IDEA LIBRE: ¿Pancho Cristo? ¿O Cristo pancho? (Un híbrido entre la “Cumbia porteña de Valparaíso” y el “mundo evangélico”)

 A raíz de cómo hay puntos en la Región del Bio-Bío (Que no tiene nada que ver con Valparaíso, ¡en todo caso!) se predica mucho la palabra del señor, surge una idea algo “estrafalaria” que podría aumentar más al público que visite los cerros porteños. Lo hemos dicho hasta el cansancio, la urbe que fuera hace 100 años el puerto principal de Chile hoy es famosa por sus cerros, ascensores y murales. Tanto el Cerro Alegre como el C. Concepción encantan a los visitantes, con sus pasajes y escaleras.

La cosa es que para ciertos clasistas y prejuiciosos, Valparaíso tiene fama de ser una ciudad “atea” y algo “zurda”, lo que no quiere decir que en realidad lo sea. Esta ciudad tiene más de 400 mil habitantes, y es imposible que de esa cantidad todos le hayan dado el voto e Jorge Scharp ¿¡No cierto!? Pero la idea es mantener el arte vivo, y que la gente consuma más los colores.

 Ante esta loca idea de mezclar dos mundos distintos, surgen dos ideas. Primero, ver la forma a futuro de buscar un pasaje donde el mundo evangélico pueda difundir la fé mediante el muralismo (De la misma forma como en Conce se ven pastores locos predicando la palabra en la Plaza Independencia). Además de instalar un templo evangélico en pleno Cerro Concepción, sus feligreses congregados tendrían una forma bien diferente de predicar la palabra por los pasajes y callejones de los cerros porteños. Si bien en el comun de las poblaciones, vemos a un grupo de hermanos cantando las alabanzas, podría el canuto porteño hacer algo parecido pero sin el banjo y usando los instrumentos mas propios de la cumbia (Trompeta, tambores, guitarra, congo, clarinetes, organillos, etc.)

En este blog también hemos dicho que Cristo tiene algo de rebelde, frente a las injusticias vividas en su etapa terrenal (hace 2000 años), y por eso el muralista puede darle un toque artístico a la imágen de Jesús, que no solamente motivaría a los evangélicos apreciar los colores sino también darle un matiz mas humano del nazareno hasta el mas ateo bueno para el borgoña. Claro que sin perder el norte, de lo que significa la buena y sana predicación en virtud de aquellas almas que en Valpo realmente andan perdidas.

De esta forma, el arte puede ser usado con tintes pragmáticos. O sea, se entiende que por miles de años todas las iglesias han usado la propaganda para mantener y quizás aumentar los feligreses, a su respectiva comunidad religiosa.