El creador de Wikileaks Julián Assange tiene asilo político en la embajada de Ecuador en Londres, y tanto los gobiernos de Suecia como de los Estados Unidos le piden al Reino Unido su extradición, es acusado por acoso sexual y violación a una menor. Este personaje se ganó la admiración de muchas personas por denunciar y mostrar públicamente los archivos secretos de interés público, de varios gobiernos en el mundo incluyendo a Chile.
Tanto la defensa del gobierno ecuatoriano y de Unasur, como las acusaciones norteamericanas, tienen un mínimo de responsabilidad. En el bando de Assange hay simpatía desde la izquierda mundial, y allí se argumenta que EE.UU se aprovecha del rumor por supuestos abusos, para así enjuiciarlo por infiltrar documentación privada, los cargos judiciales serían su punto débil y se le baja el perfil a una defensa diplomática de casi toda Sudamérica. Y de los gobiernos progresistas, como los de Venezuela, Ecuador o Argentina, es una oportunidad para enfrentar diplomáticamente a la gran potencia mundial, esto dentro de un contexto de conflicto intracontinental, acá es donde Sudamérica promueve su autonomía frente a los históricos interés del imperialismo en la región.
Y a las acusaciones en su contra se suman otras denuncias en contra de algunos miembros del clero, quienes también abusaron de menores (ahora la opinión pública sabe un poco sobre sacerdotes pedófilos). ¿Por qué no ver que algunos de los abusadores aprovechan su condición de personajes públicos –o sus cargos de peso- para evadir cargos judiciales?, todo forma parte de una estrategia, y para ambos bandos.
Tanto la defensa del gobierno ecuatoriano y de Unasur, como las acusaciones norteamericanas, tienen un mínimo de responsabilidad. En el bando de Assange hay simpatía desde la izquierda mundial, y allí se argumenta que EE.UU se aprovecha del rumor por supuestos abusos, para así enjuiciarlo por infiltrar documentación privada, los cargos judiciales serían su punto débil y se le baja el perfil a una defensa diplomática de casi toda Sudamérica. Y de los gobiernos progresistas, como los de Venezuela, Ecuador o Argentina, es una oportunidad para enfrentar diplomáticamente a la gran potencia mundial, esto dentro de un contexto de conflicto intracontinental, acá es donde Sudamérica promueve su autonomía frente a los históricos interés del imperialismo en la región.
Y a las acusaciones en su contra se suman otras denuncias en contra de algunos miembros del clero, quienes también abusaron de menores (ahora la opinión pública sabe un poco sobre sacerdotes pedófilos). ¿Por qué no ver que algunos de los abusadores aprovechan su condición de personajes públicos –o sus cargos de peso- para evadir cargos judiciales?, todo forma parte de una estrategia, y para ambos bandos.
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