En el año 2003 toda la cosa municipal, o todo lo relacionado con burocracia, municipalidad y gobierno, era un tema aburrido de conversación en los jóvenes, posiblemente los políticos nos han distraído mucho y a ellos no les importaba que en Penco se formara una masa crítica.
No se veía interés de la gente en meterse dentro de los asuntos públicos.
Don Ramón Fuentealba, a sus 70 años y de pelito canoso, era el alcalde de la comuna en la época. Electo en 1992, re-electo en el 96 y en el 2000, ya llevaba más de una década sentado en el poder. Milita en la Democracia Cristiana y durante los años 90´s tenía cualquier apoyo de sus camaradas de partido, los entonces Presidentes de la República Patricio Aylwin y Eduardo Frei Ruiz-Tagle.
El caballero no era mala perona, pero es demasiado viejito y obsoleto para las necesidades de Penco (no era raro que a inicios del 2000 la gente y los niños opinaran que el Ramón Fuentealba era muy fome), su carácter de político dogmático no motivaba a la ciudadanía a participar del quehacer comunal, a no ser que militara en el Partido Socialista para poder tener algún privilegio o contacto con el alcalde como que no quiere la cosa.
El alcalde en los 90`s y casi toda la década del 2000 era tratado y visto casi como un Dios, como alguien distante y a quien la gente veía poco, salvo si se militaba en un partido de la Concertación.
Pero la gente que estaba en la muni igual era chueca, uno quería pedir audiencias con el alcalde pero estos siempre buscaban la forma de desviarte del camino, y hasta ahora, parece que el Roberto Yévenes del 2014 no es muy diferente al Aldo Aguayo del 2001, en su condición de jefes de gabinete o filtros de audiencia.
El tema de las audiencias son un verdadero dolor de cabeza para las personas, aunque el más astuto perfectamente puede darse una vuelta a las reuniones de consejo, es la única forma de tener al alcalde y a todos los concejales frente tuyo.
Por eso es necesario educarse y cachar como operan los organigramas, tenemos la Secretaria Municipal y tenemos la Alcaldía, según la lógica municipal no son lo mismo, pero bien sabemos en la práctica que si son lo mismo.
O sea, aunque la secretaria indicaba con el dedo al Aldo, “El da las audiencias, habla con él”, el siempre buscaba un mecanismo para sacarte del camino. Al parecer la DC era cómplice de que los vecinos de Penco, y particularmente los jóvenes, estuvieran distraídas y se resignaran de que “hagan lo que hagan” jamás van a vencer a los políticos.
Suele pasar que en una conversación de amigos reconozcan que “El alcalde no escucha a la gente”, con eso no van a cambiar la mente cerrada de los políticos, ni mucho menos con un millón de conversación privada en cada casa de Penco. Un político anciano, longevo, conservador, políticamente correcto y que mostraba el perfil de un “pueblerino siútico”, el que hacía o se portaba de forma correcta frente a los asuntos públicos podía integrarse, olvídense si había que ser liberales como si lo expresaban los mas marxistas y socialistas-liberales de Conce, Lota, Tomé o Talcahuano.
Una diferencia entre Penco y el resto de las comunas. No atraía a nadie, el quehacer municipal dentro del frontis era tranquilo, pero aburrido, no motivaba a las personas a participar del quehacer social, pero a la DC no le convenía tampoco de que se llevaran a cabo instancias que motiven a las personas a ser protagonistas del desarrollo de la comuna.
Sin embargo este alcalde con polvo lograría sus propias consecuencias……atención para los próximos años, apenas vamos en el 2003.
No todo era malo, quizás había una diferencia muy bonita en los habitantes de Penco en comparación con ahora, si bien la delincuencia ha estado siempre desde que el hombre es hombre, no era tan masiva como ahora, la gente por instinto o por frustración quería o que Penco se mostrara un poco más en el mapa de la Región del Bio-Bio o que en Penco se hicieran cosas bacanes, no shows de reggaetón como los que traerían los bufones del alcalde UDI Guillermo Cáceres dentro de unos años, sino que cosas artistas, para los jóvenes, algo de espacios para las culturas y las artes donde el vecino de Penco fuera protagonista, donde el municipio se preocupara de que la gente “no se aburriera”, la única cosa municipal era ver la cara de polvo de Ramón Fuentealba, donde el único protagonista era él.
El aburrimiento era algo que estaba en los pencones, la gente no era tan materialista como antes, muchos querían que el municipio abriera espacios para la comunidad, pero la derecha desde el 2005 propondría otra cosa. Se veian mas laicos, librepensadores, soñadores, gente mas sociable. Esta Concertación pueblerina que veíamos en Penco era distinta a la de ser socialista en Concepcion, algo que se notaba en el 2003 y que no ha cambiado nada once años después en el 2014.
En Conce ser de izquierda o tener una actitud neomarxista era literalmente una actitud, una cosa fresca, que bien estaba vinculada al carrete…..eras pseudo-intelectual y te tomabas una candola, un navegado, usabas boina por ultimo para aparentar y escuchabas a Inti Illimani gritando revolución, en Conce claramente se ven mas chascones.
Pero la forma de ser socialista en Penco es un tanto retrogrado, quizás porque como muchos militantes del Partido Socialista son profesores y hacen clases en los colegios estaban lejos de toda esa caricatura del rockero británico-penquista (como fan de The Cure, The Beatles, Los Bunkers), mas bien eran esas viejas pitucas que tambien con su presencia se mostraban como damas, quizás fue una de las razones del porque el Partido Socialista en Penco atría pocas almas jóvenes.
Eran muy cuadrados, muy pueblerinos.
Poco relajados, poco sueltos, ¡Sueltense un poco socialistas de Penco!
Porque eso tambien a permitido que la derecha ganara las elecciones en el 2004.
Por instinto el pencón de población quería nuevas autoridades, quería que los fomes de siempre se fueran, quería que Penco fuera poco menos que la capital de la Region, y eso era producto de la frustración histórica de ser una periferia poco valorada desde el 11 de Septiembre de 1973.
El tema psicólogo en lo colectivo tambien fue razón del porque la Concertación fracasaría dentro de poco tiempo. Tampoco seamos injustos. Durante la administración del tatita Fuentealba se han realizado varias obras, claro, hablamos de los inicios de la Democracia (años 90´s) hasta el 2004, se pavimentaron calles y otras obras vinculadas con las relaciones públicas. Recordemos que el viejo tenia el apoyo de los presidentes DC, las platas llegabas a Penco, y claro, históricamente se dan paso a las mejoras y arreglos urbanos, ¿y la gente?, había una agrupación juvenil pero algo pasaba que los jóvenes no se sentían identificados….cuidado con lo que se veía en las poblaciones, hablamos de la época de los monitos japoneses y ya el matonaje se veía en los recreos. La droga de a poco se aprovecharía del aburrimiento de los entonces menores de edad para componer en parte el Penco moderno, pero lo peor vendría a partir del 2005.
Algo bueno que recordar y que pasaba entre 1999 y el 2003. En el Liceo Penco funcionaron los Talleres ACLE, eran unos cursos y talleres extraprogramaticos que se hacian dentro de las salas de clases del liceo, abiertos a toda la comunidad incluso para los niños que apenas iban en la básica y aun no iban en primero medio. Era una iniciativa mas bien propia del Ministerio de Educacion, y a inicios del 2000 habia mucha participación de los jóvenes, quizás esa conciencia y ese espíritu revolucionario post-dictadura aun estaba en el alma de ellos.
Pero la música Axe, el programa Mekano y todo el ragga Papi Chulo que tocaba la televisión se apoderaría de las jóvenes almas que a partir del 2003 se ven menos chicos participando de los talleres…..flojera.
Y cuidado con este otro poder, hasta el 2002 ser evangelico era sinónimo de humildad y pobreza, solo se veian pobres orando al señor, pero algo pasa que desde hace 10 años los evangelicos van ganando terreno en las poblaciones penconas.
Menos jóvenes querían aprender a tocar guitarra o coleccionar cancionarios de Victor Jara, para ya formar parte de un grupo juvenil cristiano, bastaba con caminar a Cerro Verde Alto para ver como se multiplicaban las iglesias evangelicas en una misma calle.
Ya el pensamiento social y la solidaridad dejaba de llevarse a la practica, hoy en 2014 es un sueño que quisiéramos volver a revivir. Ahora, lo que pasaba en el común de la gente, es que como casi todos se han criado viendo televisión, y han estado acostumbrados a convivir en un pueblo tranquilo, condición que hoy la hemos perdido por completo, buscan o ser protagonista, o divertirse en su propio pueblo, buscan acción, un poco de adrenalina.
Era otra década, no pasaba hace mucho tiempo, pero a fines de los 90´s la ciudad era el lugar mas bacan del país, sea Santiago o Concepcion, y mas cuando vivías en un pueblo mas chico. Algo pasaba que antes salir a la ciudad te dejaba una sensación de placer, entre comer papas fritas a $ 100 o escuchar música mientras caminas en el Paseo Peatonal.
Eso quizás hacia que en el inconciente de los pencones pidieran mas acción, mas entretenimiento, menos aburrimiento. Así mas o menos era Penco hasta antes de las elecciones municipales del año 2004, era como un menor de edad, un adolescente que vivía bajo ordenes estrictas en una familia ortodoxa y conservadora.
Pero el triunfo de la derecha en el 2004 producirían radicales cambios en la mentalidad de su gente, de la misma forma como un punky rebelde se rebela contra sus estrictos y ortodoxos padres.
No se veía interés de la gente en meterse dentro de los asuntos públicos.
Don Ramón Fuentealba, a sus 70 años y de pelito canoso, era el alcalde de la comuna en la época. Electo en 1992, re-electo en el 96 y en el 2000, ya llevaba más de una década sentado en el poder. Milita en la Democracia Cristiana y durante los años 90´s tenía cualquier apoyo de sus camaradas de partido, los entonces Presidentes de la República Patricio Aylwin y Eduardo Frei Ruiz-Tagle.
El alcalde en los 90`s y casi toda la década del 2000 era tratado y visto casi como un Dios, como alguien distante y a quien la gente veía poco, salvo si se militaba en un partido de la Concertación.
Pero la gente que estaba en la muni igual era chueca, uno quería pedir audiencias con el alcalde pero estos siempre buscaban la forma de desviarte del camino, y hasta ahora, parece que el Roberto Yévenes del 2014 no es muy diferente al Aldo Aguayo del 2001, en su condición de jefes de gabinete o filtros de audiencia.
Por eso es necesario educarse y cachar como operan los organigramas, tenemos la Secretaria Municipal y tenemos la Alcaldía, según la lógica municipal no son lo mismo, pero bien sabemos en la práctica que si son lo mismo.
O sea, aunque la secretaria indicaba con el dedo al Aldo, “El da las audiencias, habla con él”, el siempre buscaba un mecanismo para sacarte del camino. Al parecer la DC era cómplice de que los vecinos de Penco, y particularmente los jóvenes, estuvieran distraídas y se resignaran de que “hagan lo que hagan” jamás van a vencer a los políticos.
Suele pasar que en una conversación de amigos reconozcan que “El alcalde no escucha a la gente”, con eso no van a cambiar la mente cerrada de los políticos, ni mucho menos con un millón de conversación privada en cada casa de Penco. Un político anciano, longevo, conservador, políticamente correcto y que mostraba el perfil de un “pueblerino siútico”, el que hacía o se portaba de forma correcta frente a los asuntos públicos podía integrarse, olvídense si había que ser liberales como si lo expresaban los mas marxistas y socialistas-liberales de Conce, Lota, Tomé o Talcahuano.
No todo era malo, quizás había una diferencia muy bonita en los habitantes de Penco en comparación con ahora, si bien la delincuencia ha estado siempre desde que el hombre es hombre, no era tan masiva como ahora, la gente por instinto o por frustración quería o que Penco se mostrara un poco más en el mapa de la Región del Bio-Bio o que en Penco se hicieran cosas bacanes, no shows de reggaetón como los que traerían los bufones del alcalde UDI Guillermo Cáceres dentro de unos años, sino que cosas artistas, para los jóvenes, algo de espacios para las culturas y las artes donde el vecino de Penco fuera protagonista, donde el municipio se preocupara de que la gente “no se aburriera”, la única cosa municipal era ver la cara de polvo de Ramón Fuentealba, donde el único protagonista era él.
El aburrimiento era algo que estaba en los pencones, la gente no era tan materialista como antes, muchos querían que el municipio abriera espacios para la comunidad, pero la derecha desde el 2005 propondría otra cosa. Se veian mas laicos, librepensadores, soñadores, gente mas sociable. Esta Concertación pueblerina que veíamos en Penco era distinta a la de ser socialista en Concepcion, algo que se notaba en el 2003 y que no ha cambiado nada once años después en el 2014.
Pero la forma de ser socialista en Penco es un tanto retrogrado, quizás porque como muchos militantes del Partido Socialista son profesores y hacen clases en los colegios estaban lejos de toda esa caricatura del rockero británico-penquista (como fan de The Cure, The Beatles, Los Bunkers), mas bien eran esas viejas pitucas que tambien con su presencia se mostraban como damas, quizás fue una de las razones del porque el Partido Socialista en Penco atría pocas almas jóvenes.
Eran muy cuadrados, muy pueblerinos.
Poco relajados, poco sueltos, ¡Sueltense un poco socialistas de Penco!
El tema psicólogo en lo colectivo tambien fue razón del porque la Concertación fracasaría dentro de poco tiempo. Tampoco seamos injustos. Durante la administración del tatita Fuentealba se han realizado varias obras, claro, hablamos de los inicios de la Democracia (años 90´s) hasta el 2004, se pavimentaron calles y otras obras vinculadas con las relaciones públicas. Recordemos que el viejo tenia el apoyo de los presidentes DC, las platas llegabas a Penco, y claro, históricamente se dan paso a las mejoras y arreglos urbanos, ¿y la gente?, había una agrupación juvenil pero algo pasaba que los jóvenes no se sentían identificados….cuidado con lo que se veía en las poblaciones, hablamos de la época de los monitos japoneses y ya el matonaje se veía en los recreos. La droga de a poco se aprovecharía del aburrimiento de los entonces menores de edad para componer en parte el Penco moderno, pero lo peor vendría a partir del 2005.
Algo bueno que recordar y que pasaba entre 1999 y el 2003. En el Liceo Penco funcionaron los Talleres ACLE, eran unos cursos y talleres extraprogramaticos que se hacian dentro de las salas de clases del liceo, abiertos a toda la comunidad incluso para los niños que apenas iban en la básica y aun no iban en primero medio. Era una iniciativa mas bien propia del Ministerio de Educacion, y a inicios del 2000 habia mucha participación de los jóvenes, quizás esa conciencia y ese espíritu revolucionario post-dictadura aun estaba en el alma de ellos.
Menos jóvenes querían aprender a tocar guitarra o coleccionar cancionarios de Victor Jara, para ya formar parte de un grupo juvenil cristiano, bastaba con caminar a Cerro Verde Alto para ver como se multiplicaban las iglesias evangelicas en una misma calle.
Ya el pensamiento social y la solidaridad dejaba de llevarse a la practica, hoy en 2014 es un sueño que quisiéramos volver a revivir. Ahora, lo que pasaba en el común de la gente, es que como casi todos se han criado viendo televisión, y han estado acostumbrados a convivir en un pueblo tranquilo, condición que hoy la hemos perdido por completo, buscan o ser protagonista, o divertirse en su propio pueblo, buscan acción, un poco de adrenalina.
Eso quizás hacia que en el inconciente de los pencones pidieran mas acción, mas entretenimiento, menos aburrimiento. Así mas o menos era Penco hasta antes de las elecciones municipales del año 2004, era como un menor de edad, un adolescente que vivía bajo ordenes estrictas en una familia ortodoxa y conservadora.
Pero el triunfo de la derecha en el 2004 producirían radicales cambios en la mentalidad de su gente, de la misma forma como un punky rebelde se rebela contra sus estrictos y ortodoxos padres.
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