Las implicancias de la menor ayuda fiscal

“Miren en las condiciones en que nos tienen, este es el extremo que necesitaban”, manifestó el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad del Bío Bío, Gabriel Benelli P., luego de ser detenido por carabineros en la plaza de la independencia de Concepción el pasado lunes, tras intentar quemarse a lo bonzo. Ahora bien, pese a los reparos que generó la temeraria acción del dirigente penquista, no cabe duda, que los lineamientos que fundamentan la movilización de la UBB reflejan el problema crónico de la educación superior chilena, su desfinanciamiento de parte del Estado.

La merma de los recursos fiscales a las universidades del Consejo de Rectores, no es reciente, sino que ha sido una constante en los últimos años, y lo que es peor, no se vislumbra una actitud contraria, ya que el cuestionado presupuesto de educación 2010, en lo que se refiere a educación superior contempla una reducción de 23 mil 500 millones de pesos. Lo que incidirá en menores beneficios de becas y créditos, principalmente, para los futuros alumnos novatos que ingresen a la universidad.

Sin ahondar en cuáles pueden ser las posibles motivaciones de esta errada política de parte del Estado, lo que corresponde determinar son las consecuencias que esto genera. En primer orden, se fomenta una política crediticia, donde la banca aparece como la solución de miles de universitarios, que ante la desprotección estatal, deben recurrir a créditos bancarios de diversa índole, lo que conlleva al paulatino endeudamiento de éstos.

Deudas que a su vez se convierten en un verdadero problema social, dado que ante la incertidumbre de cancelar dicho compromiso, los alumnos caen en el stress y en situaciones realmente complejas, las cuales inciden directamente en el rendimiento académico. Además, se da la paradoja de que al momento de egresar, los universitarios en vez de priorizar su inserción en el mundo laboral para delinear su proyectos personales, se ven coartados por las deudas impagas, caducando sus anhelos y ambiciones.

Por otro lado, otra secuela palpable es el alza que se produce en los aranceles universitarios. “Esta medida tomada por el Consejo de Rectores evidencia otra falencia del sistema de educación superior, la excesiva preocupación de los rectores por mantener en orden las finanzas de sus respectivas casas de estudio, optando por sostener los números en azul a costa del bolsillo de los alumnos”, expresó Nicolás Retamal R., Secretario General de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica de la Santísima Concepción.

Ante lo expuesto, ¿Qué podemos hacer los dirigentes universitarios para cambiar esta realidad? Un primer paso, sin duda, ha sido la demanda surgida en la zona, donde fue la Universidad de Concepción la que este segundo semestre exigió un congelamiento de los aranceles, lo que finalmente consiguió por un lapso de tres años. Así con posterioridad, la Universidad Técnica Federico Santa María y la Universidad del Bío Bío, iniciaron movilizaciones en el mismo sentido, teniendo resultados distintos a la fecha.

Sobre lo anterior, cabe recalcar que la UCSC, tampoco ha estado ajena de esta discusión, y es por eso que se encuentra actualmente en instancias de negociación con sus autoridades, para hacer cumplir en primer orden el acuerdo logrado por la anterior Federación de Estudiantes, que se basa en reajustar el arancel de acuerdo al IPC. Mientras que el segundo paso consistirá en perfeccionar dicho acuerdo, haciéndolo extensivo a los futuros alumnos novatos.

Pero lo anterior, sólo son respuestas a exigencias de la coyuntura, por eso el gran desafío que debe convocar a las universidades penquistas y también nacionales, es producir un cambio político importante, un cambio en la Constitución que garantice un real financiamiento de parte del Estado a la educación superior, “sólo así fortaleceremos el rol de las universidades públicas y de paso terminaremos con la elitización educativa que ampara este sistema económico neoliberal”, puntualizó Karol Cariola O., candidata a la reelección de la presidencia de la Federación de Estudiantes de la UDEC.

En consecuencia, el futuro que le depara a la acción universitaria pese a vislumbrarse complejo, está legitimado ante la comunidad por la grandeza de sus alcances, tendientes no sólo a fortalecer el financiamiento de la educación superior chilena, sino que también en contribuir al engrandecimiento de la democracia, mediante la concreción de igualdad de oportunidades a la hora de estudiar.

Carlos Ruminott B.

Presidente FEUC-SC

Este articulo puede verse en un link del Diario El Sur de Concepcion