Una toma estudiantil |
La visión de los estudiantes siempre chocará con la postura de gobierno (o de autoridades) porque entienden que las condiciones están para garantizar educación gratuita.
Al final la deuda económica estudiantil es una barrera que muchos chilenos quisieran borrar.
Las tomas son formas de presión que buscan convencer a la parte presionada como su propuesta encaja perfectamente con las necesidades de quienes se está luchando, aparte que los grandes cambios de la historia se dieron gracias a las movilizaciones.
Sin embargo los estudiantes más conscientes consideran que trabajando adentro de las tomas es una demostración tangible de que realmente se pelea por un objetivo concreto, y no es una chiva para hacer la cimarra. Tampoco es mentira que por cada cierto tiempo se crean nuevas realidades (como también necesidades), y aunque en una época anterior se solucionen algunas heridas siempre quedarán a la vista otras cuestiones sin resolver. No es desconformismo, es cobrarle al poder la palabra. ¡Ahí está el punto! ¿O parece lógico que la presidenta prometa algo en las campañas para luego dar la espalda? Pero como la ciudadanía está más informada fueron muchos los incrédulos cuando Michelle Bachelet garantizaba educación gratuita, fue entonces la típica trampilla para ganar votos. Además están las demandas internas que son propias de la carrera. Periodismo no es una carrera para saltar a la fama como muchos mechones creen, es una profesión que busca entender la realidad social en sí, aunque con el defecto de manipular la información para los intereses facticos. El buen periodista debe ser el más empático y para eso la malla curricular debe estar pensado en la formación de las personas, no en meros títeres del sistema.
Las tomas de por si generan conflicto, pero el poder quiere convencer que todos saldrán afectados cuando en realidad solo lo son sus intereses, esa es la artimaña que se ha adoptado para desprestigiar los movimientos sociales.
Hay entonces tres bandos: el poder, el pueblo movilizado y el sector influenciable.
Cuando el poder logra convencer a su masa no-critica de que quienes luchan por sus derechos “solo pierden su tiempo” es un mecanismo para no encomendarse a la solución de las nuevas necesidades que surgen.
Al final la deuda económica estudiantil es una barrera que muchos chilenos quisieran borrar.
Las tomas son formas de presión que buscan convencer a la parte presionada como su propuesta encaja perfectamente con las necesidades de quienes se está luchando, aparte que los grandes cambios de la historia se dieron gracias a las movilizaciones.
Sin embargo los estudiantes más conscientes consideran que trabajando adentro de las tomas es una demostración tangible de que realmente se pelea por un objetivo concreto, y no es una chiva para hacer la cimarra. Tampoco es mentira que por cada cierto tiempo se crean nuevas realidades (como también necesidades), y aunque en una época anterior se solucionen algunas heridas siempre quedarán a la vista otras cuestiones sin resolver. No es desconformismo, es cobrarle al poder la palabra. ¡Ahí está el punto! ¿O parece lógico que la presidenta prometa algo en las campañas para luego dar la espalda? Pero como la ciudadanía está más informada fueron muchos los incrédulos cuando Michelle Bachelet garantizaba educación gratuita, fue entonces la típica trampilla para ganar votos. Además están las demandas internas que son propias de la carrera. Periodismo no es una carrera para saltar a la fama como muchos mechones creen, es una profesión que busca entender la realidad social en sí, aunque con el defecto de manipular la información para los intereses facticos. El buen periodista debe ser el más empático y para eso la malla curricular debe estar pensado en la formación de las personas, no en meros títeres del sistema.
Las tomas de por si generan conflicto, pero el poder quiere convencer que todos saldrán afectados cuando en realidad solo lo son sus intereses, esa es la artimaña que se ha adoptado para desprestigiar los movimientos sociales.
Hay entonces tres bandos: el poder, el pueblo movilizado y el sector influenciable.
Cuando el poder logra convencer a su masa no-critica de que quienes luchan por sus derechos “solo pierden su tiempo” es un mecanismo para no encomendarse a la solución de las nuevas necesidades que surgen.
Y las tomas generan logros que no son gestión precisamente del poder.
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