No hay nada mas bello que un silbido en la calle,
no hay nada mas maravilloso que valoren tus logros.
No hay nada mas estimulante que el cantar de los cantares,
y no hay nada mas sorprendente que se preocupen por ti.
No hay nada mas bacan que un silbido masculino
en medio de la calle y paseando en bicicleta.
No hay nada mas melodico que el silbido de mafioso
pero mas natural es el silbido de los pajaros.
Pero algo pasa en el gastar de los segundos
que el cantar masculino no es melodioso,
y el silbar urbano que el hombre tocaba
tiene otro sabor un poco mas oxidado,
y el cantar es triste y ya no es romantico
me hace enojar y me hace enfadar,
no hay nada mas triste que un silbido en la calle
que busca la consagracion de un aparente fracasado,
no hay nada mas deprimente que un silbido de mafioso
asesino del arcoiris que acompañaba mi andar,
era tan refrescante mi caminar inocente
empezando Septiembre y bajo el celeste cielo,
pero un engendro mal nacido me destruye mi paseo
y silba en bicicleta no por homenaje
ni por hacer mas agradable el caminar por el pueblo
ni por valorar cristianamente todos mis logros,
como este bulling nunca aparece en los diarios
prefiero calmar mi pena escribiendo este poema,
para comunicarle al mundo que existen los buitres
que atormentan el paseo a muchos idealistas inocentes.
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