De orígen santiaguino esta persona pasó gran parte de su infancia en el típico barrio El Almendral de Valparaíso (Donde hoy se ubica el Parque Italia, la Avenida Pedro Montt y el Congreso Nacional). Su carrera musical partió en el 1942, trabajando para varias radioemisoras capitalinas de la época. Y su época de oro perduró durante la década de los 40’, 50’, 60’ y 70’, no por nada Silvia Infanta es considerada una referente de la cueca clásica.
En tiempos de cuando el Festival de Viña aun no era televisado (Hablamos del año 1962), Silvia ganaba la competencia folclórica de este certamen.
Antes de recordar algunos de sus emblemas musicales, es importante también recordar que Silvia cantó para dos agrupaciones folclóricas: “Los Baqueanos” y “Los Cóndores”.
Además de “La Consentida”, Silvia interpretó otras cuecas (también tonadas y vals) como “A la mar marinero”, “El Marinero” (Otra canción), “Chicha de Curacaví”, “Los Lagos de Chile”, “Con permiso soy la cueca”, “Rosita de Cachapoal”, entre muchas otras.
Su voz es tan irreconocible, que cuando veamos alguna vez la obra teatral “La Pérgola de las Flores”, Silvia también le dedicó canciones a la localidad de San Rosendo, ¿Cacharon?
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