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domingo, 24 de agosto de 2025

Columna política: La Aguja Digital que Pincha la Democracia Chilena. Bots y la Ascensión de José Antonio Kast

La Teoría de la Aguja Hipodérmica, 
un concepto que se enseñanza en UNIVERSIDADES 
(en la carrera de Periodismo)
 LA CLAVE DE TODO ESTO:

* Una cosa es criticar al gobierno del Presidente Gabriel Boric, que es legítimo en democracia. 

* Y otra muy distinta, es que de la noche a la mañana muchos simpaticen con los republicanos (Como que fuera la única alternativa contraria a la izquierda). 

Desde 2017, la figura de José Antonio Kast ha protagonizado un ascenso imparable en la política chilena. Sin haber logrado aún la presidencia, el líder del Partido Republicano se ha consolidado como un actor clave, redefiniendo las reglas del debate público. Su influencia va mucho más allá de la crítica al gobierno de turno; ha logrado algo que parecía impensable: normalizar y relativizar los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura de Augusto Pinochet.  Este fenómeno, en gran parte, se ha gestado en las trincheras digitales, donde una vieja teoría de la comunicación cobra nueva vida: la aguja hipodérmica.

PARÉNTESIS (Dato duro)

En rigor la campaña presidencial de José Antonio Kast comenzó el 16 de Julio del año 2017, cuando fue entrevistado en el programa político de Chilevisión "Tolerancia Cero". Fue su primera aparición en medios como presidenciable, aunque con la sorpresa de que gradualmente reivindicaba lo que para él serían los logros de la dictadura militar de Augusto Pinochet. Hasta esa fecha las violaciones a los Derechos Humanos eran muy repudiadas por la mayoría. 8 años después la tendencia ha cambiado un poco, ya se está normalizando por Redes Sociales el triste y preocupante "negacionismo". Mientras Kast ya fue candidato presidencial en 2017 y 2021, ahora en 2025 busca su tercer intento de ser Presidente de la República. 

Ahora retomemos nuestro tema. 

A principios del siglo XX, esta teoría sostenía que los medios de comunicación podían "inyectar" mensajes directamente en una audiencia pasiva, moldeando opiniones de forma inmediata y uniforme. Aunque fue superada por modelos más complejos, su espíritu resuena con fuerza en la era digital, especialmente con el uso de bots en plataformas como X. En Chile, este fenómeno se ha manifestado de manera notable en la promoción de Kast.

Imaginemos X como una sala de operaciones. Un ejército de cuentas automatizadas, o bots, opera de forma coordinada. Según un estudio de 2021, cerca del 12% de los tuits sobre Kast eran generados por estas cuentas. Su objetivo: amplificar los mensajes positivos sobre el candidato y atacar a sus oponentes, como Gabriel Boric o Jeannette Jara. Esta acción predatoria digital recuerda a la aguja hipodérmica, donde mensajes repetitivos, diseñados estratégicamente, se "inyectan" en el ecosistema digital para enganchar a usuarios reales y moldear tendencias.

Hashtags como #KastPresidente o #KastPrimeraVuelta se posicionan rápidamente, no por un apoyo orgánico, sino por una manipulación algorítmica. Estos bots repiten narrativas que presentan a Kast como un líder fuerte y defensor de los valores tradicionales, mientras denigran a sus rivales con mensajes negativos. Como una aguja que busca penetrar sin resistencia, estas cuentas aprovechan la viralidad de la plataforma y la falta de verificación inmediata por parte de algunos usuarios para que el mensaje se disemine.

Un caso reciente en agosto de 2025 ilustra este fenómeno. Parlamentarios chilenos denunciaron ante la Fiscalía el uso de bots vinculados al Partido Republicano, acusándolos de difundir desinformación contra Evelyn Matthei. Un estudio previo de Marcelo Santos reveló una asimetría alarmante: el 30% de los bots que seguían a Boric eran ideológicamente opuestos a él, mientras que solo el 4% de los que seguían a Kast lo eran. Esto no solo amplifica artificialmente la visibilidad de Kast, sino que también puede engañar al algoritmo de X, creando una percepción de apoyo masivo que no necesariamente existe en la realidad.     





Cuando la ultraderecha marea: El efecto tóxico en el debate público en X

Desde el Estallido Social de 2019, el debate político en redes sociales, y en particular en X, se ha tornado cada vez más áspero y desagradable. Si bien es cierto que la izquierda ha fallado en su intento por "refundar" el país con dos procesos constituyentes fallidos, y que el gobierno de Gabriel Boric enfrenta duras críticas, la oposición de ultraderecha, particularmente la ligada a Kast, ha introducido un elemento tóxico que empobrece la discusión.

Más allá de la legítima crítica al gobierno, observamos un fenómeno que resulta aburridor y repetitivo: la inyección de discursos básicos y la descalificación personal. Se ha llegado al punto de despojar de su condición de persona a quienes simpatizan con el color político opuesto. Por ejemplo, en esta lógica distorsionada, se criminaliza el pensamiento socialista, calificando a los comunistas de "terroristas" o "delincuentes" sin un argumento de peso, mientras no se aplica el mismo rigor a un microtraficante o un delincuente común. Esta equiparación, en la que se coloca a un comunista por debajo de un criminal, tiene ecos de las prácticas represivas de la dictadura militar, donde la disidencia ideológica era suficiente para justificar la tortura y la muerte.

La ultraderecha en X se obsesiona con el discurso sobre los "recursos públicos" y los "impuestos", como si todos los chilenos de a pie pagaran las mismas contribuciones que los grandes capitalistas. Es una narrativa diseñada para generar indignación constante, aun cuando la realidad económica de la mayoría no se ajusta a esa premisa. También se lanzan ataques ad hominem y se desvía la atención con críticas superficiales a la apariencia de los políticos, como se vio con el presidente Boric. Esta estrategia, alimentada por bots y cuentas coordinadas, busca marear y saturar el espacio digital con mensajes simplistas y llenos de odio.

Se ha normalizado el deseo de "muerte a un comunista" y la deshumanización del adversario. La falta de humanidad en la discusión se hace evidente también en la propagación de mensajes pro-Israel sin empatía alguna por las tragedias en la Franja de Gaza. Ser opositor de la izquierda en este contexto parece justificar una frialdad y una nula empatía hacia cualquier otro colectivo.  




El desafío de la izquierda: Defender la democracia ante el avance de la aguja digital

Mientras los parlamentarios oficialistas han presentado querellas y se han iniciado investigaciones sobre las redes de bots, este esfuerzo aún no ha calado en la conciencia de la población masiva. A pesar de que cada ciudadano tiene derecho a apoyar al candidato que considere mejor, existe un temor palpable en la izquierda y el progresismo chileno de que un eventual triunfo de Kast podría tener consecuencias mucho más allá de la aplicación de la ley contra la delincuencia. 

Hay una preocupación legítima de que un gobierno de ultraderecha, ya sea liderado por Kast o figuras como Kaiser, pueda dictar decretos que erosionen derechos sociales y laborales. A esto se suma el discurso abiertamente antidemocrático, como la propuesta de proscribir al Partido Comunista, un gesto que evidencia el temor de algunos sectores empresariales a cualquier reivindicación sindical en favor de los trabajadores.

La izquierda chilena, después de la derrota en el primer plebiscito de salida en 2022, entendió que su autocrítica no debía ser un ataque al borrador, sino una reflexión sobre su incapacidad para comunicar sus propuestas. La soberbia comunicacional les jugó una mala pasada, ya que no lograron convencer a la población de la importancia de su proyecto. Sin embargo, estamos terminando el 2025 y la realidad es otra. La batalla ya no es por una nueva Constitución, sino por la defensa de la democracia misma.

El "Socialismo Democrático" y el resto de los opositores a Kast tienen la tarea urgente de explicar y revalorizar los principios de nuestro sistema democrático y de Estado. Es el momento de dejar de lado las rencillas y las excusas, y enfocarse en cómo nuestro sistema, a pesar de sus falencias, es perfectible, al igual que el ser humano. La aguja digital que promueve a Kast no solo busca instalar una figura, sino también erosionar las bases de la convivencia democrática. El desafío para quienes defienden la democracia es claro: contrarrestar ese veneno digital con un mensaje de unidad, respeto y defensa de los principios republicanos, antes de que sea demasiado tarde.

¿Qué estrategias comunicacionales crees que la izquierda chilena debería adoptar para reconectar con la ciudadanía y contrarrestar la influencia de la ultraderecha en el entorno digital?                                                                                                                              

 

Antecedentes











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