Un profesional joven acaba de entrar a su nuevo empleo, y hasta la fecha transcurrieron varios días en que este varón cumple con sus labores. Con el tiempo su buena presencia empieza a provocar los primeros sentimientos de envidia entre quienes trabajan en la empresa, aunque con roles menos “dignos” (por decirlo de una forma).
Era
una tarde cualquiera, cuando Daniel ya cumplía otra jornada laboral. Eran casi
las 17 horas cuando este profesional ya debía partir rumbo a casa. El joven
tiene la costumbre de saludar a todas las personas que vea en el camino,
incluso a auxiliares y porteros.
Profesional
(Saliendo de la empresa):- ¡Hasta luego señor!
Auxiliar:-
(Algo "envidioso") ¡Chaooo... cabro chico! ¡Derechito para la casa! Mira que en tu
cuna, la mamita le va a dar su mamadera Jua jua jua !
Profesional:-
¿¡Perdón!?
Auxiliar:-
¡Ya! ¡Andate para la casa no mas! ¡Se va a hacer muy tarde! ¡Lo está esperando
su mamita en la casa! Jua jua jua
Profesional:-
Disculpe, pero ¿¡Que se cree!? ¿Por qué me habla así?
Auxiliar:-
No, si te dije que te cuidaras en el camino no mas ¡Calmate! Jua jua
Profesional:-
Que no hayas terminado tu cuarto medio no significa que yo tenga la culpa ¡Roto
ordinario!
Auxiliar:-
(Enojado) ¡A ver! ¡A ver! ¿¡Que pasó!? ¿¡Ah!? ¿¡Tenis algun problema conmigo!?
¡Que tengas un titulo universitario, a ti no te da ningun derecho en
insultarme! ¿¡Estamos!?
Y
de repente viene el jefe de personal, tras escuchar esta tensa discusión.
Jefe
de personal:- ¿¡Pasa algo aquí!?
Auxiliar:-
Si jefe, este joven me está discriminando porque soy un trabajador humilde.
Jefe
de personal:- ¿¡Es cierto eso Daniel!? ¡Acompáñeme!
Y
Daniel aguantando el mal rato, para no empeorar las cosas, acompaña al jefe. Habrán
transcurrido dos horas de una larga conversación, pero cuando ambos ya salen de
la oficina el auxiliar logra desde lejos captar parte de la conversación.
Jefe
de personal:- ¡Bien Daniel! Ya sabes que cuando te enfrentes a algun tipo de
acoso por parte de algun trabajador, ¡mira! es mejor que aguantes y que al otro
dia lo hables conmigo. Seguirás trabajando en esta empresa con nosotros.
Profesional:-
Muchas gracias Don Gabriel, cuente con eso.
Jefe
de personal:- Hasta luego Daniel, que tenga una gran tarde y ¡descanse! ¿ya?
El
auxiliar pensó que el jefe iba a despedirlo, pero como no fue así quedo “con
sangre en el ojo” (Como se dice).
Daniel
iba saliendo del edificio, cuando el auxiliar otra vez lo molesta.
Auxiliar:-
Ahora anda a llorarle a la mamita ¡chiquitito! ¡Hijito de mamá!
Profesional:-
¡Que no hayas terminado tu cuarto medio, a ti no te da ningún derecho en
insultarme! ¡Buenas tardes!
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