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martes, 28 de enero de 2014

Conozca la historia de como PENCO SE LOGRÓ REFUNDAR EN 1822

La Proclama de PENCO - 1822

El año 1822 soplan en Chile nuevos aires: El país recientemente logra la independencia del imperio español, y el Libertador Bernardo O´Higgins gobierna sus últimos meses en calidad de Director Supremo de la Nación. Por esos días, los pocos vecinos de la abandonada ciudad de Concepción (Penco), imitando el espíritu nacional de libertad y amor a la tierra en la cual viven, se organizan para solicitar a la autoridad el cese de cobros de arriendo por vivir en terrenos que legalmente son propiedad del Cabildo de Concepción, pero que pertenecían anteriormente a sus propios padres.

 En efecto, 57 años antes, en 1765 los habitantes de Concepcion en el asentamiento de Penco, son obligados a trasladarse a la nueva ciudad, al actual Concepcion. Esto con el objeto de evitar la proliferacion de un poblado en un lugar que resultaba extremadamente peligroso para vivir, mas aun despues de la total destruccion sufrida a consecuencia de los terremotos y entradas destructivas del mar, en los años 1730 y 1751.


La negativa insistente de algunos vecinos por quedarse en las playas de Penco, obliga al cabildo de Concepcion a decretar una prohibicion de habitar y construir en la arruinada ciudad. Ademas de constantes amenazas de los penquistas, de quemar las viviendas de los pencones. Posteriormente, y ante el desacato de esto, el cabildo inicia el cobro de arriendos por "ocupacion ilegal de terrenos". Segun los relatos de LOUIS DUPERREY, a bordo de "LA COQUILLE", en su libro "VOYAGE AUTOUR DU MONDE", señala que en la arruinada ciudad no hay mas que 30 casas o, "MAS BIEN DICHO CASUCHAS".

 Es asi como, lograda la independencia del pais, los hijos de los obstinados "pencones", que se mantuvieron por casi 60 años contra todas las presiones de la autoridad monarquica, deciden dar un gran paso, quizas el mas importante de nuestra historia, como localidad independiente de Concepcion. En una asamblea, aparentemente liderada por miembros de la FAMILIA GAJARDO, deciden formalizar una peticion escrita al gobierno, solicitando el cese de cobros, lo que permitira iniciar la reconstruccion de una nueva ciudad, no llamada "CONCEPCION DE MARIA PURISIMA DEL NUEVO EXTREMO". Esta nueva ciudad, retomaria el nombre original del valle, antes de la llegada de los españoles: "PENCO".


La asamblea termina con la redaccion de una carta, escrita por DON FRANCISCO GAJARDO, la que es firmada por los cincuenta y un vecinos presentes. Lamentablemente, solo recibiran respuesta 20 años mas tarde, bajo el gobierno del PRESIDENTE DE CHILE, el penquista MANUEL BULNES.

 No obstante, este documento pasa a ser el acta fundamental del anhelo irrenunciable de chilenos y chilenas por mantener sus raices en la vieja ciudad, la misma que los vio nacer, a ellos, a sus padres y los padres de estos.

 Tras un largo trabajo de investigacion, se logro publicar este historico documento, inedito. Pronto esta carta cumplira 200 años (en el año 2022), y es un regalo a futuras generaciones. Estas lineas representan el amor de los "FUNDADORES DE PENCO". Sin duda, mucho de lo que los actuales pencones le deben a estos 51 chilenos.

(Pagina 154 - EL LIBRO DE ORO, Victor Hugo Figueroa)


LA PROCLAMA DE PENCO ESTÁ ESCANEADA Y PUBLICADA EN EL LIBRO DE ORO DE VICTOR HUGO FIGUEROA, EN LAS PAGINAS 155, 156 Y 157. Y este libro ya está disponible con muchos ejemplares en la Biblioteca Municipal de Penco, ubicada en Calle Roble 243 de esta comuna.

 Carta de los vecinos de Penco solicitando vivir libremente en el valle de Penco, año 1822. 


"El vecindario de la ciudad antigua de Penco con la mayor sumision, y como mas haya lugar en cuanto ante Ud parecimos, y decidimos: que desde inmemorial tiempo, o despues de la ruina en que se traslado la poblacion a la ciudad de Concepcion a la que padecimos, y pagamos tributo para vivir en aquellos terrenos: esta imposicion fue puesta por el injusto gobierno monarquico, pagando cada uno un peso anual, decidido solo a un sitio de costumbre en donde terminamos una poblaciones que levantaron nuestros antecesores, ya sin nosotros mismos en aquellos vestigios, hoy nos hallamos en mas apuros pagando dos por la misma circunstancia, tanto para la dureza de su remate, cuanto por el interes que tiene en otros terrenos, para la puja que hacen en la subasta publica a que se hallan reducidos. Estos conocimientos nos hace creer que sean ajenos de un gobierno liberal; y esperamos en Ud que vista una peticion sea elevada a manos del Sr. Gobernador Intendente para que con su informe (si lo haya de justicia) se nos suspenda de esta esclavitud que estamos reducidos para que a los que estamos poblados se nos de el correspondiente titulo como a los demas que quieran verificarlo, pues muchos llevamos de esta tirania no quieren hacerlo. (....) 

El dia que respiramos libertad y mayormente en esta estacion de arreglo nos mueve a tomar en planta estas diligencias, a fin que su adelantamiento sea honorable a la nacion, y que lleguemos a tener parte en su representacion: por tanto, y en Virtud de los puestos. (...) 

Suplicamos que en virtud de lo expuesto, ya viendonos parapetados, se sirva a ver como lo solicitamos en el ex son de esta peticion que esperamos alcanzarla de su benigno corazon, que es justicia y juramos no proceder de malicia".

(Pagina 155 - EL LIBRO DE ORO, Victor Hugo Figueroa)

Dentro de la antigua pero muy valiosa PROCLAMA DE PENCO que les acabo de transcribir aparecen varios nombres, de los vecinos del Penco antiguo que formaron parte de la asamblea donde se efectuó y se dictó el documento.

Matias Zapata, Pablo Zapata, Gregorio Pradenas, Pablo Cariaga, Pedro Novoa, Jose Aguayo, Antonio Aguilera, Marcos Silva, Domingo Lama, Juan Francisco Reyes, Marcos Guerrero, Juan Gajardo, Maria del Solar, Javiera Nogueira, Domingo Leal, Bernardo Alarcon, Jose Pinto, Pedro Andana, Vicente (Bicente) Mella, Martin Sanchez, Jose Montesinos, Juan Cartes, Silverio Pardo, Carlos Pinto, Miguel Barrientos, Antonio Bahamondes (Bamondes), Jose Maria Garcia, Silvia Lara, Tomasa Silva, Jose Maria Ruiz, Autina Vega, Jose Candia, Bonifacio Guajardo, Manuel Alarcon, Stefania Lagos, Manuela Diaz, Clemente Avila, Alberto Peña, Carmen Neira, Maria de Latorre, etc. 

En realidad aparecian mas nombres pero en el documento escaneado habian nombres y apellidos complicados de leer, por tratarse de una proclama del año 1822 la escritura estaba hecha a pluma.



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