Errores de los alcaldes UDI

Las pasadas elecciones municipales reflejaron el fracaso del oficialismo, tanto a nivel nacional como local.  Y desde este domingo Coronel sería la única comuna con alcalde de derecha.
Jacqueline Van Rysselberghe, alcaldesa de Concepción entre 2000 y 2010, fue criticada por la construcción de las “frustradas” tulipas en el paseo peatonal, los sobresueldos a los funcionarios municipales de confianza, la deuda en su periodo alcaldicio con un millonario déficit de 3 mil millones de pesos,  el estancamiento urbano de la ciudad (calles emblemáticas aun con adoquines, poca gestión cultural, fuerte contraste del centro con muchos barrios), y su cercano aunque dudoso vínculo con dirigentes vecinales. Cuando dejó el cargo la reemplazó Patricio Kuhn, pero en sus dos años como alcalde mostró poco liderazgo. Y su candidato, Emilio Armstrong, perdió porque -en comparación con Álvaro Ortiz- su trayectoria política era mucho menor.
Guillermo Cáceres, alcalde de Penco entre 2005 y 2012, partió como “el alcalde que llevaría a Penco al progreso” aprovechando el mal momento del entonces DC Ramón Fuentealba, pero terminó decepcionando porque “la comuna sigue igual”. Su gestión carecía de visión y de proyectos de envergadura; ganó “antipatía popular” tras ordenar el corte de los pinos del sector Corabit, el abandono al todavía inconcluso edificio de servicios públicos, algunos “programas burlescos” de la radio comunitaria (que es municipal), la entrega de canastos familiares mensuales a cambio de votos, y el intervencionismo político meses antes de las elecciones.