Bien se sabe que la ciudad de Tomé es un lugar de cerros muy altos, idéntico a lo que también podríamos ver en Valparaíso. En alguna oportunidad hemos mencionado que siendo el referente turístico más importante en la Provincia de Concepción su municipio no ha potenciado mucho lo que son los miradores. Quizás ese es el vacío que falta para que los visitantes puedan recorrer cada uno de sus rincones, pese a que en verdad tiene barrios hermosos.
Uno de los miradores más interesantes que se debieran rescatar de esta comuna está en Cerro Navidad, no es aquel con baranda sitio cuya subida está en Riquelme. Hablamos aquí de otro lugar, un poco más distante de lo que es el centro. Es fascinante porque desde lo urbanístico está conformado por dos o tres pisos, sin incluir su punto de partida (En lo alto) ni el de salida (En el plano, cerca del Liceo Vicente Palacios). También hay un santuario religioso en ese rincón.
Antes de adentrarnos en esta plazoleta de tres pisos, nótese que en lo alto (desde el sector Cerro Navidad) hay una impresionante y amplia panorámica del plano nor-oriente de la ciudad, todo ese sector donde se ubican el estadio, el hospital y tres de sus liceos (Aunque allí en realidad se pueden ver dos de dichos establecimientos). Luego te encontrarás con una bajada-escalera bastante ancha, y con manilla al medio.
Al bajar en el primer plano te encontrarás con columpios para niños, y tres pasos mas allá está la gran bajada a esta plazoleta. También hay una interesante conexión con los pasajes (callejones) de la población, pero el latente crecimiento de los autos imposibilita su intención inicial...de pretender ser filtro del “bullicio” para el vecino que recién llegue del trabajo. -
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Sigamos explorando el mirador será mejor.
Antes de bajar, sorprende realmente que en amplitud te encuentres con una verdadera curva peatonal. Gánate en la baranda y mira a distancia como la vereda casi llega a parecer un camino en miniatura, es una obra de arte netamente visual. En ese mismo punto podrás notar que hay un piso algo más “selectivo” (o apartado) donde se ubica una cruz, tiene una finalidad religiosa pero eso no impide que quien quiera caminar lo haga allí con total libertad (no tiene cercos, ¡entra no más!).
Se destaca también la gran cantidad de arboles, y así también de rincones verdes (Aunque no es nada recomendable tirarse en los puestos, podrías encontrar cosas nada de agradables como basura, piedras, ramas y…¡mjm!..materias “fecales” de perros). Además de las pequeñas barandas que rodean sus senderos, también es posible ver algo de estética en la construcción de este incomprendido parque tomecino.
Si bien en el segundo piso de este parque hay asientos, están mal ubicados ya que están juntos a las rejas y así es imposible apreciar la panorámica (Más van inclinados para que el transeúnte mire hacia arriba, ¡pierde algo de brillo!).
Finalmente cabe reconocer que esta plazoleta en lo alto le sirve mucho al vecino del sector “Cerro Navidad”, sobre todo para cuando quieran bajar al centro (más aun al liceo). Llegando al plano puedes continuar por una tranquila caminata en calle “León Luco”, en dirección a la plaza y al rincón mas comercial de la ciudad. También a una cuadra (hacia el cerro, caminando a Ignacio Serrano) llegarás a los paraderos de taxibuses, incluso si tienes pensado viajar a Conce. Cabe destacar que dos cosas enamoran de Tomé, y no solamente sus playas, también destaquemos el equilibrio entre el campo con la ciudad (aun cuando la comuna supera ya los 50 mil habitantes) y también lo tranquilo que es el común de sus habitantes hasta en la forma de manejar un auto.
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