JUEVES SANTO: La última cena
“Tomen este pan y coman, este
es mi cuerpo (…) Beban todos de esta copa, porque esta es mi sangre que
establece el nuevo pacto, la cual es derramada para perdonar los pecados de
muchos”
Hace 2000 años los judíos solían celebrar LA
PASCUA, que conmemoraba el momento en que Moisés liberó al pueblo de Israel y que
previamente estuvo sometido a la esclavitud en Egipto. Jesús y sus discípulos
no se quisieron restar de este evento, por ese motivo fueron a Jerusalén.
Es por eso que en el pasado Domingo de Ramos se
recordaba el momento en que Jesús llegó a Jerusalén y junto con sus
discípulos. Recuerde que allí los lugareños recibían al Mesías moviendo sus
ramas de árboles. Pues el Nazareno ya tenía gran fama de ser un curador de
almas.
LA ÚLTIMA CENA Ocurrió UN DÍA ANTES del Via Crucis y de la muerte carnal (pero momentánea según el credo cristiano) de Jesucristo. |
“Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y
lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: TOMAD, COMED; ESTO ES MI CUERPO.
Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les
dio, diciendo: BEBED DE ELLA TODOS;
PORQUE ESTO ES MI SANGRE DEL NUEVO PACTO, que por
muchos es derramada para remisión de los pecados.
Y os digo que desde ahora no beberé más de este
fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el Reino
de mi Padre”
(Mateo, capítulo 26. Versículos 26-29).
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Uno de los apóstoles (Judas Iscariote) traicionó a Jesús, quien luego fue tomado prisionero por un grupo de guardias. |
Ya más o menos se imaginan lo que vendrá
después, pero eso lo contaremos EN UN VIERNES SANTO. No es extraño que la forma
de como estos hombres cenaban marcó un hito en la historia del cristianismo. El
rito del pan y el vino ha inspirado a protocolos que hoy se ven EN LAS MISAS.
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