateur, mujeres que trabajan en café con piernas, leñadores o comerciantes en venta de leña, mujeres que trabajan en caletas y restaurantes gastronómicos, mariscadores, pobladores que trabajan con contrato en casas de retail, etc.)
Aunque la izquierda también gana mala fama cuando al ejercer el gobierno (poder) muchos militantes obtienen “pitutos”, es decir, cargos laborales como funcionarios públicos en las más diversas reparticiones estatales. Aquí los partidos muestran mayor compromiso con sus militantes que con “el pueblo” (la gente) en general. Genera cierto descontento en algunas personas como algunos socialistas por su mera militancia viven una vida sin mayor dificultad y gozando de beneficios salarios que la mayoría no goza (Casi riéndose en la cara de aquellos quienes aun no pueden festejar por no encontrar trabajo). El Partido Socialista es la cúpula que más se ha caracterizado por esta función, muchos son designados a ejercer cargos públicos, ¡y de la noche a la mañana! creen tener el mundo controlado (Consumen en un capitalismo que tanto criticaban antes, o son más bien poco misericordiosos –algunos- cuando alguien les solicita un favor en torno a su área….hipocresía política en su máxima expresión).
O sea, la gente se siente más representada por la derecha (Sobre todo en la facción más piñerista de este bando político). Aunque muchos intelectualoides de la Universidad de Chile intenten “encontrarle la quinta pata al gato” con que esto es consecuencia de una realidad mediatizada impuesta –poco menos que a la fuerza- por la televisión desde los 70´s y cuyo cómplice es Pinochet, ¡seamos realistas! Los comunistas no son muy acogedores a la hora de abrir las puertas de su sede para una posible inscripción de nuevos militantes.
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