Antes
de terminar con este escrito hay algunas cuestiones que señalar. Nadie es dueño
de la calle, y las personas que pitean afuera de tu casa (cuando un auto
transita a la altura de cada uno de nuestros hogares y el conductor pitea
cuando te ve adentro, donde tu presencia está a la vista de los peatones que
transitan en el lugar) están en todo su derecho legal de hacerlo, con todas sus
libertades. Nos guste o no, la cosa es así.
Hay
motivos entendibles que motivan a un conductor tocar la bocina:
-
Cuando un perrito cruza la calle, y el
conductor pitea para avisar que viene en camino.
-
Cuando un familiar o un amigo está en la
esquina o en la otra vereda, y pitea para saludarlo.
-
Cuando un auto (mucho mas imprudente)
que va en dirección adyacente, en sentido horizontal no respete el Disco Pare.
Aquí el auto toca la bocina para avisar que viene en camino y que no lo quiere
chocar.
-
En el caso de la locomoción colectiva.
Un chofer toca la bocina cuando frente suyo viene otra maquina de la misma
línea (o empresa), como los dos choferes son colegas de trabajo uno lo saluda
de frente, y el otro chofer le responde desde su maquina.
-
Cuando hay campañas políticas, aunque
para ser honesto, estos bocinazos son alegres, una caravana de vehículos (todos
camaradas de partido del candidato al cual apoyan) transitan por la calle
formándose una gran fila a la siga de la camioneta donde su líder saluda a la
comunidad desde la ventana.
-
Cuando un equipo de futbol gana el
campeonato (particularmente con Colo-Colo y la U. de Chile), los hinchas se
suben al auto para festejar el triunfo, y camino al centro de Concepcion viven
todo el rato rocando la bocina como una forma de festejo. Es un tipo de
bocinazo en buena onda.
Este
tipo de motivos son muy entendibles por todos, son “pitidos” bien usados. Y los
conductores tienen completa libertad jurídica y legal para hacerlo.
¿Cuál
es el pero aquí?
Tambien
existen motivaciones bien inentendibles para que las personas molesten con sus
pitidos, vuelvo a reiterar lo que he señalado en los párrafos anteriores: Una
esquina totalmente vacia, sin ningún auto transitando, hablamos de un momento
en la noche pasado las 1 AM donde no transita la locomoción colectiva, no hay
peatones ni perros cerca, y de repente viene un auto. Legalmente con su
legitimo derecho de transitar por la calle, como cualquier persona libre.
¿Y
cual es el pero?
Esta
persona se acerca lentamente con su vehiculo (manejándolo) hasta dar con la
altura de la casa donde vive su morador de desagrado, el morador a quien acosar
u hostigar. Hablamos de un auto Toyota Yaris color blanco, con vidrios
polarizados, de transito y circulación lenta, emitiendo un intimidante ruido
del motor, onda el auto anda lento pero ocasionando ruido, casi como los
Volswagen de los tiempos nazis. Y el tema de que el conductor coloca vidrios
polarizados es una forma de ocultar su identidad, autos como éste como otros
parecidos intentan deteriorar la patente, ¡y atención policías!, esta muy de
moda ver como en las autopistas transitan vehículos sin patentes en la parte
trasera. Apariencia o actitud extraña del conductor.
Pero
esto no pasa solo en la noche, tambien pasa de dia. Otros pueden hablar de
extraños “sapeos” que hacen algunos vehículos estacionados afuera de la casa,
aunque desde el punto del hostigamiento acústico y psicológico eso no es
problema, el problema es cuando “pitean” porque el ruido cruza los limites de
las ventanas y se escuchan adentro de las moradas.
Y
lamentablemente la ley o la justicia permiten que estas personas puedan pitear
cuando quieran, sea cual sea el motivo. Nadie ni nada los prohíbe molestar a un
morador adentro de su casa.
Bien
sano seria ir directamente a hablar con estas personas para saber que rayos
pasa, porque hacen eso de molestar acústicamente y psicológicamente. Quizas no
sea complicado hacerlo cuando se trata de algunos choferes de micro, quiero
aclarar que esto no lo hacen todos los conductores (ni los particulares ni los
de la locomoción colectiva), pero si lo es cuando se trata de hablar con esa
persona, y pedirle por favor que deje de molestar.
Imaginemos
la reacción que tienen estos conductores.
La
camioneta viene subiendo hasta llegar a la esquina. Se detiene frente al Disco
Pare simulando hacer una detención normal. Ve que en la calle adyacente no
transita ningún vehiculo. El conductor “pitea”, y arranca. Arranca a tal
velocidad que se asegura de que la victima no logre captar la patente.
Es
la táctica que tienen estos matones tras el volante para que la victima no los
pille.
Y
aunque uno se tome el tiempo de recorrer una población y buscar el auto en
cuestión, peor cuando un sector periférico esta formado por un verdadero
laberinto de pasajes y poblaciones multiplicadas. Uno al final está quedando en
ridículo, y el sistema –mientras este problema siga siendo minoritario o
particular- da un completo desamparo, hasta tal punto de que motivan o incitar
a resignarse en lidiar estos acosos, mas bien estos ataques. Pero cuando una
persona recibe una suma de todos estos pitidos llega a volverse loco.
Dejemos en claro algo, asi como lo fueron un tiempo los mapuches u homosexuales
(quienes con el histórico amparo del Partido Comunista ya de a poco están
siendo aceptados, aunque mucho mas en Santiago que en los pueblos mas chicos),
los enfermos mentales, los pacientes encerrados tras el psiquiatrico, los locos,
son de las personas mas desamparadas por la sociedad. Si lo complementamos con
el tema que les expongo, estos conductores hasta les hacen un lavado de cerebro
a ellos mismos o de ellos hacia su entorno: la suma de ruidos produce la
locura, y esta poca credibilidad a la hora de hacer este reclamo genera
vulnerabilidad, incomprensión, desamparo, la locura aumenta a medida que nadie
“les crea su historia”, que nadie le tome el peso a su denuncia.
El
lavado de cerebro se produce hacia ellos en el sentido de que ellos terminan
convencidos de su problema viene de su propia cabeza, y no de estos ataques. Es
terrible, pero pasa. Por eso creí necesario poner esta denuncia, exponer este
tema.
En
un principio les dan el espacio para desahogarse, pero peor es cuando una
vicrima de estos constantes hostigamientos no se atreve a decir lo que debe
lidiar por todos los días, incluso no haya la forma de cómo explicarlo. Con el
paso del tiempo y ya cuando los mismos psiquiatras lo tildan de loco, con
diagnosticos médicos muchas veces guiados por el prejuicio, hay un momento en
donde no se le da espacio para el desahogo.
En
Chile la forma de cómo tratar con pacientes psiquiatricos, de los cuales nunca
abrimos los ojos para darnos cuenta para que para llegar a ese estado han sido
victimas, es muy reduccionista. Siempre vemos que buscan desahogarse, pero ni
los mismos psiquiatrías les dan el espacio para escucharlos. Y si cuentan algo
sobre pitidos de autos siempre salen con que “el conductor es libre de tocar la
bocina donde quiera y cuando quiera”.
¡Lavado
de cerebro! Es realmente terrible.
Recuerdo
un episodio de la película “Los Beverly
Ricos”, la verdad es que no soy muy bueno para ver cine, pero hay episodios
que los veo y los comparo con la vida real, de hecho no se si el nombre del
largometraje americano se escribe así:
Hay
un episodio donde la abuela (que pertenece a la familia de los antiguos
granjeros que se hicieron ricos tras descubrir un pozo de petróleo) descubre
que dos personas, que se hacian pasar por socios de la familia recientemente
acaudalada (donde la mujer seria la segunda esposa del granjero afortunado)
solo buscan la forma de apoderarse de la riqueza de esta familia, o sea, los
engañan y los estafan haciéndose pasar por “amigos” para quedarse con los
millones. Cuando la anciana se entera de su real intensión intenta acusar a su
hijo cuando la mujer mala planea un plan para que “su futuro mantenedor” no
sepa nunca nada de la boca de la abuela. Los dos plantean encerrar a la señora
en un manicomio haciéndola pasar por loca, Y HACEN ESTE MALDITO E INFAME LAVADO
DE CEREBRO, un lavado de cerebro hacia la misma abuela hasta que se convenza de
que está loca, y un lavado de cerebro hacia los parientes de la abuela para que
estén convencidos de que realmente lo está. Hay un momento en que realmente
creen la mentira, y la abuela es llevada al manicomio, allí la encierran, pero
está claro de que es un mecanismo para que el granjero millonario jamás sepa la
verdad de lo que realmente estaba pasando….que lo querían estafar. Pasa un buen
tiempo, la abuela está encerrada, internada, y esta otra escena es algo donde
tienen que poner mucha atención: una persona encerrada en un manicomio, una
persona loca, es sometida a torturada y como el loco es una persona que no
razona, que no piensa, aunque hable, grite y arme alborotos nadie la va a
escuchar (DESAMPARO). En Chile los enfermos mentales encerrados en
psiquiátricos, incluso sin el consentimiento de sus propios familiares, son
torturados como animales. Pero volviendo a la película, hay personas que se
percatan de que la abuela está mas cuerda que todos juntos, y que fue encerrada
producto de un engaño, de un lavado de cerebro. Como los finales de películas
gringas siempre son felices, la abuela devela la verdad y pasa algo (aquí no
recuerdo bien que pasó) para que los familiares se den cuenta de que la novia
era mas mala que el mismo diablo, se dan cuenta de la estafa y a la abuelita le
pidieron mil disculpas.
Pero
mas alla de la comedia hay una percepción de que con el personaje hubo un
abuso.
Y
ahora es el momento de calmar los animos, si exigo un pedazo de parque en este
texto, no es un pretexto para flojear o “tirarse las pelotas” como dicen los
mas prejuiciosos, no es el por solo hecho de tirarse en el campo y sin ni
siquiera tener la radio prendida mirar el cielo. Exijo paz y un poco de
tranquilidad, al menos en el fin de semana, porque mi mente y la de los vecinos
necesita reponerse para poder rendir en la nueva semana venidera. El hecho de
trasnochar para entregar trabajos, preparar disertaciones o repasar para los
certámenes, me llevó a comprender que las noches son necesarias para el ser
humano, cuando tienes 19 años quizás tengas mucho entusiasmo de trasnochar de
vivir carrete tras carrete, porque el momento de distracción es necesario en el
curriculum de vida de cada persona perteneciente a las ultimas generaciones,
aunque no como vicio sino como una forma de distracción. Ya es un secreto a
voces que en los días de semana hay que lidiar con muchas cosas: tareas,
pruebas, tramites, largas colas, ruidos de la ciudad (aquí es donde nada es
contra tuyo, seamos honestos), peleas con el conductor de la locomoción
colectiva, lidiar con la alta congestion de peatones en el paseo peatonal
durante los horarios pick, etc. Para esos son los fines de semana: Cuerpo
agotado – cuerpo en relajación – cuerpo renovado.
Pero
otro de los elementos que configuran la forma de vivir moderna en Chile es esto
de darle en el gusto a la mayoría. La moda de los jóvenes hoy en dia son las
carreras de autos o bien enchular los autos, de dia no hay problema pero en la
noche empiezan a meter ruido, y lo realmente terrible es cuando abusan de meter
ese ruido. No es nada contra la juventud puesto que yo igual lo soy, pero aquí
expongo una minima diferencia entre maldad y distracción con buenas
intenciones. Otra cosa que quiero aclarar para que no me tengan como un tipo
cerrado porque en realidad no lo soy, la critica es cuando estos actos de
sapeo, de bocinazos, son hechos con mala intención.
¿Qué
diferencia hay entre un saludo de un conductor particular a un pariente que
encuentra en la esquina, y un bocinazo repentino en medio del silencio? En el
tipo de intención. BUENA INTENCION Y MALA INTENCION. Aca mi critica es cuando
los bocinazos son hechos con mala intención. ¿Cómo les quedo el ojo?
Pero
el desamparo sigue por un buen momento, porque las leyes lamentablemente no
prohíben los pitidos con mala intención.
Compadezco
de los pobres y sufridos santiaguinos cuando buscan aprovechar su fin de semana
para reponerse y asi rendir a la semana venidera. Quizas uno de los factores
del porque a los conductores les da completamente lo mismo respetar -o no
respetar- la hora de descanso de los otros vecinos es porque la mentalidad de
un pueblo es diferente a la de ciudad. En Concepcion la gente quiere puro
arrancarse al campo, en Penco (y peor aun quienes han vivido toda su vida allí)
aman el ruido, quieren puro ir a la ciudad y quizás por eso aman la
sobrepavimentacion, o acostumbran a vivir en un ambiente poco verde. El campo
para un pencon nacido y criado en la comuna es sinónimo de atraso, de
retroceso, y no de paz.
Y
ahora si termino diciendo que quizás todo este ataque del progreso de la
cultura de la basura hacia mi persona, en parte igual lo e buscado, reconosco
que hace una década –como una forma de ocultar una infancia muy dura- e imitado
las conductas materialistas, superficiales y petulantes, quizás porque en mi
entorno el tipo de ideología predominante es de tipo derechista o de pueblo
engrupido, asi es Penco a diferencia de Lota o Lebu por ejemplo. Quizas estoy
pagando por partir siendo el sujeto mas pesado de todos, pero todo porque en el
fondo buscaba acogida en un entorno donde me aceptaran como soy, por lidiar
mucho con la intolerancia e recurrido a las marcas o a la publicidad para
colocar una careta. Una forma que si dio resultados en un inicio, pero mi
ingenuidad me hizo creerme el cuento en mala onda (¡oigan! Si soy una persona
como todas no mas, no soy perfecto como cualquiera no mas), creerme superior a
los demás, ahí entiendo el porque muchos de mis compañeros se alejaron de mi,
aunque esta forma de engendrar un maligno ideal de superiordad en mi fue un
método que no funciono a la hora de conocer a mi primera polola, recién empece
a salir con alguien a los 25 años de edad, la cosa demoró un poco.
Parrafos
anteriores hablé de que cada uno cosecha lo que siembra, y que las dificultades
que uno encuentra en la vida en parte son castigos divinos donde “el de arriba”
te está poniendo una prueba, si la pasas te llegarán las recompensas, no solo a
mi, a cualquiera, todos vivimos en constante reto independiente de la época o
del lugar donde vivimos. Mi afán de sentirme superior cuando fui pendejo me
hizo lidiar con estos castigos: como los constantes intentos de lavado de
cerebro que gente envidiosa hace en mi contra.
Y
asi fue como los sufrimientos con los que debo lidiar, con un poco de miedo de
que mis metas a lo mejor no se concreten, me llevaron a ser un poco mas
empático con la sociedad a diferencia de antes. Ahora tengo un poco de
conciencia social.
¡Muchas
gracias por tomarse el tiempo de leer este simple texto redactado por este
pobre tipo!
POSTDATA
(Otra moraleja):
¡¡Edúcate!!
, lee, desahoga tus pensamientos si ves que los organismos institucionalizados
o las mismas leyes te desamparan, le bajan el perfil al 100% respecto a tu
idea. La literatura sirve para eso……para contar de fenómenos nuevos que la
sociedad o la mayoría de la gente aun desconoce (Como una de las tantas
utilidades).
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