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| Foto de la ciudad de Concepción (Chile) |
CONCEPCIÓN, Enero del 2012
Concepción es una ciudad muy poblada de la zona centro-sur de Chile, y el sector de Chillancito presenciaba una soleada tarde de Enero. Los buses andaban por la calle Camilo Henríquez, y desde allí vienen los ruidos de los autos enchulados y las motos.
Un joven se baña en la ducha de su casa, lleva muchos minutos ahí mojándose. Es moreno de piel, macizo, alto y de 24 años, aparenta mas edad pero psicológicamente tiene la inocencia de un niño. Eugenio Lama corta la llave del agua, sale de la ducha dejando caer gotas en el piso, y se afeita frente al espejo, se seca con la toalla, y se va del baño con algo puesto de la cintura a los pies pero sin roipa de la cintura a la cabeza.
Sube al segundo piso, y en una silla tiene lista la ropa para ponerse, se viste con polera negra de cuello redondo, blue-jeans azul, un par de zapatillas blancas, un jockey de color beige en la cabeza, y nunca faltan sus gafas negras, menos si se trata de viajar lagos 615 kilometros para pasear por los pintorescos rincones, cerros y calles de Valparaiso.
Baja corriendo al primer piso, entra al comedor y se sirve una taza de café con una paila de huevos revueltos, para comerselos con pan frances. Una hora despues sale de su casa, vive en un pasaje residencial y de estrato social clase media cercano al terminal de buses, con una mochila en su espalda va al "negocio" de la esquina para comprar una botellita de nectar con sabor a piña, y tambien un delicioso paquete de galletas con sabor a mantequilla, los cuales tiene pensado servirselos dentro del bus.
Cuando el reloj marcaba las 22:00 horas el chico esperaba el bus, estaba ahi solo pero entusiasmado (y no es para menos) en los limpios, silenciosos y vacios andenes del Terminal de Buses de Camilo Henriquez.
VALPARAÍSO
Despues de nueve horas ininterrumpidas de viaje llega a Valparaiso, una ciudad llena de edificios antiguos, sobre todo en el sector centrico.
Eugenio mira curioso la densa neblina que dominaba las calles céntricas por la ventana, condición climatica que combinaba con el dia nublado y con el frio matinal que tanto el sureño como el resto de los pasajeros sentian adentro del bus.
Llego al Terminal Rodoviario (donde habia gente adentro del edificio y tambien afuera, en los andenes), y el trasnochado penquista baja del bus cuando la maquina llega al anden, antes de salir del lugar entra a la Cafeteria Paxin que está en la salida del terminal, allí se sentó a desayunar y sacó de su billetera un billete de mil pesos ($ 1.000) para pagar el café y los dos sandwiches (de queso con jamón).
Camina por la vereda unas cuatro cuadras, pasando por el popular mercado El Cardonal (un tanto sucio), hasta llegar a la transitada Avenida Errazuriz (adornada con palmeras grandes en una de sus veredas), aunque estaba un tanto precavido para asegurarse de que algun delincuente no lo asalte, luego cruzo la calle y camina a mano derecha unos cuantos metros, hasta llegar al paradero de buses que está al frente del campus universitario de la Universidad Católica de Valparaiso (UCV).
Al bus se les llama "micros" como un chilenismo que se refiere al transporte urbano de las ciudades grandes.
Allí vio dos "micros" detenidas en la calzada, pues los conductores esperan sentados a mas pasajeros que se suban a sus respectivas maquinas para que se les pague la tarifa, las monedas son parte de su sueldo.
Eugenio se subió, aun entusiasmado, a una de esas "micros" porque quería conocer y recorrer dos de los lugares iconos y emblemáticos de Valparaiso: la Plaza Sotomayor y el Muelle Prat.
Se sentó alegre y casi egocéntrico, a dos filas atras del chofer, mientras este manejaba en su volante a alta velocidad, colocaba la musica a todo volumen cosa que los pocos pasajeros en el bus escuchaban reggaeton "a todo chancho".
En un par de minutos se baja del bus , a 23 cuadras del paradero donde se había subido, despues de que la micro recorriera una avenida media curva tipo costanera, y en torno a la bahia porteña, entre todo el sector cercano al Terminal de Buses y la Plaza Sotomayor.
Pero esto fue solo una parte de todos los parajes urbanos, turisticos y culturales que Eugenio recorrio en Valparaiso (Como el Ascensor Artilleria), Viña del Mar y Reñaca (Sobre todo en el Sector 5, rodeado de argentinos-mendocinos veraneantes) durante el dia. Y en el Terminal de Buses de Viña, un poco frustrado, tomó el bus a las 22:00 horas de ese mismo dia ¡y se fue!
FIN - Relato terminado
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Fotos de la ciudad de Concepción - CHILE
CUENTO - Un penquista en Punta Arenas (Verano del 2016)
RELATO LITERARIO - El enamorado (2016)
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Baja corriendo al primer piso, entra al comedor y se sirve una taza de café con una paila de huevos revueltos, para comerselos con pan frances. Una hora despues sale de su casa, vive en un pasaje residencial y de estrato social clase media cercano al terminal de buses, con una mochila en su espalda va al "negocio" de la esquina para comprar una botellita de nectar con sabor a piña, y tambien un delicioso paquete de galletas con sabor a mantequilla, los cuales tiene pensado servirselos dentro del bus.
Cuando el reloj marcaba las 22:00 horas el chico esperaba el bus, estaba ahi solo pero entusiasmado (y no es para menos) en los limpios, silenciosos y vacios andenes del Terminal de Buses de Camilo Henriquez.
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| Valparaiso (Chile). Los buses entran por Avda. Argentina |
Despues de nueve horas ininterrumpidas de viaje llega a Valparaiso, una ciudad llena de edificios antiguos, sobre todo en el sector centrico.
Eugenio mira curioso la densa neblina que dominaba las calles céntricas por la ventana, condición climatica que combinaba con el dia nublado y con el frio matinal que tanto el sureño como el resto de los pasajeros sentian adentro del bus.
Llego al Terminal Rodoviario (donde habia gente adentro del edificio y tambien afuera, en los andenes), y el trasnochado penquista baja del bus cuando la maquina llega al anden, antes de salir del lugar entra a la Cafeteria Paxin que está en la salida del terminal, allí se sentó a desayunar y sacó de su billetera un billete de mil pesos ($ 1.000) para pagar el café y los dos sandwiches (de queso con jamón).
Camina por la vereda unas cuatro cuadras, pasando por el popular mercado El Cardonal (un tanto sucio), hasta llegar a la transitada Avenida Errazuriz (adornada con palmeras grandes en una de sus veredas), aunque estaba un tanto precavido para asegurarse de que algun delincuente no lo asalte, luego cruzo la calle y camina a mano derecha unos cuantos metros, hasta llegar al paradero de buses que está al frente del campus universitario de la Universidad Católica de Valparaiso (UCV).
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| Valparaíso, Mercado El Cardonal |
Allí vio dos "micros" detenidas en la calzada, pues los conductores esperan sentados a mas pasajeros que se suban a sus respectivas maquinas para que se les pague la tarifa, las monedas son parte de su sueldo.
Eugenio se subió, aun entusiasmado, a una de esas "micros" porque quería conocer y recorrer dos de los lugares iconos y emblemáticos de Valparaiso: la Plaza Sotomayor y el Muelle Prat.
Se sentó alegre y casi egocéntrico, a dos filas atras del chofer, mientras este manejaba en su volante a alta velocidad, colocaba la musica a todo volumen cosa que los pocos pasajeros en el bus escuchaban reggaeton "a todo chancho".
En un par de minutos se baja del bus , a 23 cuadras del paradero donde se había subido, despues de que la micro recorriera una avenida media curva tipo costanera, y en torno a la bahia porteña, entre todo el sector cercano al Terminal de Buses y la Plaza Sotomayor.
Pero esto fue solo una parte de todos los parajes urbanos, turisticos y culturales que Eugenio recorrio en Valparaiso (Como el Ascensor Artilleria), Viña del Mar y Reñaca (Sobre todo en el Sector 5, rodeado de argentinos-mendocinos veraneantes) durante el dia. Y en el Terminal de Buses de Viña, un poco frustrado, tomó el bus a las 22:00 horas de ese mismo dia ¡y se fue!
FIN - Relato terminado
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