Del sitio web
http://www.revistalareplica.com/2011/02/27/27-f/
“Quienes pueden renunciar a su libertad esencial para obtener una pequeña seguridad temporal no merecen ni libertad ni seguridad." Benjamin Franklin
En los tiempos que corren todo, tragedias incluidas, son utilizadas descaradamente tanto por los medios de comunicación como por las autoridades de gobiernos, al punto que ambas llegan a confundirse. Imposible olvidar los gigantescos afiches en los que la cuestionada actual Intendenta aparecía agradeciendo a la sobrevalorada Radio Bío Bío, en los días posteriores al terremoto.
Por Ítalo Polizzi
Exactamente un año después, este fin de semana hemos presenciado un circo gubernamental y mediático – justo cuando termina la cortina de humo del Festival de Viña y mientras se aprueba por unanimidad la central termoeléctrica más contaminante de Sud América – sólo comparable con el execrable show en el que transformaron la tragedia minera.
Y me pregunto ¿Ha existido alguna autocrítica de parte de nuestras autoridades? ¿Del señor Marcelo Rivera que lloraba que vinieran a matar? ¿De la entonces alcaldesa que hacia el ridículo mundial porque ya veía que los “picantes” de Pedro de Valdivia bajo, a donde va a regalar canastas familiares cuando hay elecciones, se venían a meter a sus mansiones en Lonco? …Tras la “reestructuración” de la ONEMI ¿Qué ha ocurrido con el SHOA? ¿Cómo es posible que el “despreocupado” Almirante Edmundo González siga en su cargo?.
Y los medios ¿Se han oído autocríticas? ¿De la Bío Bío, por ayudar a difundir el pánico al poner al aire y sin filtro a la primera vieja que aparecía asustando con que venían las “hordas de flaites” que nunca llegaron? ¿A TVN por denigar a la gente que recuperaba alimentos y cosas desde el LIDER, mientras pasaban por alto ese símbolo del saqueo, la corrupción y la usura, Alto Río, que estaba derrumbado a media cuadra de ahí? …Y aquí me quiero detener. Si bien no participé en los saqueos porque supe tarde, vivo lejos y en la “ley del más fuerte” salgo para atrás, quiero declarar que justifico completamente lo ocurrido en las multitiendas y grandes supermercados de la zona. Poco les sacaron a los fariseos del LIDER, empresa negrera y abusiva, que recuperó con creces lo perdido en ese tongo de la solidaridad patria que fue la Teletón de “ayuda” a los damnificados.
Claro, uno hubiese deseado que, al estilo argentino o del Chile de fines de los 80´s, existiera más solidaridad y organización, y los alimentos y artículos se hubiesen repartido en las poblaciones…pero imagino que es mucho pedir para un pueblo egoísta y arribista como el nuestro. Aparte, y como dijo Bielsa, ¿Querían que la gente no sacara plasmas, si los estuvieron bombardeando todo el año con nuestras figuras faranduleras en comerciales de retail con que el mundial había que verlo en pantalla grande? Y, por lo demás, los que se llevaron refrigeradores, coolers y LCDs venían en 4x4 y no se las llevaron precisamente a Tucapel Bajo.
Y aquí llegamos al último punto: la bendita “seguridad”. Por suerte acá en el barrio nos organizamos (delincuentes nunca llegaron pero compartimos como vecinos como hace tiempo no se hacía) y pudimos frenar a tiempo a los Rambos de cartón que andaban asustando a las viejas con el cuento de las “hordas”. No me extrañaría que el rumor viniera intencionado para que este pueblo sin memoria pidiera a gritos que llegaran los milicos a reinstaurar el “orden” perdido. En buena hora que no llegaron antes como pedía la chusma o casos como el del asesinato del poblador Daniel Riquelme por efectivos de la Armada, el 10 de marzo en Hualpen, se habrían multiplicado.
Y aquí estamos, un año después, con una reconstrucción a paso de tortuga, con fotos falsas de los supuestos avances, con mentiras de las autoridades regionales que son avaladas por el gobierno central y sin que nada haya cambiado, al menos para bien…
Para terminar hago un llamado a que nos saquemos las caretas y nos sinceremos de una buena vez. Propongo, para empezar, cambiar el lema del escudo patrio “Por la razón o la fuerza”, por el mas honesto “Lo que usted mande, mi patroncito”, que creo que nos representa mejor y nos describe en cuerpo y alma.
Eso sería, y nos vemos el próximo terremoto.
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