Cuando vamos a la comuna-puerto de Talcahuano, y allí escuchamos mencionar sobre un lugar llamado El Morro, se nos vienen a la mente tres cosas. Lo más destacado allí es el estadio de fútbol donde hoy (2024) juega el equipo de “Naval” y en condición de local, club que en este minuto compite por la Tercera División B, recinto deportivo que tuvo sus comienzos a inicios del siglo XX.
También se ubica, a sólo unos pasos de este estadio, una abandonada playa. Hablamos aquí de un rincón costero que está siendo considerado (por autoridades) para un posible trabajo de recuperación dentro de algunos años más.
Y finalmente como su nombre lo dice, también tenemos el cerro “El Morro” donde alguna vez funcionó un fuerte administrado por la Armada.
El lugar fue decretado como Monumento Histórico en el año 2017, y eso fue parte de un trabajo de revaloración encabezado por el grupo “Mutual Bautista Van Schouwen”. Sin embargo, para muchos este punto trae muy tristes recuerdos por haber sido un centro de detención y ejecución política semanas después del golpe militar del 11 de Septiembre de 1973.
Entre dicho año, y 1985, este fuerte fue utilizado por la dictadura. En varios de sus rincones internos (hoy en completo abandono) los torturadores usaron los mas crueles mecanismos para torturar a los detenidos desaparecidos.
Varios años después, tras el terremoto del 27-F de 2010, las dependencias del fuerte volvieron a ocuparse instalándose aquí un campamento improvisado de pobladores, gente que había perdido sus viviendas tras el fuerte movimiento sísmico. Durante un par de años, varias media-aguas se instalaron en el sitio albergando a unas 20 familias aproximadamente, las cuales recibirían tiempo después nuevas viviendas (como parte del proceso de reconstrucción).
Pero eso no es todo, ya que la historia de dicho fuerte es mucho mas antigua de lo que se imaginan. El proyecto había surgido a fines del siglo XIX, bajo la idea del entonces Presidente Balmaceda, quien quiso instalar un sistema integral de fuertes. Este en El Morro se sumaba a otros en Isla Quiriquina y la Península de Tumbes. Sin embargo, pasado el 1945 (cuando acabó la Segunda Guerra Mundial) cambiaron los paradigmas estratégicos en la Armada. Y claro, antes del golpe militar de 1973 este fuerte había sido desmantelado por lo que ya tuvo su primer período de abandono.
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