Para ser dos pueblos que estamos tan cerca somos bien diferencias, Penco con Tomé son diferentes no solo por sus playas o por el pensamiento politico predominante entre sus habitantes, sino que hasta en la forma de viajar en micro:
Ayer en la noche me vine a la casa viajando en una micro del recorrido Concepcion-Tomé (donde ojo, los estudiantes pagan $ 300 con el pase). Un conductor de Tomé anda a una velocidad prudente en la carretera (tambien anda tan lento, pero cuando dobla no hace que el neumatico afirme la maquina en el pavimento como si lo hacen los Schumajers de Ruta las Playas), cuando de repente uno quiere cerrar la ventana y pregunta a los pasajeros no solo la gente te responde sino que hasta hay dos minutos de conversacion durante el viaje, el tomecino es mucho mas sociable que el pencon, mientras que un pasajero de Ruta del Mar no es mucho de conversar con el pasajero de al lado (salvo si eres el pololo, amigo o familiar), en una micro de Tome uno se relaja durante el viaje e incluso uno llega relajado a la casa, debe ser tambien porque me bajo en la Ruta 150 a la altura del cementerio de Penco. Un chofer de Tome jamas toca la bocina de forma innecesaria, encuentro que un tomecino sabe que los aparatos cumplen un rol especifico, y se ve que los tomecinos (aun haciendo recorridos largos) se ven menos estresados que un pencon. Al parecer en las garitas de las lineas Alfa 30 o Costa Azul los inspectores no exigen tanto el cuento del horario como si pasa en los terminales de Lirquen.
Y por ultimo, cuando te bajas de la micro.....el pasajero si espera que el chofer se detenga por completo en la calzada antes de bajarte, porque realmente para la maquina.....aunque pagues con pase.
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