Recuerdos de un entretenido “Retiro Espiritual” en el Convento El Buen Pastor (CONCEPCIÓN) – 2004

Congregación El Buen Pastor, Concepción

Muchos de los jóvenes que quieran hacer la confirmación en su capilla católica más cercana, deben pasar (como parte del protocolo) por dos años de formación o catecismos. Por ejemplo, muchos se inscriben a los 14 años y reciben el sacramento a los 16 ¡Una cosa así!

Cada sábado es un día más de actividad en los chiquillos, y es por eso que cursando primero o segundo medio en el liceo tienen dos actividades en una semana: clases (colegio) y catecismo (confirmación). Con el correr de los meses los compañeros ya son parte de tu vida como joven.

¡Bueno! Pasa que un par de semanas antes de la ceremonia final en la parroquia, todos los grupos que conformaban el nivel 2 de Confirmación se juntan para participar del Gran Retiro espiritual, que se desarrolla en un fin de semana completo (Viernes en la noche, Sábado y Domingo).

A diferencia de la rigurosidad con que se realizan los retiros evangélicos (incluso, con oraciones en madrugada), un retiro católico para jóvenes es bastante ameno. Aun cuando el propósito central de esta actividad es propiciar espacios para una reflexión espiritual-cristiana.

Son actividades bien lúdicas y entretenidas en verdad, donde en el día no se está exigiendo ni obligando a cada joven pescar un rosario (como se pudiera pensar) y leer la biblia de mañana a noche, son caricaturas no más. Hay momentos u horarios donde cada joven debe desarrollar actividades.

Los monitores (que son los tíos en estos grupos de confirmación) cumplen más bien función de acompañante a ese joven que aspire recibir la confirmación. En una mañana debe realizar en promedio 2 o 3 tareas sencillas, tipo tarea de colegio, donde debe analizar pequeños versículos bíblicos.

El joven puede hacer estas tareas como estime conveniente, puede hacerla solo o bien en su grupo de compañeros con quienes siempre se juntaba en cada reunión de catequesis. Este retiro se hace en un convento, asignado en el fin de semana para recibir a unos 50 o 60 jovenes.

Pero la actividad es en sí acogedora, cordial y cálida. Las horas del desayuno, del almuerzo y de la once son los mejores momentos del día. Las "monjitas" que están a cargo del convento preparan un tremendo banquete, y allí compartimos entre todos. Se permiten algunas libertades.