Eugenio veía televisión en su casa, cuando en la puerta ¡sonaba el timbre! Partió a abrir
Eugenio:- ¡Ah! Hola Don Rubén, ¿¡Cómo está usted!?
Rubén:- Hola Eugenio, le recuerdo que usted me debe un año de arriendo
Eugenio:- Pero subió la bencina ¡Usted sabe como está la cosa en estos días!, y allí... la bencinera.... me comió toda la plata ($$) fíjeseé..
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