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domingo, 26 de enero de 2020

Microcuentos - Historias de un joven, que hace 10 años tuvo una muy bonita adolescencia


Carrete en el salón parroquial


Small Story:  Teens´s party, next to the Catholic Church. 

Lluvioso invierno del 2002. Estábamos todos en el Salón Parroquial, Penco.  Cada año se hacía la “Semana Alfonseana”, un evento juvenil y pastoral. Eran casi las 21 horas cuando empezaba el momento de la “rockola”, y mientras el Dj´ colocaba una canción pude bailar con una de las niñas. Nathalie aceptó bailar conmigo. Tocaban la música de fondo, y mientras bailábamos ¡Cantábamos! Igual fue rico bailar con ella. En voz bajita entonábamos la letra de esta canción, y cuanto ella coreaba nos mirábamos a los ojos. Su voz suave me dominaba. ¿¡Al final!? Fue bacán ese momento.       







Bailando con Andrea

            Lluviosa noche de Julio, 2002. Muchos “cabros” estaban en el Salón Parroquial. Así pasaban sus vacaciones de invierno los chiquillos católicos de Penco. La parroquia de esta comuna convocaba cada año a un entretenido evento denominado “Semana Alfonseana”, que se hacía una semana antes de la vuelta a clases. Allí bailé con Andrea. Era la monitora del grupo pastoral “Jupach”, 22 años. ¿¡De repente!? El Dj´ tocaba música. Desde los parlantes se escuchaba la canción “Taca taca” del grupo panameño Los Gaitanes. Tema musical de moda. Y ella era muy bonita. Esta virgoniana simpática aceptó bailar conmigo.  



En el momento menos esperado

            Soleada tarde primaveral, 2007. Karina fue a comprar al negocio vecinal. La muchacha de casi 20 años vivía en el sector “Villa Belén”. Ya después de pagar el pan sale del almacén ubicado en calle Ramón Carnicer (de Penco). A los dos minutos me la encuentro con su bolsa. La conocía de años. Le pregunté como estaba, y ella respondió sentirse bien. Luego pregunta “¿Cómo te ha ido?” En ese minuto cursaba mi primer año de periodismo en la universidad; aunque algo desmoralizado, desmotivado y deprimido. Sin embargo, ¡algo inesperado pasó! Ella me besó con un “piquito”.   



Muchos chiquillos al manejar sus autos se ponen a escuchar
reggaetón con un volúmen super fuerte, cuya melodía se
puede captar a dos cuadras. 
Un pueblito bananero

Small Story:  A messy town 

En una comuna dinámica ocurren varias cosas cotidianas, en cada rincón. A muchos les gusta Colo-Colo, tanto así que se ponen su camiseta. Muchos chiquillos al manejar sus autos se ponen a escuchar reggaetón con un volumen súper fuerte, cuya melodía se puede captar a dos cuadras. Aquí predomina la moda “canera”. ¡OJO! Algunos de estos barristas colocolinos trabajaron en “la muni”, y también fueron Dj´s en restobares. Hay choferes que por capricho propio tocan sus bocinas en medio de la nada, incluso a la medianoche. Todos engrupidos por la publicidad. Sin duda, es un lugar escandaloso.   


Foto tomada durante el invierno del 2019,
en una calle cualquiera de Penco.
Eran las 22 horas de un día domingo. 


La sirenita de Cocholgue

Fue en una tarde. Me dirigí a una casa de veraneo. Allí vive la mujer más bonita de Cocholgue, y tiene 31 años. Toqué la puerta y ella me abrió, haciéndome pasar me senté en aquel cómodo sillón, me saludó con un beso a la mejilla ¡Alegrándome la tarde! Dijo que la esperara, y cuando salió de su cocina trajo cervecita helada. Conversamos un poquito frente al mar. Ya después de beber dos copas adquirí un poco más de personalidad, para confesarle a esta sagitariana ¡¡COSAS!! ¿¡Y de repente!? El tranquilito momento permitió que nos besáramos fogosamente.           





Mito y realidad (2015)

Boche y,...... ¡¡arrancaa...!! (2019)

Vehículo de dudosa reputación (2019)




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