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miércoles, 3 de octubre de 2018

LAS RADIOS PENQUISTAS NO TIENEN PROGRAMAS JUVENILES - “Traer a los oyentes a la radio (…) y llevar la radio a los oyentes (…), depende más de la voluntad de los realizadores que de la inversión de cuantiosos recursos” (Suarez S. M., 2013) - Texto de marzo del año 2016


Las radios penquistas en FM
NO TIENEN PROGRAMAS JUVENILES

Si una localidad tiene una sola emisora, hay mayor garantía de éxito si ésta transmite contenidos para todo tipo de público. Pero en la Radio de Penco los jóvenes, y sobre todo los estilos mas underground (como el rock o el reggae), son marginados de su programación. NO HAY ROCK! 


“La monotonía genera aburrimiento” (Proverbio francés, s.f.) [1]

Bien es sabido que en la mayoría de las radios penquistas, por FM, se le da más prioridad a colocar canciones del recuerdo, mientras que hoy (en mayo de 2016) escasean los programas juveniles.

En un sondeo (aunque un tanto artesanal) de 192 canciones tocadas por la radio, el 78% corresponde a éxitos que superan los 10 años de antigüedad. Mientras que un 12% es de canciones actuales no-juveniles (como la balada) y apenas un 10% son éxitos preferidos por adolescentes.  

Ismael Muñoz, jefe de la Radio RDI de Concepción 88.5 FM
Las radios que realizan esta práctica (con una programación bastante parecida una con otra) son: Radio Doña Inés 88.5 FM, La Radio de Penco 107.9 FM, Radio Digital 88.1 FM, Radio Oceanía 93.7 FM y Radio Femenina 96.7 FM. Aquí claramente predominan la monotonía y el conservadurismo radial.  

Monotonía se define como uniformidad, igualdad en cierto ámbito (aunque en sentido peyorativo). Y también como falta de variedad en el estilo. [2]

Un caso de monotonía radial lo expone el periodista español, Guillermo Jiménez Smerdou, quien en marzo de 2016 catalogó a la programación radial de su país como desesperante.  [3]

Esto porque al parecer la mayoría de las emisoras hispanas colocan canciones en inglés, algo que se contradice con uno de los íconos más emblemáticos de la identidad española: su idioma. Reconociendo así que por internet sintoniza radios latinoamericanas, y todo por escuchar música en castellano.

“Si uno juega con el dial unos minutos comprobará que todas las emisoras ofrecen grabaciones o programas en directo con un mismo denominador común: conjuntos y solistas cantando en inglés” (Jiménez Smerdou, 2016). [4]

Dicho de otra forma entonces, a Jiménez Smerdou le parece que a las radios en su país le falta una mayor variedad.

Mario Montecino, locutor de la Radio de Penco 107.7 FM
Está demás señalar que Concepción (Chile) y España tienen algo en común, aquello tiene relación con la tan criticada “programación radial monótona”, aunque en diferentes perspectivas. El comentarista español hacía alusión al exceso de música en inglés, mientras que en la ciudad penquista hay un predominio de la música del recuerdo.

Quien también coincide con esta falta de autenticidad es Juan Domingo Ramírez, aunque a nivel nacional.

“La programación radial chilena, salvo honorables excepciones, es estandarizada y homogénea (Ramírez, Juan. D., 1999)” [5]

Dentro de las falencias que tienen las radios locales se pueden desglosar dos perspectivas: la realidad penquista y la pencona (esta última referente a las radios comunales).

Programación musical entre la Radio RDI
y la Radio de Penco ¿¡ CUÁL ES LA DIFERENCIA !?
La Radio de Penco 107.9 FM tiene una parrilla musical idéntica a la de muchas radios de Concepción (sobre todo de las más conservadoras), y esto es más preocupante. Esto, según indica José Ignacio López, si “en una ciudad solo existiera una emisora, ésta no tendría necesidad de segmentar su audiencia”. [6]Al menos la ciudad penquista tiene muchas emisoras, pero Penco apenas tiene una y no puede marginar a sus jóvenes.

Por ende, si una localidad tiene una sola emisora, hay mayor garantía de éxito si ésta transmite contenidos para todo tipo de público. Teóricamente las radios generalistas permiten aquello, que cada horario sea dedicado a un segmento en particular. Pero en la Radio de Penco los jóvenes, y sobre todo los estilos mas underground (como el rock o el reggae), son marginados de su programación.

Michel Suárez Sian plantea que la programación radiofónica no debe entenderse como un ente aislado o un producto de laboratorio. Diversos factores obligan a su revisión periódica, entre ellos las preferencias de los oyentes, las exigencias publicitarias, las variaciones en las plantillas, los acontecimientos informativos y la programación de la competencia. [7]

Cebrián Herreros, citado por el autor anterior, afirma que la programación, en tanto proceso comunicativo, “trata de atender los comportamientos sociológicos de la audiencia, adapta los contenidos a sus necesidades y situaciones laborales y de ocio”. [8]

Pero esta monotonía también la podemos encontrar en el contenido. De hecho hay mucha diferencia entre crear un espacio juvenil (con todos sus componentes) y sólo colocar canciones pegajosas adjunto a un programa en vivo  poco atractivo, sobre todo si el locutor sólo nombra a nueve auspiciadores y de corrido, cero interacción con los auditores. [9]Esto demuestra que hasta para crear contenidos juveniles hay estructuras.

Y a modo de complemento, hay programas de radio cuya estructura es reiterativa en todos los bloques, una rutina que ya lleva ocho años al aire.   

En “El Tren de los recuerdos” [10](de Radio Doña Inés) más allá de ser un espacio para el público mayor, su locutor (Enrique Catalán) promociona un producto que además es su auspiciador. Se trata de “Trioseo Forte” y es el único contenido que menciona al micrófono, esto durante un programa y todos los días. Esta es otra forma de monotonía que por cierto ya ha generado críticas (aunque groseras) [11]en la red.

Sobre esto último, José Ignacio López reconoce que el exceso de publicidad, o espacios comerciales, en una radioemisora se debe a los pocos económicos que tienen dichas empresas, las que se ven obligadas a vender sus espacios. [12] 

 Al ponerse en el lugar de los radiodifusores, algunos de éstos podrían jurar de que los receptores son estáticos, cuyas necesidades comunicacionales han quedado satisfechas a través de la interpretación que los emisores hacen de la realidad. Pero en realidad no todos los auditores se conforman con el mensaje que se transmite. [13]

“Hay una comunicación lineal desde un emisor que controla la información y todo lo sabe, a un receptor estático, objeto del proceso, y no sujeto. Este receptor puede estimar que ha satisfecho sus necesidades comunicacionales, pero lo ha hecho a través de la interpretación de la realidad que para él efectuaron un emisor y un actor que selecciona los mensajes” (Ramírez, Juan, D., 1999). [14]

Las radios locales, salvo Bio-Bio y Puntosiete, funcionan con el tipo de programación total (o como radios generalistas). Aquí José Ignacio López, en su “Manual urgente para radialistas apasionados”, aclara que este modelo ofrece una variedad de géneros y contenidos a una audiencia variada, pero “no implica que todos los espacios sean para todo público” (López, 2005). [15]

            Si los locutores mayores de Concepción controlan los micrófonos de las radioemisoras, estos por lo general argumentan que los jóvenes son quienes no demuestran interés por participar más en los medios de comunicación. Ojo que esta marginación no es solo radial, sino que también social (desde la perspectiva laboral).

 Por ejemplo, la voz referente de Radio Doña Inés (Ismael Muñoz) tiene más de 50 años de trayectoria como locutor. Y en su emisora no hay otro colega menor de 30 años (edad).

Cualquiera pensaría que las emisoras debieran ser las más atractivas oportunidades de empleo, para los futuros DJ´s y locutores. Aunque tampoco es un mito que dentro de los filtros laborales (de cualquier oficio en realidad) la juventud también es discriminada. 

A continuación, un epígrafe publicado en el libro “La construcción histórica de la juventud en América Latina” expone un cierto grado de descontento, esto por la falta de oportunidades laborales a los jóvenes.

“Sobre la juventud pesan buen número de interrogantes, de problemas de difícil solución. No hay trabajo. Los jóvenes llegamos a los 25 años y la vida estalla con flores de mil colores en nuestro interior. Queremos luchar, fundar una familia, ser felices. Pero no hay trabajo…..somos una carga para la familia, llamemos a la puerta          que llamemos, todo el mundo nos responde ¡Hay crisis! ¿Qué porvenir nos espera?” (Feixa, C., y González, 2013, p.14) [16]

O quizás aun existan radiodifusores cuya visión sea conservadora, tradicionalista y provinciana. Pues desde el punto de vista semántico-teórico, los conceptos “juventud” y “rural” aparecen como contradictorio e irreconciliables. Pues según González, la “juventud campesina” aparece como un “interregno, una categoría sitiada en intersticios oscuros, casi invisibles”.

“Los jóvenes, como sujetos del proceso histórico y como categoría del análisis social, son un hallazgo reciente. Tanto en el Chile colonial como en el Estado republicano, la juventud, y particularmente la juventud popular, careció de identidad propia” (Goicovic, 2000).[17]

Esto es básicamente porque un hombre de campo asume responsabilidades (las mismas que la de un adulto de 30 años) tras cumplir la mayoría de edad. Ahí tenemos una explicación del porque el joven, un constructo creado por el capitalismo y en el mundo urbano, no genera relevancia en un tipo de radiodifusores patriarcal y conservador.

De hecho la edad es uno de los cinco factores que sustentan la discriminación laboral (Según contenidos teóricos para de los cursos de capacitación Chile + Capaz, del Sence), al igual que el género (sexo), el nivel de discapacidad, nivel socio-económico y la etnia. Pues “se considera que entre los 18 y 25 años se presentan los más altos índices de desocupación (Igor Gacitúa, S, 2015)”. [18]

Aunque independiente de la remuneración que cada uno recibe, esto no debiera motivar a las radios locales marginar al segmento juvenil, ya que el éxito de un programa se da por la cantidad de auditores. Pero esta realidad igual es relevante, dadas las pocas (o casi nulas) oportunidades que las emisoras abren para los futuros talentos radiales.

Desde la óptica del marketing, está claro que cada producto busca satisfacer una necesidad. Entonces es necesario preguntarse ¿Por qué tendrían que haber programas juveniles? ¿Cuál es su finalidad? La radio busca entretener, educar e informar, y lo que permite a un auditor darse su propio recreo (en medio de la rutina) es la primera de estas funciones.  Ejemplo de ello es escuchando su música favorita.

Aquí prima entonces la necesidad del entretenimiento y la recreación.

Según José Zepeda, va aumento la tendencia que se inició en los 70´s para hacer de “la radio un medio especializado con programación única”. Esa fragmentación abandona el clásico paradigma de la radio total y va en busca de los gustos personales de los oyentes. Pero esta práctica no se está aplicando en Concepción, mas aun cuando las radios segmentadas capitalinas están entre las más escuchadas.


“Cuando se trata de radios musicales es más pronunciado el éxito relativo. Primero, porque existe una cantidad sustantiva de oyentes que acuden a la radio como medio de compañía. Segundo, porque las empresas dedicadas a la música tienen costos más reducidos” (Zepeda, J., 2000, p.2). [19]

La crítica entonces va dirigida hacia la “programación radiofónica” de las emisoras penquistas, definida (a rasgos generales) como la planificación de una relación comunicativa entre una empresa de radio y una audiencia, “mediante unos contenidos sistematizados y organizados en un conjunto armónico, según unos criterios de selección, dosificación y ordenación” (Cebrián Herreros, 2001). [20]

“Traer a los oyentes a la radio (…) y llevar la radio a los oyentes (…), depende más de la voluntad de los realizadores que de la inversión de cuantiosos recursos” (Suarez S. M., 2013) [21]

El formato juvenil (aplicado a un programa o una radio completa) es definido como un estilo basado en la jerga adolescente, desenfadado, y además destinado a este tipo de público cuyo contenido predominante es la música[22].

Dado que la radio es un medio de comunicación que está en todos lados (en la casa o en el trabajo) es además un buen reponedor anímico, pero no solo por los últimos “hits” del momento sino que también por la compañía que brindan sus locutores.

Mientras más grande es la ciudad hay mayores casos de depresión y estrés, síntomas a las cuales la música (o una compañía entretenida) puede ser un tremendo remedio. Por algo los conductores de la locomoción colectiva hacen uso de su radio mientras manejan.   
De hecho, un artículo publicado (por el portal de CNN en español) indica que un buen ritmo puede cambiar la vida de una persona. Esto porque el oído tiene otras funciones aparte que el de escuchar, como determinar el equilibrio y estimular el cerebro en las más diversas áreas. Allí se entrevistó al psicólogo francés Alfred Tomatis. [23]
Escuchar música agradable ayuda a tratar casos de dolor crónico, problemas cardiovasculares, estrés e incluso algunos padecimientos mentales. También estimula el placer, ya que la dopamina liberada en el cerebro (mientras se escucha música) ayuda al cuerpo humano en el relajo, lo que en cadena provoca una sensación de bienestar general. [24]En resumen, cada género musical afecta al rendimiento.
Ahora, ¿Qué tan actualizados están los directores de varias radios penquistas sobre las últimas modas o tendencias juveniles? Gran parte del éxito se da cuando estas emisoras logren encajar con los gustos de una mayoría, es decir, mostrarse más atractivas.
Y si se busca desglosar más fríamente sobre este segmento, se debe tener conciencia (según el marketing) que las audiencias son producidas artificialmente y al mismo tiempo no existen. Esto porque los medios de comunicación, en su condición de empresas (como la radio), crean consumidores de un producto (como un programa) hasta convertirlos en audiencias.  
Efectivamente las audiencias son artificiales, es que no es lo mismo hablar de juventud si se comparan dos épocas diferentes. Ya sea entre la Edad Media donde el joven trabajaba sacrificadamente para ganarse la vida, y el 2016 en que tiene todas las facilidades tecnológicas –y a su alcance- para así desenvolverse mejor. 
El público juvenil históricamente fue producido en Chile desde la época de la Nueva Ola en los años 60´s (gracias a la radio), pero dado que los gustos se actualizan cada cinco o diez años las pautas son creadas por el mercado internacional de la música (no olvidar que los jóvenes tienen gustos que en gran parte son foráneos).
Entonces las radios lanzan así su oferta, y dependiendo de la demanda se observa si el contenido se consolida, siempre en concordancia con la moda anterior. 
La realidad de las radios y programas juveniles en nuestro país no es distinta a la del resto de América Latina, un efecto más de la rutinaria globalización. No es mito tampoco que la mayoría de los artistas tocados por este tipo de emisoras son extranjeros y por sobre los nacionales.
Predominan canciones en castellano e inglés, aunque muy de vez en cuando se ha escuchado música en otros idiomas como en portugués, sueco, alemán, japonés y coreano. Gran parte de las audiencias juveniles chilenas ni siquiera se producen en este país.
Dado que las audiencias juveniles ya están establecidas en la sociedad, se puede hacer una diferencia entre las radios santiaguinas y penquistas. Muchos adolescentes se sienten motivados a desempeñar actividades, después de escuchar programas de este género, en su hora de siesta. Y como la programación local va enfocada a un público mayor, su música es superficialmente repugnante y aburrida para los veinteañeros.  ´
Aunque como todo evoluciona en la vida, las radios juveniles de Santiago partieron satisfaciendo una necesidad en su momento, eso es lo que hoy se espera de algún creativo o emprendedor penquista.
Radio Carolina nació en 1975[25], para transmitir a los hogares aquellas canciones que sólo se tocaban en las discotecas. Pues hasta ese año las emisoras capitalinas tenían la misma mentalidad que hoy tienen casi todas las radios penquistas. Lo lógico es que esos cambios que se dieron hace décadas en Santiago se puedan consolidar también en Concepción, que es la segunda ciudad de Chile.
La segmentación de las radios fue un descubrimiento creativo, ya que la radio transmitía ambientes propios de una pista de clase en las casas. Entendiéndose creatividad como la facultad de creer, o la capacidad de crear, producir cosas nuevas y valiosas.
Ya cuando se consolidan las radios juveniles en las últimas cuatro décadas su posible regionalización es más bien una forma de innovación. Este último concepto se define como el resultado social de la creatividad, un proceso a través del cual se aplican importantes cambios comerciales en el mercado.
Una radio juvenil ayuda a evitar la fatiga durante las horas de trabajo, aunque de necesitar mayor concentración el auditor tiene la libertad de apagar la radio. El aburrimiento es lo opuesto a la motivación. De hecho hay estudios que indican como la música ayuda notablemente a que una persona no se aburra en sus actividades.

“En un estudio, el 85% de las personas prefieren escuchar música para poder distraer un poco y no encontrar su trabajo monótono y sin motivación” (Mosso, A., 1891). [26]

De sentirse fatigado una persona puede presentar los siguientes síntomas: emociones negativas, problemas interpersonales (o sociales), de salud, disminución del rendimiento, abuso de ciertas sustancias (café) y sentimientos de vacío.
Ya en el contexto iberoamericano nace en España el “estilo 40”[27], que en pocas palabras, es el formato de programa o radio juvenil. Se caracteriza por tener un lenguaje alegre, desenfadado, y también por enfocarse principalmente a la música. Esto es fruto del éxito que un programa, con el mismo nombre, alcanzara en la Radio Madrid durante los 60´ y 70´s.  
Iván Tenorio, en su libro La Nueva Radio, indica que al centrarse “en las políticas de programación de determinados medios de comunicación, basadas en intereses un tanto equivocados y que nada tienen que ver con el medio radiofónico, observaremos parrillas de programación  de ciertas emisoras marcadas por la automatización en su formato más puro e impersonal (...)” (Tenorio 2008 : 20)[28]
En el fondo reconoce que existen muchas personas (ya sean hombres de radio y auditores) conscientes de que estos medios  “obedecen a políticas verticales del pasado”. [29]
Una forma de examinar la política de estos medios es ver su estructura interna. Radio Doña Inés 88.5 FM presenta un ejemplo de aquello, donde su fundador,  director y locutor referente (cuyo voz se escucha en los jingles) es Ismael Muñoz, un hombre mayor, con más de 50 años de trayectoria como comunicador radial.
Independiente del tipo de público al que va enfocada su emisora es además de corte generalista, pero aun así no cuenta con espacios para jóvenes como tampoco para los últimos éxitos musicales.  Esto es conservadurismo radial.
Y Doña Inés tiene un contenido musical muy parecido al de la Radio de Penco 107.9 FM, donde se aplica la misma lógica. Allí las personas mayores son quienes tienen el protagonismo y tutela de esta emisora, a tal punto que uno de sus integrantes ejerce varias funciones a la vez. Aquí una persona es locutor, jefe de estudios, también es el único reportero, y su voz se escucha como el jingle de esta emisora.
En honor a la verdad ha habido intentos de espacios juveniles en La Radio de Penco, pero mientras no lleguen propuestas a la emisora (si es que acaso son aceptadas por sus dueños) predominarán dos cosas: El exceso de canciones antiguas, y su exclusión programática a los jóvenes. Como se ha dicho hasta el cansancio, esto también pasa en muchas otras radios de Concepción.
Iván Tenorio además advierte que si estas radios siguen con esta rutina están condenadas a caer por su propio peso. Fundamenta su crítica en que muchas parrillas de programación están copiadas unas de otras, también reconoce su sensación de que pudieran tener una fuente de inspiración no vocacional. Y su contenido  invita “a un alejamiento de las nuevas generaciones”.   
Jorge Méndez es director de Radio Carolina, una de las emisoras juveniles que hay en Chile y que es sintonizable en Concepción por el dial 91.7 FM. En una entrevista para la Revista Capital, señaló que en su emisora transmiten con energía positiva a través de la música y sus conductores. Todos allí mantienen el mismo grado de intensidad y pasión, indicó. [30]

“Carolina es una radio hiperactiva, que se encuentra en diferentes lugares al mismo tiempo. Los chicos de hoy son así, lo que hacemos es repetir un poco ese esquema. Para conseguir audiencias ya no es suficiente sólo con la radio, debes ser una especie de pulpo con un tentáculo en cada sitio”.  (J. Méndez, 2015) [31]

Tenorio advierte que hay otro grupo marginado por las radioemisoras, se trata de los niños. Ante eso plantea de forma abierta la siguiente pregunta: “Si los niños y jóvenes de hoy no escuchan la radio, ¿Quién lo hará mañana?”. [32]Siempre defensor de este medio de comunicación le preocupa que las redes sociales, o la creación de un programa radial mediante las tecnologías, desplacen en el futuro a la radio, un hito de las comunicaciones inventado hace un siglo.
Según el grupo Ipsos Media CT, en su publicación digital “Radio al aire, boletín Nº3”, el 53,2% de los jóvenes santiaguinos escucha radio. [33]Esto significa que, pese al auge de las redes sociales e internet, este medio sigue presente –hasta el momento- en auditores de entre 15 y 25 años, un panorama bastante alentador en ese sentido.
Las 10 radioemisoras más escuchadas por los jóvenes santiaguinos son: 40 Principales (14,6% de alcance), Carolina (13,6% de alcance), Radio Disney FM (8,2%), FM DOS (6,5%), Corazón (5,8%), Futuro (4,3%), Play (3,4%), Activa FM (3,4%) y Sonar (3,1%). [34]Seis de estas emisoras podrían considerarse radios juveniles: 40 Principales, Carolina, Radio Disney, Futuro (rock), Activa FM y Sonar.
Mientras que un estudio de audiencias, también realizado por Ipsos, indica que en Santiago 535.200 jóvenes (de entre 15 y 25 años) escuchan radio. [35]Esa cifra equivale al 19% del total de auditores en el año 2011. Pero curiosamente dos de las denominadas radios juveniles (40 Principales y Carolina) se posicionan dentro de las diez radioemisoras más escuchadas en la capital, sin considerar el criterio edad.
Tras el nacimiento de varias radios santiaguinas segmentadas en 1999, como la FM DOS o la hoy desaparecida FM Hit, estas luego expandirían su señal a las regiones, entre ellas la del Bio-Bio (Concepción y Chillán).
Y ya en el año 2002 radios, como la 40 Principales y FM Hit, tenían una buena cantidad de auditores en el Gran Concepción. Pero pese a la falta de una radio juvenil penquista, este formato de inmediato ganó adhesión en todo el país sin excepción.
No por nada en el 2011 dos radios juveniles de la capital se posicionaron dentro de las diez más escuchadas en Concepción, a tal punto que la Radio 40 Principales (92.5 FM) era la tercera más escuchada después de la Bio-Bio y la Puntosiete, alcanzando así un 6,7% de alcance. [36]
Paralelamente estas últimas radios mencionadas son las únicas penquistas que están en el TOP TEN. Estos datos no consideraron el criterio edad, vale decir, fueron a medidos a público amplio (Desde los 15 años a la vejez). [37]
Así está compuesto el ranking de popularidad en las radios penquistas: 1º Radio Bio-Bio con un 26,5% de alcance, 2º Puntosiete con 7,8%, 3º Femenina 96.7 FM (en el global está en el 14º lugar), 4º Doña Inés 88.5 FM (19º en el global), 5º Radio U. de Concepción 95.1 FM, 6º Radio interamericana (AM), 7º La Radio de Penco (Sólo en Penco), 8º La Amistad de Tomé AM, 9º Oceanía y 10º Aguamarina (Tomé).
En el mismo ranking, emisoras como la Futuro, FM DOS, Rock & Pop y Carolina superaban a Radio Femenina.
Durante el 2010 la audiencia penquista de entre los 13 y 24 años tuvo un 58,8% de alcance, esto demuestra que siempre hubo una cantidad considerable de radioescuchas juveniles, sobre todo porque en 2011 fueron el 26% del total de audiencias. Aunque en 2006 el alcance fue de 67,9%, uno de los más altos en la última década.
Las radios más escuchadas por los jóvenes penquistas en 2011 eran: 1º 40 Principales, 2º Bio-Bio, 3º FM DOS, 4º Puntosiete, 5º Carolina, 6º Corazón, 7º Romántica, 8º Futuro, 9º Rock & Pop y 10º Pudahuel.
Y en este mismo ranking las únicas dos radios locales que están entre las diez más escuchadas (por los jóvenes) son Bio-Bio y Puntosiete, ambas pertenecientes a la misma empresa (Bio-Bio comunicaciones). El resto de las radios penquistas, en cambio, estarían en la otra cara de la moneda, pues no son tan escuchadas ni muy masivas.
Ipsos volvió a publicar otro estudio en el año 2013, indicando que para diciembre del año anterior había 221 mil 162 auditores (encuestados) de entre 15 y 19 años, mientras que al mismo tiempo se calcularon  288 mil 532 radioescuchas del rango 20-24 años. En ese mismo mes las radios Carolina, Activa y Futuro se posicionaban dentro de las diez más escuchadas en Santiago [38](sin considerar criterio de edad).
Las diez radios más escuchadas por los jóvenes santiaguinos, de entre 15 y 19 años (durante el 2012), eran Carolina, 40 Principales, Corazón, Radio Disney, FM DOS, Rock & Pop, Futuro, Píntame, Sonar y Activa FM. En cambio, aquellos que tenían entre 20 y 24 años preferían sintonizar Carolina, Corazón, FM DOS, 40 Principales, Sonar, Píntame, Radio Uno, Play, Futuro y Rock & Pop.
Pero el estudio también indica que desde 2011 Radio Carolina dejó de ser una emisora netamente para adolescentes, ya que en ese año aumentó la cantidad de auditores que tienen entre 25 y 34 años (adultos jóvenes), de hecho escuchan mas esta emisora que los más chicos. En ese año el 30,2% de quienes escuchan Carolina tienen este último rango de edad.
Y al año siguiente (2012) aumentó un poco más la cifra llegando al 30,8%. No es que esta radio haya cambiado de giro, ni mucho menos su programación, pero quienes en el 2016 tengan 30 años (aunque muchos sean padres o incluso profesionales) se criaron con los mismos contenidos musicales durante su adolescencia, no muy diferentes a lo que los más jóvenes están escuchando ahora.
Los cambios que podrían tener las radios juveniles en toda una década (Entre el 2006 y 2016) son más bien leves, porque el estilo siempre ha sido el mismo. El Reggaetón se partió escuchando desde la primavera del 2004 (canciones colocadas por las radios 40 Principales y Fm HIT) con el tema “Baila morena” de Héctor y Tito. Eso explica el porqué los treintañeros de hoy son tan auditores de las radios juveniles como los que tienen 15.
Otra razón del porque la oferta de las radios penquistas tendrían que ser un poco más variadas que de costumbre.
Para el caso de Concepción, la Radio 40 Principales seguía siendo la tercera radio más escuchada en 2013 (esto sin considerar el criterio edad, a público amplio). Y las diez más escuchadas eran Bio-Bio, Puntosiete, la 40, Corazón, FM DOS, Pudahuel, Futuro, ADN, Romántica y Carolina. Sólo dos radios locales se encuentran en esta posición, paralelamente dos radios juveniles y una del rock.
Y aunque este estudio indica que la mayoría de los radioescuchas penquistas superan los 45 años de edad, es necesario detallar dos cuestiones: Una de las radios juveniles santiaguinas es la tercera más escuchada (eso significa que atrayente para otros grupos etáreos) y el fuerte predominio de los éxitos del recuerdo en las demás emisoras no ha hecho otra cosa que aislar a los jóvenes de la radiodifusión.
En honor a la verdad es importante señalar que en la historia de la radiodifusión penquista ha habido intentos de programas juveniles. Y de hecho Concepción tuvo tres radios de este formato durante los 80´s y 90´s: Radio Gabriela, Radio Dimensión y Radio Sinfonía.
Por ejemplo, Radio Gabriela (que estaba en el dial 98.1 FM) nació en 1981 y dejó de transmitir en agosto de 1998, estando 17 años al aire. Formó parte de la empresa Bio-Bio Comunicaciones cuyos estudios funcionaron en el mismo piso (del mismo departamento) donde hoy se encuentra la Radio Bio-Bio.
En la hoy desaparecida radio juvenil de Concepción destacaban varios programas como “Onda fiesta”, “Mundo joven”, “Ranking pop and rock”, “El destape musical de Coca-Cola”, “Especial de Domingo”, entre muchos otros.
El éxito de esta emisora fue tal que hoy en pleno 2016 ya se pueden encontrar varios sitios webs caseros de internet, que buscan recordar con nostalgia lo popular que fue esta radio en los 80´ y 90´. Incluso hay hasta sitios de redes sociales como perfiles de facebook dedicadas a la ya desaparecida radio.  
            En la misma época funcionaba la Radio Dimensión, fundada en 1977 la cual dejó de transmitir en 1992. Se diferenciaba de Gabriela en que su programación si bien era juvenil tenía una característica más sobria (parecida a la Radio Concierto de Santiago), enfocada a los segmentos acomodados.
Y durante los años 80´s funcionó también la Radio Sinfonía (que estaba en el dial 97.3 FM), dejando de funcionar en 1990, y se autodefinía como “la radio selecta de Concepción”[39]. Según los archivos fue literalmente una radio rival de Radio Dimensión como también de la Gabriela.
Radio Oceanía de Talcahuano 93.7 FM también tenía antes su propio programa juvenil entre los años 2006 y 2009. Edgardo “el Galo” Vargas (hoy conductor de un matinal en el canal TVU) fue su locutor. En un inicio este espacio se llamaba “Frecuencia Latina” (2006) y posteriormente cambió de nombre a “Barra libre” (2008). Tenía el mismo formato que los programas hechos desde las radios capitalinas.
Entre los años 2009 y 2014 funcionarios radios que tuvieron corta duración en el Gran Concepción, como Radio Florencia y Radio FM Planet (de Hualpén), ambas desaparecidas. Las mismas que aportaron en su minuto al hoy marginado público juvenil.
Mientras en la primera de éstas había un programa juvenil llamado “Destapados” (Trasmitido de Lunes a Viernes, a las 17 horas), la Planet fue la única radio juvenil que tuvo la intercomuna. Sobre esta última, también contaba –cada cierto tiempo- con espacios comunitarios (vinculados con la Municipalidad de Hualpén). [40] [41] Esta ultima emisora, además, tenía señal a otras comunas, pudiéndose así escuchar hasta en el sector de Chillancito (Concepción). 
De los contenidos juveniles siempre ha habido prejuicios ya que siempre fueron considerados como “el hermanito menor” (o el integrante menos serio) de la radiodifusión. Es quizás ese el motivo del porque se han encontrado pocos estudios, reportajes o algún material de profundización sobre este tipo de radios.
Pero se concluye que su música colocada siempre tendrá seguidores, como además su cualidad alegre y motivante atrajo a muchos auditores en Concepción durante las últimas dos décadas.
Nadie es quien para criticar o negar al segmento de los adultos mayores (canciones del recuerdo). Pero la crítica aquí es que hay un exceso de canciones del recuerdo en la programación de muchas radios penquistas, como también es el mismo contenido en varias emisoras al mismo tiempo.

Una radio (o programa) juvenil en Concepción debiera en teoría fortalecer a los medios locales, y con un valor agregado de por medio (desde luego) esta acercaría mas a los jóvenes con las movidas y panoramas que hay en nuestra región.   

Pero sin antes clarificar que crear contenidos juveniles en la radiodifusión local no quiere decir copiar al estilo patentado en Santiago. Sobre esto, Juan Domingo Ramírez advierte que este modelo de programa es una copia de lo que ya se viene haciendo en otros países. Entonces las opiniones que tengan los jóvenes sobre qué tipo de programa quisieran escuchar son fundamentales para crear un contenido original.

“Y cuando hablamos de innovar, todos vamos hacia el mismo lado. Si escuchamos los programas juveniles, en su mayoría se trata de copias del estilo Rock & Pop – con Rumpy incluido- que a la vez es una copia de radios argentinas, que a la vez es una copia de radios estadounidenses… es decir, la pregunta aquí es ¿Qué tienen de originales nuestros programas juveniles?” (Ramírez, Juan D, 2000)

La originalidad que necesita un espacio juvenil (y local) se da cuando existe creatividad en su planificación. Pero también satisfaciendo necesidades de carácter social, creando así los espacios para la opinión y participación.  Ya que si una radio o programa juvenil también se dedican al entretenimiento, eso igual seria monotonía.


HOJEA TAMBIÉN

Los jóvenes penquistas y la falta de un programa juvenil en la radio local (Balance preliminar 1.0)

Evidencia de que la música ofrecida por la programación de las radios penquistas ESTÁ DESACTUALIZADA

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[2] VV.AA. (1996), “Diccionario Gran Plaza & Janes”. Barcelona, España. Plaza & Janes editores, p.739
[3] JIMÉNEZ S., Guillermo, “La monotonía musical de la radio”. En La Opinión de Málaga, Málaga (España), 20 de marzo de 2016. Recuperado  [el jueves 21.04.2016] de http://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2016/03/20/monotonia-musical-radio/837205.html

[4] Ibídem
[5] VVAA. (1999). “Desafíos actuales de la radio en regiones”, Concepción (Chile). Ediciones de la UCSC., p. 84.
[6] LÓPEZ, José I. (2005). “Manual urgente para radialistas apasionados”, Quito (Ecuador).  Pablo de la Torrente Ed., p. 474.
[7] SUÁREZ S, Michel (2013, diciembre). “Programación radiofónica en Cuba. Un modelo singular en la era de internet”. En ProQuest, España. Recuperado [el sábado 21.05.2016] de http://eprints.ucm.es/23943/1/532-79-1-PB.pdf        
[8] Ibídem
[9] Radio Oceanía 93.7 FM, programa matinal de lunes a viernes 11:00 AM.
[10] Radio Doña Inés 88.5 FM. El programa “El Tren de los recuerdos” se transmite de Lunes a Domingo, a las 10:00 AM.
[11] En sitios informales de internet algunas personas expresan su descontento, esto por la forma reiterada en que Enrique Catalán, locutor del programa radial “El Tren de los Recuerdos”, promociona a su principal auspiciador. 
[12] LÓPEZ, José I. (2005).  “Manual urgente para radialistas apasionados”, Quito (Ecuador). Pablo de la Torrente Ed., p.472.  
[13] VV.AA (1999), “Desafíos actuales de la radio en regiones”. Concepción (Chile), ediciones de la UCSC, p. 80.
[14] Ibídem
[15] LÓPEZ, José I. (2005). “Manual urgente para radialistas apasionados”, p.  470.
[16]  FEIXA, Carles. y GONZÁLEZ, Yanko. (2013). “La construcción histórica de la juventud en América Latina”, Santiago (Chile), Ed. Cuarto Propio, p. 14
[17] Una cita extraída del ensayo titulado: “Que los viejos vayan a sus casas” Juventud y vanguardias en Chile y América Latina., de Yanko González Cangas.
[18] GACITÚA, Igor. (2015, abril). “Manual de apresto laboral” de Holding ICP, Concepción (Chile), p.18.  
[19] ZEPEDA, José (2000). “La programación, el desafío de la radio ¿Solo música, solo noticias o algo más?”  En Revista latinoamericana de comunicación Chasqui. Recuperado de http://www.redalyc.org/pdf/160/16007108.pdf
[20] SUÁREZ S, Michel. (2013, diciembre). “Programación radiofónica en Cuba. Un modelo singular en la era de internet”.  En ProQuest, España.
[21] Ibídem
[22] NAVARRETE, Georgina, “Como afecta a tu cerebro cada género musical”. En CNN en español, Atlanta (Estados Unidos), 18 de enero de 2013. Recuperado [el jueves 21.04.2016] de http://cnnespanol.cnn.com/2013/01/18/como-afecta-a-tu-cerebro-cada-genero-musical/
[23] Ibídem
[24] Ibíd.
[25] Articulo de Radio Carolina en Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Radio_Carolina
[26] Motivación: fatiga y aburrimiento (s.f.). Recuperado [el lunes 16 .05. 2016] de  http://html.rincondelvago.com/motivacion_fatiga-y-aburrimiento.html
[27] Articulo de Radio 40 Principales (de España) en Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Los_40_Principales
[28] TENORIO, Iván (2008). “La nueva radio: Manual para radialistas aficionados”. Bilbao (España). Ediciones técnicas Marcombo, p.20.
[29] Ibídem
[30] VENEGAS, Juan, “Los que ponen la música”. En Revista Capital, Santiago (Chile), lunes 15 de junio de 2015. Recuperado [el 26.05.2016]  de  http://www.capital.cl/cultura/2015/06/15/000622-los-que-ponen-la-musica
[31] Ibídem
[32] TENORIO, Iván.
[33] VV.AA. Ipsos Media, “Boletín Nº3 Radio al aire” (2011, abril), pág.4. En IPSOS, recuperado [el domingo 17.04.2016] de  http://www.ipsos.cl/ipsosalaire/3/IPSOS_Radio-al-Aire_Nª3
[34] Ibídem
[35] VV.AA. Ipsos Media CT. The Media, Content and Technology Research Specialists (2011). “Antecedentes secundarios. Audiencia radial” (Estudio externo de tendencias. Audiencia radial), p.192. En msgg.gob.cl,  recuperado [el sábado 9.04. 2016] de: http://www.msgg.gob.cl/wp-content/estudios/3/IPSOS/2011-05-Estudio-externo-de-tendencias_Audiencia-Radial.pdf     
[36] Página 192
[37] Ibídem
[38] VV.AA. Ipsos Media CT. The Media, Content and Technology Research Specialists (2013, abril). “Antecedentes secundarios. Audiencia radial” (Estudio externo de tendencias. Audiencia radial), p.22. En msgg.gob.cl,  recuperado [el sábado 16.05. 2016]

[39] En el sitio Foro Fotech.cl aparecen informaciones sobre la historia de la radiodifusión (tanto a nivel nacional como local), donde los usuarios registrados comporten información.
[40] “En Hualpén allanaron una radio comunitaria de propiedad del alcalde Rivera” (Soy Chile.cl) Link: http://www.soychile.cl/Concepcion/Policial/2011/12/05/56134/En-Hualpen-allanaron-una-radio-comunitaria-de-propiedad-del-alcalde-Rivera.aspx
[41] Antes de la controversial detención en Hualpén, del entonces alcalde Marcelo Rivera (en 2012), había dejado de funcionar la Radio FM Planet, la misma que fue revisada al interior por la Policía de Investigaciones (PDI). Este conjunto de sucesos impactó a nivel regional ya que el edil fue acusado de cohecho, y así también tuvo vínculos con narcotraficantes (su contacto del “hampa” también cayó a la cárcel).

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